YO CREÍA QUE TODO ERA UNA TONTERÍA

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ACLARACIONES/ADVERTENCIAS:

Todos conocemos la creepypasta del perro que come cereal con cuchara, bueno, yo también.

Y debo de decir, es horrible, está muy mal explicada y escrita, por lo que dije "¿Por qué no la mejoro o hago mi propia versión?" Y, por eso estoy aquí hoy.

Bienvenidos a mi versión de perro con cuchara, aunque, más que mi versión es mi propia secuela.

Hazme caso, y dale una oportunidad, ¡No te arrepentirás!

Bueno, realmente no sé ni como empezar a explicar esto, supondré que algo de contexto será bienvenido.

Todos conocen esa historia del perro que come cereal con cuchara, una soberana gilipollez, pensé y pensamos todos.

¿Cómo carajo te va a dar una embolia cerebral, o lo que fuera que le dio al tipo, por ver a tu perro comiendo cereales...?

Bueno, eso es lo que creía hasta hace un tiempo, todos tenemos mascotas en casa, yo él que más, tengo un perro llamado Álex, un conejo llamado Bugs (Sí, realmente llamé así a mi conejo), una gata llamada Manchitas, una tortuga llamada Cuco, un hámster llamado Tambor, unos 15 peces...

Muchos animales a decir verdad, sin embargo, amo y me encantan cada uno de ellos, Álex es un golden retriever de 4 años, siempre es muy alegre y juguetón, sobre todo juguetón, no para quieto nunca, siempre me anima, es realmente agradable estar con él, él tiene un collar azul alrededor del cuello con la inscripción “Álex” bordada con hilo dorado, siempre tuvo su característico estornudo de alegría al verme o acercarse a mí, también, tenía la lengua salida por el lado izquierdo a menudo, no sabíamos por qué, pero no importaba, a Álex no parecía molestarle, y todo el que lo viera, diría: "ese es Álex."

Manchitas es una gata parda con muchas manchas, de ahí su nombre, tan solo tiene 3 años, siempre fue bastante calmada y tranquila, apenas y hacía algo o salía de casa, siempre estaba junto a mí cuando veía una película, o simplemente estudiaba o leía, nunca hubo problema con Álex, de hecho, éste la protegía, la consideraba su “cachorra” desde que llegó, Álex se encariñó con ella, la lamía constantemente, la protegía del frío, era hermoso ver lo bien que se llevaban, alguna que otra vez jugaban juntos, mi parte favorita era cuando ambos perseguían la luz de mi puntero verde, realmente bonito.

Mi conejo, era un conejo de orejas largas hermoso, que siempre iba por la casa suelto, Álex no le hacía nada, aunque Manchitas lo miraba siempre, no paraba de observarlo, atentamente, no, tranquilo, no lo quería hacer su presa, lo vigilaba por si llegaba a meterse en algún recoveco, sacarlo de inmediato o avisarme, eso lo había aprendido de mí, era increíble, era un gran orgullo, sería poca cosa, pero pensar que alguien sigue tus pasos (Aunque sea un animal), ya sea por respeto o admiración, me parecía increíble.

Mi tortuga... Poca cosa, siempre estaba en su pecera personalizada con piedras, no quería que le pasara nada, obviamente, siempre la revisaba, como mis peces, todos estaban en perfecto estado.

Mi hámster... Él iba a su bola, se dormía durante todo el día, y por la noche, a veces pasaba horas viéndolo moviéndose por su enorme casa o en su rueda, era realmente adorable.

Mis mejores recuerdos eran, cuando, después de una tarde estresante, cogía una taza de té, ponía música, y lo veía desde la cama de mi habitación junto a Álex o Manchitas, o incluso ambos.

Una vida tranquila, apetecible, con unos animales preciosos que no cambiaría por nada del mundo.

Pero un día todo cambió.

Álex dejó de ser juguetón, no sabía por qué, pero era mucho más tranquilo, Manchitas se volvió muy agresiva, al pobre de Bugs le tuve que comprar una jaula, se la pasaba en un rincón al lado de la comida, Tambor estaba igual a Bugs, ni siquiera salía a la noche, Cuco... Él estaba igual, los peces tampoco presentaron cambios.

Una vez explicado todo, por fin puedo comentaros lo que quería.

Yo tuve que salir debido a un problema que poseía un amigo, normalmente aviso a mis mascotas de que volveré a tal hora, (Ese día siendo que volvería a las 7) sé que no le veréis sentido, pero me gustaba avisarlas.

Una vez me fui, todo ocurrió como esperé, ayudé a mi amigo, y solucionamos el problema, bebimos gaseosas, y poco más, volvía andando a mi casa, mirando a todos lados, por alguna razón todo parecía bonito ese día.

Como sea, me puse delante de mi puerta, revisé mi reloj, 18:30, mira, antes incluso de lo previsto, abrí la puerta, y, joder, preferiría haber tardado más.

Vi a Manchitas, agachada y encorvada, sostenida por sus dos patas, como un humano, comiéndose a Bugs... Bugs estaba abierto, todo el canal, estaba abierto, Manchitas metía su pata derecha, y con las uñas, le sacaba carne...

Cuando Manchitas notó mi presencia, se puso a dos patas, y me miró.

“¿Manchitas...?”

Susurré, con lágrimas en los ojos, entonces, es cuando escuché que alguien cambiaba los canales del televisor, cuando giré, allí estaba Álex, sentado en el sillón, con el mando de la tele en su pata, al cabo de un rato, me dirigió la mirada, y sonrió.

Lo único que pude pensar es en que así se debió de sentir el dueño del perro que comía con cuchara.

No entendía nada, quería llorar, estaba llorando, mis 2 mascotas que me acompañaron por años, estaban comportándose de manera extraña, y ya supe por qué, ya no eran mis mascotas.

Eran otra cosa, mis mejores amigos, mis compañeros, no eran ellos mismos, con razón notaba que algo había cambiado en ellos, con razón notaba que la comida del refrigerador faltaba, con razón sentía algo raro, con razón sentía que echaba de menos a mis mascotas.

Ellos se deshicieron de ellas, no sé qué les harían, quizás, las liberaron, para aprovecharse de mí, quizás, las ocultaron en otra parte de la casa.

O peor, quizás se las comieron, esas bestias se las comieron, y suplantaron sus identidades, quizás era lo que pensaban hacer conmigo...

Cuando menos me lo esperaba, “Álex” se levantó, y fue encorvándose poco a poco, hasta quedar en cuatro patas, entonces, lo hizo.

Hizo las mismas cosas que hacía Álex, sacaba la lengua tontamente por su lado, y estornudaba, pero, yo sabía que ese no era Álex, lo sabía muy bien.

Sentía gran dolor en el estómago, tanto que me caí al suelo, me tumbé, del llanto y dolor de saber aquello, empecé a tener espasmos y, al final vomité, realmente me sentía mal.

De repente, y sin previo aviso, sentí un golpe en mi cabeza.

Cuando desperté, mi hermana que había salido con mis padres estaba allí al lado mía, me explicó que mi madre y padre estaban buscando a Manchitas y Álex, también me explicó que Tambor y Bugs habían desaparecido de las jaulas, y que cuando ellos habían entrado estaba durmiendo el sofá y no podían despertarme por mucho que intentaban.

Yo simplemente me levanté, fui al baño y vomité.

Estuve mal durante días, mis peces murieron en 2 días, y a Cuco lo liberé por miedo.

Echaba de menos mi “Habitad natural”, pasarme las noches en vela leyendo o jugando junto a Manchitas y Álex mientras Tambor corría por su casa y Bugs recorría el cuarto.

Ayer me compraron un nuevo gato, le nombré Brown porque es completamente Marrón, de hecho, tiene una pequeña mancha en su ojo izquierdo, es marrón también, solo que más oscura, me ayuda a recordar lo que pasó con mis anteriores compañeros, y me hace sobreprotegerlo más (Apenas tiene 3 meses, y, aunque ayer me lo compraran, no le voy a dejar alejarse de mí, de hecho, mientras os cuento esto, lleva todo el tiempo en mi regazo)

Solo quiero deciros, que, si notáis que alguien, ya sea familiar, o mascota, empieza a comportarse raro, cambia hábitos...

Puede ser que no sea él, no sé quien sea, pero no es él.

Tened cuidado, os lo pido enserio, estad con vuestros amigos, familiares, mascotas, revisadlo bien, no queremos más perros comiendo cereales con cucharas.

O en mi caso, un perro viendo la tele y un gato comiéndose a otro animal como un humano de la prehistoria...

Parece que quiera joderos, pero no es así, podría ser cualquiera de los que os rodea.

Gracias por escucharme...

La gran recopilaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora