"Quizás todos puedan vivir más allá de lo que son capaces"
—Markus Zusak
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Todo parecía irreal.El sueño que tanto anhelo de niño, la meta que parecía alejarse cada vez que él intentaba dar un paso.... Finalmente, después de tanto esfuerzo, después de tantas lágrimas, desvelos, heridas y sacrificios.
Al fin podía llamarse héroe.
Sonrío sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas, el corazón le latía rápidamente de la emoción y sus mejillas se colorearon en un rojo carmín. No había palabras suficientes que pudiesen describir la felicidad y la emoción de ese momento.
—Midoriya, es hora de irnos. — Justo frente a él, yacía aquel par de orbes heterocromáticos que tanto amaba ver. Shoto sonrío dulcemente para él, con pasos cautelosos rompió la distancia y con sus cálidas manos, alejo todo rastro de lágrimas haciendo uso de las yemas de sus dedos. —¿Estas bien?
—Estoy más que bien. — Sonrío de vuelta sintiendo aquellas mariposas que solo aparecían cuando el bicolor se hallaba cerca. — Mamá te ha invitado a la cena de esta noche para celebrar.
Amaba aquel par de ojos que el chico frente suyo portaba. Amaba el brillo que relucía en ellos cada vez que lo observaba, tan claros que era capaz de observar su reflejo y tan oscuros que lo hacían perderse entre el mismo universo. Sintió nuevamente la cálida mano de Shoto tomar sus mejillas y dejar leves caricias sobre sus pecas.
Porque durante tanto esfuerzo, dolor y sacrificios, Shoto fue su rayo de esperanza. Siempre dándole apoyo incondicional incluso a pesar de la distancia, escuchándolo y abrazándolo cada vez que sentía que nunca llegaría lograrlo.
Y ahora estaba a su lado, en la misma línea a punto de comenzar un capítulo más en la vida de ambos.
—Iré. — Sus manos se alejaron de su rostro. Por un momento, deseó poder sentir aquel toque durante un par de segundos más. — Hablaré con el viejo más tarde, pero iré.
—¿Estás seguro? No me gustaría meterte en problemas. — Shoto revolvió sus cabellos aprovechando la diferencia de altura entre ellos.
—Nunca me lo perdería.
Nunca pensó que en su camino como héroe podría enamorarse. Siempre pensó en ser un héroe, que nunca se esforzó por tener pareja o en enamorar a alguien hasta aquel segundo año de preparatoria donde su corazón comenzó a latir rápidamente cada vez que el bicolor le sonreía o lo tomaba de las manos. Tampoco pensó en ser correspondido o que el fabuloso Shoto lo mirase de la misma forma que él lo hace, se sentía en una nube cada vez que sus labios tocaban los suyos y se sentía volar de tan solo escuchar su nombre usando aquella voz grave que fácilmente logro enamorarlo.
—¡Midoriya-kun! ¡Shoto! — Una chica de bellos cabellos blancos y mechones rojos se acercó a ellos con una enorme sonrisa llena de orgullo surcando por sus delgados labios y una cámara colgando sobre su cuello. — ¡pónganse juntos! Hay que conmemorar este momento.
—¿Cuántas fotos más necesitas Fuyumi? — El bicolor miró un poco cansado a su hermana quien seguía insistiendo por una foto más.
—¡Vamos, Shoto! Es tu graduación, deberías estar contento.
—Lo estoy. — El peliverde tomo la mano del mayor ganando ser visto nuevamente por aquel par de joyas que cargaba como ojos. Sus mejillas se calentaron nuevamente, incluso después de mantener casi dos años de relación, seguía sin poder acostumbrarse aquel brillo que surcaba cada que vez que lo miraba.
—Está bien, Shoto. Estoy seguro de que Fuyumi debe estar muy emocionada. — La peliblanca asentó con la cabeza efusivamente.
—De acuerdo. — Todoroki se sintió bendecido por un momento.
—¡Bien! pónganse juntos y miren hacia la cámara. — Las grandes manos de Shoto tomaron al peliverde de la cintura provocando un fuerte sonrojo que, ante ojos de su pareja, solo lo hacía lucir más tierno que de costumbre. — Digan ¡Plus ultra!
—¡Plus ultra!
— ¿Uh? ¿No deberías estar dormido? — Justo en el marco de la puerta, un peliverde miraba con cansancio a su pareja quien yacía sentado en el sofá más grande de la sala con un libro entre sus manos.
— No tengo sueño, ¿te he despertado? — Los ligeros pasos de su novio se escucharon por toda la sala hasta llegar a su lado.
— No, tampoco puedo dormir. — Izuku se sentó a su lado curioso por lo que Shoto estaba viendo, sus mejillas se sonrojaron al ver esa foto. — Creí que no te gustaba esta foto.
— Es mi favorita, eres lindo cuando te sonrojas. — Y como si fuese magia, las pecas del peliverde se escondieron entre aquel mar carmín que solo él sabía invocar. Dejo aquel libro sobre la mesa de noche apreciando el bello escenario que solo Izuku sabía darle.
Sus manos llenas de callos tomaron con delicadeza aquel par de mejillas blandas que tanto adoraba. Se miraron fijamente el uno al otro, convirtiéndose en el universo del otro en cuestión de segundos, observando la luna y toda una galaxia en los orbes del otro sin la necesidad de salir a ver el verdadero cielo.
Porque ellos ya se hallaban flotando sin siquiera darse cuenta.
— Te amo, Izuku.
Lo dijo. Aquellas palabras que, para él, eran insuficientes para poder explicar todo el cariño y amor que sentía por él, pero que aun así hacían que su pecho sintiera aquel reconfortante calor que llevaba sintiendo desde que lo conoció en el festival deportivo en su primer año en preparatoria.
Sus narices chocaron provocando cosquillas sobre el otro. Una pequeña sonrisa surco por los labios de su pareja sintiéndose todavía volando.
— Yo también, Sho-chan.
Y cerraron su pacto en un pequeño pero dulce beso.
Uno entre miles que todavía faltaban por venir.
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TodoDeku week 2020- BNHA
Fanfiction¡Bienvenidos a la Tododeku week de este año! Espero puedan disfrutar cada uno de los one shots hechos en colaboración con @Tenshi-Tatsumaki ♡ Temáticas: 💫Día 1: Progreso 💫Día 2: Mitología 💫Día 3: Nombres 💫Día 4: Paralelismo 💫Día 5: Estudiar 💫...