EL ORIENT-EXPRESS

Detalles

Explicar el lujo que caracterizaba al “orient” es complicado para éstos tiempos, pensemos en el mobiliario actual de los trenes cuáles quiera. O por ejemplo al de los aviones, e incluso en el propio autobús que corre en nuestra ciudad; los asientos, las mesas que puede tener si el viaje es largo y tiene servicio de alimentos. No los llamamos como muebles, aunque en principio lo sean. No se parecen en lo que tendríamos por ejemplo en casa, en la sala tenemos sillones, en el comedor hay Sillas, pero en medios de transporte generalmente los reconocemos como asientos. Pues bien, el “orient” se mandaba a amueblar, con los mejores, valga la redundancia; muebles que existieran. Los más lujosos y exóticos a las últimas tendencias de diseño de la época.

En la cocina no sólo se decía tener platillos de altura, si no que eran preparados por los mejores chefs,

Desde las alfombras hasta las cortinas todo estaba perfectamente elegido y colocado para agradar a las miradas más finas.

No era para menos, personalidades de toda índole con poder y dinero lo frecuentaban, iba a decir que por eso la empresa debía estar a la altura, pero por favor„ quien pudo tener el derecho moral para decir que no era suficiente.

¿Era distinto? Si, el “orient” no tenía un carro restaurante, llevaba un restaurante de lujo tampoco carros cama de primera clase, llevaba un hotel de lujo; todo un palacio.

En los palacios. ¿Que ves? Quizás prestigio, y también lo hizo la marca Chanel, haciéndolo coprotagonista de su perfume él Chanel no-5 que en su publicidad hace sentir que lo mejor para combinar tanto encanto es un buen perfume, algo que nunca puede faltar, haciéndolo bajo una premisa y trasfondo como de novela ambientada de lujo, misterio y erotismo, y ¿saben quién más escribía novelas?

La señora Agatha Christie, pionera escritora del género de novela policial, que, durante un viaje en el mítico tren, con las casualidades y causalidades de la vida, su viaje se vio interrumpido por el excedente de nieve dejando varado por días al expreso. Hombre, la naturaleza imponiéndose a lo que creemos más magnifico a ella.