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Dasha terminó sentándose al lado de una muchacha de finos rasgos y cabellos cortos peinados sutilmente a todas direcciones.
—Hola, soy Alice —llamó su atención con una suave y melodiosa voz—.
La híbrida le miró encontrándose con ese particular color ambarino y pigmentos dorados en los ojos de la muchacha, quien le dedicó una dulce sonrisa.
—Dasha, un gusto —ambas estrecharon sus manos amistosamente, sintiendo la híbrida el gélido tacto de la pequeña duendecilla.
En aquél instante la vampiresa miró en su cabeza un par de imágenes, la rubia aparecía en ellas, en una cena, con un par de personas más que no pudo reconocer.
En seguida la misma soltó el agarre discretamente.—Veo que eres nueva por aquí —mencionó Alice.
—Sí, así es... Tú...
—Me he mudado aquí hace un año y medio. —mencionó con un tono energético que parecía caracterizarla.
—Ya veo.
—Por qué no me cuentas sobre ti —aquello tensó un poco a la híbrida, quien le miró con sus orbes azules a la duendecilla, que lucía entusiasmada por la desconocida—.
—Bueno, uh... —no podía contarle que tenía al rededor de mil años de edad, mucho menos que el psicótico de su mellizo guardaba a sus hermanos en ataúdes con dagas en sus corazones y se los llevaba de un lado a otro.
—Cuéntame lo que sea, tu color favorito, de dónde eres... Si tienes familia... Aunque creo que la última puede ser evidente que la respuesta es sí. —aquello tranquilizó un poco a Dasha, quien asintió pensando unos segundos, jamás se había topado con una persona tan energética como esa chica, y en el tiempo que llevaba en esa escuela nadie se había presentado y había sido tan amistosa como ella.
Lo que le parecía extraño, aunque prefirió dejarlo pasar.
—Me gusta el rojo... Mi familia y yo somos británicos. —.
—Es genial oír eso, realmente no tenemos tantos estudiantes extranjeros en esta escuela.
—¿Y tú? —decidió ignorar aquello—.
—Me gusta el azul, mi familia y yo venimos de Alaska. —.
Al principio Dasha pensó que sus particulares rasgos podían ser explicados por aquello que acababa de oír, pero tampoco explicaba el total frío tacto de la muchacha.
—Alaska es un lugar muy frío. —se abofeteó mentalmente por aquella tontería que acababa de decir, normalmente no era así, pero esa chica parecía tener un efecto extraño en su persona.
—Lo es, mi familia adora los lugares fríos, lluviosos, templados... Ese tipo de cosas. —.
—Creo que tu tono de piel lo delata —trató de sonar amistosa.
—Eso parece.
Para su suerte, su clase de arte pareció marchar realmente bien, incluso cuando su agradable compañera de asiento le había ofrecido pasar el almuerzo con ella y sus hermanos.
Al final terminó accediendo porque ella no quería terminar viéndose patética como Jessica Stanley e Isabella Swan, había escuchado que aquella particular familia de apellido Cullen era aclamada, popular y totalmente exclusiva en su propio círculo social que se resumía en solo los hermanos y hermanas de la duendecilla de corte pixie.
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Dark Paradise - Jasper Hale.
Fanfiction"No subestimes el encanto de la oscuridad, incluso los corazones más puros se sienten atraídos".