Capitulo 4: Amigos

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    Han pasado unas dos semanas desde que vi al chico. ¿Por qué ya no pasa por aquí?

    Volví a ir a ese sitio deshabitado. Me senté en el columpio y me sentí mareada. Note que el suelo se hundía y que el arbusto de enfrente parecía alejarse.
-¿Que me está pasando?- pensé preocupada-

De repente oigo una voz detrás de mi.
-¿Estás bien?
-Aaaa!-grité asustada y me caí del columpio.

  Me giré, levante la cabeza y vi a él. El chico del otro día, Jake. Llevaba una sudadera azul oscura con la capucha puesta, unos vaqueros rotos y unos "Converse".
-¡Lo siento! No pretendía asustarte.

   Me agarro de los hombros por atrás y me puso de pie. A primera vista parecía muy flojo, pero cuando me levanto parecía hacerlo con total facilidad.
-No pasa nada. Y...¿tu? ¿por aquí?
-Bueno... Pues, vine a verte. Me parecía aquel día que estabas muy sola. No dejé de pensar en ti, es decir, pensé que te podía pasar algo. Me caíste muy bien. -dijo Jake con una sonrisa que casi ni se notaba.

      Me señaló con el brazo al columpio para que me sentara, yo me senté. El también se sentó, pero en la llerba, enfrente del columpio.

-Y bueno... ¿Qué sueles hacer por aquí?
-Pensar.
-Ah. Y... ¿No te aburres, como los demás?
-No. Los humanos no se dan cuenta que hay cosas aparte de salir con los amigos e ir de compras.
-Bien dicho.- me dio la razón Jake-
-Creo que me iré ya. Son las doce de la noche, mi familia se preocupará.
-¿Me dejas acompañarte?
-Claro.

     Mientras íbamos caminando me preguntó muchas preguntas sobre mis gustos. La verdad, es que fue muy amable por su parte acompañarme.

     

Amor SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora