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Cuando recibieron la llamada de Ana, confirmando que por fin los habían aceptado como adoptantes y que podían pasar por el centro cuando quisieran, fue una de las mejores noticias que les dieron en sus vidas.

A la mañana siguiente se levantaron y fueron directo al orfanato, al llegar la recepcionista los saludó y llamó a Ana, quién los guió a un cuarto donde habían niños y niñas de 3 a 9 años.

Entraron y observaron a todos los nenes de la sala, jugaron con algunos un rato hasta que un nene de unos 3 años se acercó a ellos.

El nene era de piel pálida, ojitos celeste claro y de cabello color azabache. Valen y Dani se miraron cautivados por él y jugaron con el nene un rato hasta que Ana los llamó para ver cuál nene habían escogido.

—Deben escoger uno con el que hayan tenido conexión, que sientan que será su nuevo hijo o hija. —dijo Ana. Ambos se miraron y sonrieron al mismo tiempo.

—Yo sentí conexión con un niño. —dijo Dani con una gran sonrisa.

—Yo también, tenía cabello negro y los ojitos azules. —dijo Valen también con una sonrisa y los ojitos brillosos.

—Quién diría que el destino los juntaría con el pequeño Nathaniel. —dijo Ana entre risas. —Nate llegó hace poco menos de un año acá, lo trajeron del hospital luego de que su madre muriera cuando el tenía apenas dos añitos. La madre no tenía familiares que pudieran cuidar de él así que le dijo a la enfermera que lo trajera acá. Prefería que una familia estable cuidara a su hijo a que estuviera en la calle sin comida mi hogar.

Daniel sintió como se le llenó el corazón de ternura y empatía. Ahora más que nunca quería adoptar a este niño, así crecería en una familia hermosa, tal como su madre deseó.

—Lo vamos a adoptar, lo cuidaremos mejor que nadie. —dijo Valentín decidido y Daniel se llenó de alegría al escuchar aquellas palabras.

—Está bien, déjenme revisar algunas cosas para comprobar que el pequeño no tiene ninguna enfermedad ni nada por el estilo.

Tras revisar que el pequeño Nate estaba completamente sano la recepcionista les entregó unas hojas que tenían que firmar.

Una vez firmaron todo y por fin aprobaron la adopción fueron a buscar a Nate. Ana le explicó de una manera en la cual pudiese entender, que ellos serían sus nuevos padres. El pequeño se lo tomó mejor de lo esperado, se puso a saltar por todos lados y a gritar “¡tengo nuevos papis, voy a salir!”.

Valentín y Daniel sentían que les iba a explotar el corazón de ternura, estaban más emocionados y felices que nunca, por fin su sueño se estaba cumpliendo.


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4/5

Les debía esto desde la semana pasada, mil perdones pero aquí está </3

Puede que estos días actualice más porque voy a estar en reposo, así que nos vemooos. En multimedia Nate chikito.

«Curioso» WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora