Capítulo 14

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Después de haber estado en Madrid luego nos fuimos a Barcelona y fue una locura el show.

Unas chicas se subieron al escenario y se lanzaron encima de Samuel, logan y Chase para darles besos. Morgan la novia de Chase formó un escándalo en el meet and greet después del concierto al ver que una de las chicas que se había subido al escenario iba directo al lado de su novio y se subía en su cintura para abrazarlo, el escándalo que hizo fue tan grande que tuvieron que sacar a las chicas del estadio y Chase se tuvo que ir junto a su novia para no seguir dañando la firma de autógrafos y las fotos que las demás fans se querían tomar con todos. Morgan era insoportable pero Chase le había dado razones para desconfiar.

Al día siguiente volamos hasta Málaga en donde los chicos solo tenían un show privado para la hija de un empresario importante de la ciudad, pero a ese no fui por lo mal que me sentía al no estar acostumbrada a dormir tan poco durante varios días.
John me contó que había sido muy divertido ya que en la fiesta casi todos eran preadolescentes que se emborracharon y mitad del show estuvieron en el baño del salón vomitando.

Ayer habíamos llegado Reino Unido muy tarde y hoy les tocaba el show a los chicos. Salí del baño ya cambiada para terminar de maquillarme y bajar al lobby del hotel en donde nos encontrábamos todos.
—¿Viste lo último?—John preguntó riendo y llegando a mi lado.
—¿Que último? Sabes que no tengo redes sociales.
John me pasó su celular y le puse play al video en donde al principio salía Rebeca diciendo que de nuevo estaba intentando las cosas con Samuel pero después salía Samuel desmintiendo todo.
—Me da vergüenza ajena— me reí entregándole nuevamente el celular a John.
—Rebeca no entiende que mi hermano nunca la ha querido de verdad. ¿Nos vamos?

Agarré mi pequeño bolso y salí después de John. Abajo ya no estaba ninguno como de costumbre así que nos dirigimos a las camionetas pero esta vez me subí junto a mi mejor amigo en una en donde solo iban las personas del vestuario, coreógrafo y los managers de algunos.
Al llegar nos bajamos y los chicos no tenían tiempo para empezar así que fueron directo a los camerinos y después de unos minutos salieron listos para empezar con su show.

El show aquí en Londres había estado muy bueno y habían ganado puntos con sus fans al saber hablar inglés a la perfección. El en meet and greet había participado John tomándose fotos con chicas pero yo prefería mirarlos desde lejos, varias chicas le robaban besos en las mejillas a Samuel al cual no le molestaba sentir los rápidos besos de sus fans.

—Mi teléfono— John me hizo señas desde lejos para que le pasara su celular. Caminé hasta la pequeña alfombra roja en donde estaban todos y le pasé el celular a mi mejor amigo
tapándome un poco la cara.

Enseguida que se acabó todo, nos fuimos directo al aeropuerto en donde ya nos esperaban todas nuestras maletas para irnos rumbo a Manchester. A los chicos los habían invitado a una de las mejores fiestas de Europa en Manchester y habían organizado todo para irnos después del show. En el avión todas las chicas acompañantes nos íbamos maquillando y arreglando ya que solo estaríamos en Manchester para la fiesta así que no pagaríamos un hotel y mientras nosotros los chicos estábamos en la fiesta, los mayores se quedarían durmiendo en el avión . En el baño me puse un vestido dorado bastante lindo, unos tacones de tamaño normal y me volví a sentar al ver que ya estábamos aterrizando.
—Ana vamos, los chicos ya se están bajando y son capaces de dejarnos— murmuró mi mejor amigo levantándose de su asiento.
—Espera.
Cerré mi maleta y la dejé en mi asiento, agarré mi teléfono y me levanté caminando atrás de mi mejor amigo. Me extendió la mano para ayudarme a bajar del avión y al subir la mirada tenía los ojos de Samuel clavados en mi. Que incomodo.
—¿Nos iremos todos en esa camioneta?—le pregunté a john frunciendo el ceño confundida.
—Los chicos prefieren ir apretados que gastar dinero alquilando más camionetas solo para una madrugada.
Éramos al rededor de 18 personas y todos nos iríamos en una camioneta, era bastante grande pero no cabíamos todos en ella.
Los primeros en montarse se subieron en las partes delanteras dejándonos la parte de más atrás a los que salimos de último del avión.
—¡John vente adelante conmigo!—gritó Jack desde la puerta del copiloto, John salió corriendo y se subió haciendo esfuerzo para cerrar la puerta. Me subí en la parte de más atrás de la camioneta en donde estaba bastante oscuro.
—Anastasia creo que alguien te tiene que cargar para que pueda entrar y cargar a Morgan—Chase habló mirando el pequeño espacio que quedaba para sentarse.
—Yo lo hago.
Samuel se subió y sin dejarme responder me agarro de la cintura y me cargó hasta su regazo, Chase se subió y cargó a su novia para dejarle el último espacio a Nate.
El pequeño espacio entre nosotros y lo oscuro que estaba me estaba empezando a dar mucho calor. Agarre mi cabello y lo puse a un lado dejando un lado de mi cuello a la vista de Samuel.
Todos iban cantando con la música a tope pero nosotros dos estábamos encerrados en una burbuja silenciosa en las que algunos segundos nos mirábamos a los ojos y en otros nos mirábamos los labios. Giré mi cabeza para mirar a la ventana en la que se podían ver las calles pero bastante oscuro por él blindaje de esta. Un dedo pasando por mi cuello interrumpió mi momento mirando hacia la ventana así que me giré de nuevo pero esta vez encontrándome al chico que me cargaba muy cerca de mi. Cada segundo que pasaba nuestras miradas se hacían más intensas y nuestro espacio más corto pero unos centímetros antes de que nuestros labios se unieran, Samuel rodó la cabeza.
—¿Chase que hora es?— preguntó interrumpiendo el beso de su mejor amigo con su novia.
—Son las 12 apenas.
Llamó a Rebeca la cual estaba riendo por los Chistes de Jack desde adelante, la chica le pasó su teléfono y se metió en el. Había pasado todo tan rápido y me la iba a cobrar. Me giré y recosté mi cabeza al asiento de adelante hasta que llegamos.
—¿Estuviste incómoda?
—Bastante— le respondí a mi mejor amigo agarrando su mano y caminando junto a él hasta la entrada de la mansión en donde era la fiesta.
Entramos y esto era algo muy diferente a las fiestas a las que había ido alguna vez en América. Todos en esta fiesta eran personas fresas dañados. Caminabas y veías a chicas en ropa interior de marca, chicos drogados con la cocaína de papá, borrachos con el alcohol más caro de Europa, personas besándose encima de autos lujos, etc. Muy común pero muy diferente.
Tomé un vaso rojo y me serví un poco del líquido morado llamado lean pero lo regrese enseguida, esto estaba asqueroso a comparación del que preparaba Damon.
A mi lado aún seguía John así que lo agarré del brazo y lo llevé a la pista de baila en donde no cabía casi nadie. Me moví lo menos sensual que  pude al estar bailando con mi mejor amigo y novio de una gran chica.
—¡Esas chicas te están señalando para que subas con ellas ahí!—John gritó en mi oído por el fuerte sonido de la música. Me giré y me encontré a 3 europeas haciéndome señas para que me subiera en la mesa de billar con ellas y bailara. Sin pensarlo dos veces solté a John y corrí hacia ellas empezando a moverme muy sensual ahora.
—Yo no sé ustedes pero para mi el placer de bailar aquí es que vuelvo loco a todos los tíos pero a ninguno le presto atención—admitió la española junto a mi. Tenía razón, era genial ver a los chicos muriendo por ti pero tu ni al caso.

Después de estar un rato bailando ganando todas las miradas de la fiesta, un chico muy guapo de más o menos mi edad de acercó y me agaché un poco para preguntarle que quería.
—Con todo tu respeto me gustaría bailar contigo.
Lo miré a los ojos por unos minutos y asentí pero antes de bajarme tomé del feo líquido morado que ahora sabía mucho más a alcohol y le agarré la mano al rubio para que me ayudase a bajar.
Bailamos una canción pero antes de irme, miré de reojo a mi lado izquierdo en donde estaba samuel con una chica a su lado hablándole entretenidamente pero él tenía sus ojos puestos en mi. Volví a coger la mano del chico con el que había estado bailando y me pegué a él sensualmente de nuevo, un delicioso olor conocido llegó a mi nariz y fue cuando me di cuenta que el chico que antes me miraba en una esquina ahora estaba a mi lado bailando con una chica. Lo miré al mismo tiempo que el a mi y estuvimos así por un par de segundos hasta que acercó su boca a la de la chica y estampó sus labios contra los de ella, y me miraba. Si él podía hacer eso yo también lo haría.
Agarré al chico del cuello y lo besé. Un beso desesperado y muy bueno, este chico besaba riquísimo pero no superaba a samuel besando como un dios.
—Lárgate de aquí— samuel le habló furioso al chico que me había seguido el beso pero este no se movió—¿eres sordo? Vete.

El chico se acercó a él quedando cara a cara intentando intimidar a Samuel y al ver que no lo logró, se fue.
—¿Porque lo echaste?— pregunté furiosa cruzándome de brazos.
—Consíguete algo mejor Anastasia, ¿pasar de mi a eso?—lo miré frunciendo el ceño—caíste bajo—eso lo susurró en mi oído y mirándolo fijamente me fui de allí.

¿Estaba con otra chica y llegaba a mi solo para decirme que me consiga algo mejor? A veces lo odiaba. Volví a la mesa en donde estaba antes y me tomé quien sabe cuantos chupito de vodka aunque gracias al constante movimiento bailando no me agarraba rápido el alcohol, me acordaba de todo perfectamente pero si era capaz de hacer una que otra locura.
—Nos vamos.
—No me quiero ir aún john.
—Anastasia nos toca viajar en una hora, ya casi todos están afuera—murmuró mi mejor amigo agarrando mi mano.
—No john, yo me quedo aquí porq...

Fui interrumpida por unos fuertes brazos cargándome como un bulto de papas, este aroma lo reconocía.
—¡Bájame idiota. Yo no quiero que me toques ni tampoco que me vuelvas a dar alguna orden o que alejes chicos guapos de mi!— grité fingiendo mi enojo y pegándole con mis brazos en su espalda—se me ven mis bragas.

Una corriente recorrió todo mi cuerpo al sentir las manos de Samuel en mis muslos bajando mi vestido. Me quedé quieta al reaccionar y ver que ya estaba sentada de nuevo en las piernas de Samuel pero esta vez con unos tragos encima. Tenía tantas ganas de besarlo y podía besarlo haciéndolo creer en mi embriaguez así como había fingido enojo al cargarme.
Todos iban haciendo mucho ruido, con la música a tope y la parte de atrás de la camioneta era muy oscura por sus vidrios blindados y por ser lo último del auto así que no lo pensé dos veces, lo agarré del cuello y estampé mis labios en los suyos haciendo el beso bastante intenso.

Reaccionó a mi beso después de unos segundos haciendo que el ambiente se pusiese bastante caliente. Mientras nuestras lenguas danzaban como locas, Samuel tocaba mis piernas desnudas con desespero y un bulto en su pantalón se hacía cada vez más grande. Cada vez más el ambiente era más intenso y el cada vez más subía sus manos, llegó a lo último del vestido y lentamente metió sus manos por debajo de este. No quería que parara, todo el vodka y el lean que había tomado estaba haciendo efecto y sabía que de esto me arrepentiría, pero ahora no le quería impedir seguir. Sus manos llegaron al lugar prohibido y posó su mano en mi parte íntima manoseándola por encima de las bragas de encaje.
Rivera, Paul Rivera casi que hizo eso conmigo.

Me separé rápidamente y le saqué la mano de mi vestido para recostarme en su pecho y meter mi cabeza en su cuello en donde podría fácilmente oler su adictiva fragancia y después de unos segundos quedarme dormida.

Traficando secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora