Capitulo 10: Su cama.

103 3 0
                                    

Me invitó a su casa. No estaba segura si ir o no, pero al final, después de una noche pensandomelo, decidí ir.

   Durante todo el camino a su casa estuve pensando en ¿Por qué me invitó a su casa a tal hora, si ya es tan tarde? Nunca lo había hecho. Creo que querrá decirme algo importante o no se. Es todo tan... tan... tan raro, parece un sueño.

   Al fin puedo ver su casa en la lejanía. Cuanto más me acerco, mas nerviosa estoy.  Puedo ver que todas las luces de la casa están apagadas. Igual al final no está en casa...

Al acercarme un poco mas, pensé en irme, pero mejor toco a la puerta y si no contesta, me voy.

    Me acerque y puse mi cabeza en la puerta para poder oír si hay pasos.

   Derrepente se abrió la puerta y me caí. No noté dolor. Abrí los ojos. Me encontré en una situación algo incomoda. Jake estaba en el suelo y yo encima. Nuestros ojos se cruzaron. El intento besarme pero... Yo me aparté. ¿Él qué pensó? ¿Que podía besarme así porque asi? ¿Tan de repente? ¡NO!

   - ¿Qué hacías pegada a la puerta?
   -¿Qué haces tu abriendo puertas sin fijarse si hay alguien?
   -Ja, ja, ja. Que graciosa.
   -Lo decía enserio - le dije con voz seria.

   -Bueno, ¡pasa! - me dijo Jake un poco menos animado.

   Al entrar fui directamente y a paso rápido a su cuarto. Él me miró raro, luego entro a su cuarto. Me senté en su cama y el también se sentó.

    - Bueno, y ¿qué quieres hacer? -le pregunté un poco curiosa.

    - Solo quiero... hablar.
    -Vale. ¿Y de qué quieres hablar?
    - De lo que surja.

   Se tumbo en su cama boca arriba.

    -Ven. - me dijo mientras me miraba para que me tumbara al lado.

    Eso fue lo que hice. Me tumbé al lado. El me abrazó por la cintura y me preguntó:

    - ¿Realmente me quiéres?
    -Sí.
    - ¿De verdad?
    - .
    - ¿Cómo me lo demonstrarías? - se cuestionó Jake.

    En ese instante nos miramos a los ojos. Su mirada era tan profunda. Sus labios estaban rozando los míos. Podía sentir como su piel se ponia más dura. Su cabeza se acercó lo necesario para el beso. Sus labios lentamente cubrieron los míos. Parecia estar soñando, a no ser que lo hacía. Su brazo fue bajando de mi cintura. Jake apagó la luz por el interruptor que estaba justo al lado de su cama. Sentí sus brazos envolviendo mi cuerpo. Lentamente me quitó la camiseta. Yo a él también. Él se dio la vuelta y yo ya me encontraba encima de él. Poco a poco me quito el pantalón y lo que quedaba de su ropa. Nuestras partes genitales se rozaban hasta penetrar. La noche oscura provocaba sudor. Le arañaba la espalda hasta sacar sangre, pero eso no le molestaba. El se giró bruscamente de nuevo y yo ya estaba boca arriba, por debajo de él. Mis piernas le abrazaban por la cintura. Sus movimientos de delante a atras me hacían gozar como nunca lo hice.

      Me desperté. -¿Qué hora es?- pensé.

  Abrí los ojos pero no pude ver nada. Había mucha luz. Estuve unos minutos mas bajo la sabana. Luego ya pude abrir los ojos. -¿¿Dónde está mi ropa??- esa pregunta fue la que tuve en mi mente al abrir los ojos. Jake no estaba. ¡No use protección! ¡Necesito una pastilla!

    En ese instante se abre la puerta de la habitación y entra Jake con una bandeja. La bandeja lleva un baso con algo que parecía chocolate, un baso de agua, unos sandwich y una pastilla.
     -El desayuno. - dijo Jake.

     -No hacía falta.
     - También traje una pastilla contra el embarazo, por si acaso...
     -Muchas gracias.
    Tomé el desayuno que había y luego me tomé la pastilla. Le dije que me tenía que ir.

     -Bueno, no pasa nada.
     -¿Me podrías decir donde está mi ropa?
     -Claro, toma. - me dijo mientras me daba un taquito con mi ropa doblada.

     -Gracias.

      Me vestí, me despedí y salí a la calle. Fui directa a mi casa. Menos mal que le avise a mis padres que no me esperasen a la noche.

   

   

 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 15, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Amor SangrientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora