Preparando el terreno

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-Oye sistema ¿por qué no les lavas el cerebro y que parezca que siempre estuviste en la famila? Digo ya lo hiciste convenciendolos de que soy su hijo, un perro será más fácil.-
-No es lo mismo para mi- contesto sucinto. Este sistema malhumorado, pensó con molestia, contaba cada palabra como oro, que le costaba explicarle un poco más las cosas ¿acaso morirá si le habla un poco más?
Abrió la puerta y su hermano temporal se abalanzó hacia adentro apresurado empujándolo de la entrada y volviendo a cerrar la puerta.

¡Que no sabes que es el espacio personal! Pensó poniendose tenso por el contacto físico, este chico se le había aferrado como una garrapata.

-Tenemos que armar un plan de ataque - dijo apresurado -No podemos ir a la batalla sin una estrategia. -
era gracioso ver ese pequeño rostro redondo completamente serio, mientras lo abrazaba por la cintura.
-Mejor lávate la cara primero, no creo que puedas marcar puntos estando sucio- Lo tomo de la mano y lo llevo al baño, abrió el grifo y le pasó una toalla.
-Iré a tantear el terreno, ven si te llamo y no dejes que el perro salga -dijo esto, lanzando una mirada significativa a 640 que parecía estar durmiendo, ignorando la situación.
-Tenemos que hacer esto juntos- Discutió la pequeña cosa, su voz llena de quejas. No tenía mucha fe en este tonto hermano mayor.
-Sin rechistar, soy mayor y sé lo que hago- le puso el dedo índice en la frente y lo empujó. Ah mandar sobre los demás sí que era satisfactorio.
El niño lo miró con su rostro lleno de quejas sin expresar, pero lo obedeció.

Salió de la habitación y bajo las escaleras caminando lentamente, mientras pensaba que iba hacer a continuación.
Su mejor plan era improvisar, por el momento no esta obligado a una especie de OOC. Esperaba recordar todas las cosas que Mayra le había contado sobre la transmigración (que deliberadamente había ignorado) para sobrellevar la situación.
Aún no podía digerir lo que estaba pasando, solo había llegado y ya tenía que hacer de todo. Decidió pensarlo durante la noche y actuará sobre la marcha ahora, lo que nunca le había faltado era tiempo para lamentarse.
Con esta nueva resolución dándole fuerza llegó al final de las escaleras y se dirigió hacia donde escuchaba ruido.
Llegó a lo que era la cocina de esta casa, se detuvo un momento a observar el alrededor. De inmediato vio a una mujer de treinta y tantos, guardando cosas en una alacena, era baja de estatura, su cabello era negro y su piel clara.
-Ven aquí a-Le, te traje las cosas para la nueva escuela, llévatelo de una vez. -dijo con voz apresurada sin dejar de ordenar. El se sorprendió ante la familiaridad de su voz, realmente lo reconocían con alguien de la familia.
-Ahora lo hago -hablo con miedo a que la mujer de repente gritara que había un desconocido en su casa. Pero eso nunca paso, se calmó y siguió adelante acercándose a la mesa de madera.

-¿Cómo te fue?- preguntó dubitativo, busco entre las bolsas sobre la mesa hasta que hayo una con útiles escolares. Su madre temporal había terminado de guardar cosas y había puesto una olla con agua en la estufa.
Ella se volteó y se acercó a el, tenía rasgos suaves y agradables, su piel blanca y ojos brillantes pero un poco agotados. Puso el trapo de cocina que tenía en la mano en la mesa.
La señora Zhen noto que su hijo se veía bastante ¿asustado? No, probablemente solo se sienta incómodo por la mudanza, este niño suyo siempre había sido sensible. Bueno tal vez con algunas palabras alentadoras lo ayude a sentirse mejor.

-No te preocupes A-Le, ya verás, harás nuevos amigos este año- dijo mostrándose comprensiva y cariñosa.
La voz de la mujer lo sorprendió, actuar fue fácil frente a un niño, pero no tanto frente a un adulto.
¡Dónde descargas un manual para estas cosas!
- En serio lo crees- dijo tratando de mostrarse afligido- Solo tengo a.. -mierda no sabía cómo se llamaba su hermano falso, este sistema que no le daba información completa - mi hermano pequeño en está ciudad, además papa y tú no están mucho -.

La mujer vió como su niño le costaba hablar y tartamudeaba ¡Su bebé está tratando de no llorar frente a ella! Bueno su niño seguro tenía una cara delgada, decidió hacer como que no pasaba nada para no hacerlo más infeliz.

Andrés, se sintió extraño. Su "madre" le miraba de una forma rara, como a una especie de ¿Cachorro? Pero antes de que lo pensara más su madre se dió la vuelta y lavaba algunas verduras en el lavabo. Lo que lo hizo sentir aliviado, era más fácil que enfrentarla de frente. No sabía cómo seguir, pero la mujer se le adelanto y hablo.

-Tienes razón, pero tienes que entender que está mudanza nos abre la posiblidad de tener una vida mejor, podre pagar para que tú y el pequeño Yuan puedan ingresar a las mejores escuelas.-
Mamá Zhen se sentía afligida, la mudanza se debía a que en su lugar de trabajo le dieron una oportunidad de ascenso. Si éste año trabajaba con diligencia por fin podría llegar a un puesto con un mejor salario y horario que el que tenía actualmente. La fuerza con que cortaba las verduras era la única señal de su aflicción.

- A veces hay que hacer pequeñas concesiones, para poder tener algo mejor.- Dijo finalmente.- Papá vendrá pronto será mejor que me ayudes con la mesa.
El se acercó y se dirigió la mirada de su madre temporal, probablemente ahí era donde tenía los utensilios de cocina.

- Sabes pensé que, si caminaba por el vecindario podría conocer a mas personas.-dijo con timidez.
Andrés dice: Cuando pides, no te puedes darte el lujo de ser arrogante.

-O esa es una buena idea.-Dijo mamá Zhen, su mirada brillo con alegría. Su lindo niño era tan fuerte, siempre buscaba lo mejor en la malas situaciones.

-¿Crees que sea raro que camine solo por aquí?- dijo desde el comedor. Solo esperaba que sus preguntas funcionarán y llevarán al camino correcto.

-Bebé, que clase de persona pensaría que eres raro ¡Eres tan lindo!

Le brinco un ojo, cuando escucho que se referían a el como "bebé" o "lindo", el era un adolescente, casi un adulto ¡De acuerdo! ¡Decirle lindo era un insulto a su hombría!
Respiro profundo y lo paso por alto en nombre de la misión , sin el sistema estaba perdido.
Estos sacrificios serían su pan del día a día. Se elogió así mismo por sus fuerza de voluntad y siguió adelante.

-Gracias mamá- dijo con fingida aflicción- Seria bueno hacerlo acompañado de alguien.
Su madre vio su rostro tan lindo como el de la niña que siempre quiso y no pudo ignorar su pena.
- Sabes, no tienes que caminar solo, yo no puedo acompañarte. Pero ¿que te parece si adoptamos una mascota?.-

¡Bingo! Jaja ¿quien es el genio? ¡Yo soy el genio! Pensó con triunfo.

Su madre vio como le brillaron los ojos con alegría y supo que había hecho lo correcto. Su Lele era tan buen niño, siempre tan humilde. Se merecía algunas cosas buenas también.

- ¿No sería problema para madre?-dijo, debía mostrar un poco de reticencia, eso lo haría parecer más creíble, supuso. Era lo que había visto en algunas películas, el único material de referencia que tenía sobre la actuación en general.

- Mi niño, no es gran cosa para mamá en cuanto papá se lo diré en cuanto vuelva.-

-Gracias por tu preocupación, está noticia alegrará bastante al pequeño Yuan.-
Puso el último platillo en la mesa.
Mientras conversaban todo había quedado listo.
-Voy a llamar a mi hermano, para que baje a cenar. - Tomo la bolsa con cuadernos y subió apresuradamente las escaleras.
Con esto ya había dado el primer paso, solo debía preparar el terreno para los protagonistas. "Tengo suerte de ser tan inteligente" pensó.  Luego procedió a tropezarse con uno de los escalones.

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¡Hola! (^-^*)/

Gracias por leer hasta aquí.

m(_ _)m
¡Perdón por el retraso!

Pero todo está bien ahora.٩(◕‿◕。)۶ ¿Verdad?

Por favor no me golpeen。゚・ (>﹏<) ・゚。 *corre descontrolada, se tropieza y se levanta cogeando mientras huye*

Autora fuera




El transmigrador y el Sistema de enlaces y creación de coincidenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora