MI JEFE Y SU AMABILIDAD

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CAPITULO 3

-no me sorprendería que digieras que trabajas aquí. Es más, te creería si me dijeras que eres el dueño- dije en tono de burla claramente

-pues- dijo alargando la palabra

-no jodas- dije enojada. - es una broma bastante fuera de lugar

la mujer de la entrada lo llamo y le dio unos papeles que el presidente tenia que firmar y adivinen que ¡SI! ÉL LOS ESTABA FIRMANDO. NO LO PUEDO CREER. Fui una tonta, seguro se rieron de mi sus amigos, ahora entiendo todo.

-Planeabas búrlate de mi no es así- dije con bastante humillación

-Oye no es eso, simplemente te oculte el hecho que trabajo en la empresa que te contrato

-¿Qué trabajas en la empresa? Eres el jefe demonios porque no me lo dijiste. - no sé porque, pero sentía que se aprovecharon de mí, me hizo quedar como una idiota. Aunque estaba haciendo una escena bastante incómoda para todos los que nos miraba, y a todos me refiero a la chica de plástico de la entrada.

-Porque mejor no pasas a mi oficina y hablamos mas tranquilos te prometo que contestare todas tus preguntas.

Que se supone que haga es la primera vez en mi vida que me pasa esto, estoy avergonzada. Solo lo sigo por detrás hasta entrar a la oficina.

Paso por la puerta y me golpea un aire de frescura con una especie de perfume invernal no sabía que existía ese olor hasta segundos que entre aquí. Su oficina estaba muy desordenada para no decir que es un caos total. Aunque tenia un buen juego de sillones, pero no se apreciaba debido a la cantidad de papeles tirados por todo el lugar, botella de alcohol, un desorden.

-Lo siento no logre acomodar mi secretaria renuncio hace- se fija su reloj de escritorio- 2 horas 3 minutos con 30 segundos.

-La despediste -dije tajante, no sé qué me sorprendió más, el hecho que la despidieras o que llevaba cronometrado

-Pensaba hacerlo tarde o temprano - rodee los ojos manteniendo mi seriedad notable en mi cara- con respecto al tema de allí afuera solo quería ayudarte no sabía que te lo ibas a tomar así no tenías trabajo y yo podía darte uno.

-Como pudiste despedirla así es injusto

-Créeme que si te enteraras que tu secretaria te roba no lo dudarías. - dijo y después puso su saco en su silla y se sentó me invito a sentarme al frente. Si ese fuera el caso quizás tenga razón. Procedí sentarme y ahora que tendré que seguir enojada como se supone que actúe estos momentos

-¿Qué fue lo de esta mañana?

-Fue por-pensó unos minutos. – amabilidad

-No necesito esa muestra de amabilidad.

-Sabes porque no empezamos de 0- dijo

-¿Desde cero?

-Si. como si fuera la primera vez que nos conocemos. Debido que nuestra primera impresión no fue muy buena

-Pero la segunda me gusto- dije en un susurro casi inaudible, creo que no me escucho ya que seguía esperando una respuesta

-Está bien- contesto. - de 0

-Señorita mi nombre es Erik Thomson y soy el dueño de 3 empresas de publicidad. - abro los ojos tanto como puedo, es dueño de 3 empresas? ¿Acaso oí bien? De cero. Me repetí internamente

-Señor soy jane Miller no soy dueña de ninguna empresa, pero estoy desempleada que busca como vivir el día a día

-Señorita jane le gustaría ocupar el trabajo de secretaria. - dude en responder, si me arriesgo pasarían dos cosas 1- me arrepentiría y terminaría odiando este trabajo o peor. Y 2- nada malo ocurriría.

Mi última lágrima, mi primera sonrisa (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora