La chica iba corriendo a través de las calles de Londres dirigiéndose directamente a Scotland Yard, necesitaba desesperadamente la ayuda del detective inspector Lestrade.
Ni siquiera al llegar a la comisaría redujo su velocidad, pasando entre polic...
Luego de casi 4 horas de viaje en tren, llegaron a Marley Head, donde rentarían un auto para poder movilizarse hasta Dartmoor. Sherlock rápidamente realizó el papeleo de la renta de un jeep y se dirigieron a su destino.
Con Sherlock conduciendo, Isabella de copiloto y John en la parte de atrás, fue como pasaron el viaje, a veces discutiendo el caso y otras disfrutando del paisaje verde.
Llegaron por fin al pequeño pueblo y se dirigieron al hotel donde iban a hospedarse, para luego ir a investigar.
-Uf, por fin- dijo Isabella bajando del auto y estirándose.
-Lo sé- dijo el doctor Watson imitando sus movimientos.
-Hay que apresurarnos- dijo Sherlock viéndolos apenas.
Ambos doctores lo siguieron viendo a su alrededor, había un grupo de turistas y demás personas en la zona.
Al entrar al hotel, se encontraron una pequeña estancia, pero acogedora. Del lado derecho estaba la recepción y el bar, mientras que del izquierdo se encontraban las mesas.
John e Isabella se dirigieron al lado derecho, para pedir las habitaciones.
-Buenas tardes- saludó Isabella al hombre que estaba atendiendo detrás de la barra- Queremos unas habitaciones.
-Buenas tardes. Perdón, pero ya no tenemos habitaciones dobles- dijo el hombre apenado mirándolos.
-Ah, no. No somos pareja- dijo John ruborizado- Queremos tres habitaciones.
-Ah, sí. Por supuesto. Son 30 libras la noche- dijo él tomando tres llaves de la pared.
-Aquí tiene- dijo John entregándole el dinero.
-Gracias, le traeré su cambio.
Cuando el hombre se giró a la caja para traer el cambio, Isabella le llamó la atención a John con su codo y señaló con la mirada hacia la barra. Encima de esta, se encontraban unos papeles. John lo leyó y lo arrancó para guardarlo rápidamente en su abrigo.
-Aquí tiene- dijo el hombre volteando con el cambio en la mano.
-Gracias. No pude evitar que hay un cráneo y huesos cruzados en el mapa del páramos- dijo John, quería obtener información.
-Ah, eso- dijo el hombre sin hacer mucho caso.
-¿Piratas?- preguntó Isabella en tono sarcástico mirando a su alrededor.
Sherlock estaba merodeando por la estancia buscando algo que fuera bueno para la investigación.
-No, no. Lo llaman el Gran Campo Minado de Grimpen.
-Entiendo.
-No es lo que cree. Es el complejo de Baskerville. Tiene unos 80 años. No estoy seguro de que nadie sepa qué hay ahí.
-¿Explosivos?
-No solo explosivos. Dicen que si entras a ese lugar y tienes suerte, solo estallarás. Por si quieren pasear.
-Gracias por el dato- dijo Bella sonriéndole y viendo a Sherlock que miraba interesado algo sobre una mesa.
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