Dark Paradise - Jasper Hale.

04 - "Liar".

[...]

Habían pasado un par de semanas y todo había parecido ir tranquilo para la híbrida, al parecer toda la familia Cullen le había acogido perfectamente, así como también Dasha se había convertido en la mejor amiga de Rosalie, quien realmente estaba contenta de haber conocido a la muchacha. A pesar de no estar realmente conscientes de su secreto.

La rubia Mikaelson y la humana Isabella Swan se encontraban comiendo un postre que la madre adoptiva de Rosalie y Jasper había preparado. Dasha había aprendido a amar a esa familia, aún más por el contraste tan encantador del que pudo ser capaz de apreciar sólo cuando se dio cuenta de que era una familia mucho más "sana" con sus relaciones. Pobres de esos pobres buenos vampiros si tuvieran que enfrentarse todos los días al temperamento de Niklaus.

Esme había mencionado hacía ya algunos minutos atrás, algo sobre llamar a Edward y a Jasper, quienes conversaban en la planta baja de la casa Cullen, así que ambas jóvenes habían estado de acuerdo que la mujer les abandonara un momento. Una mala idea quizá.

—Sé que escondes algo —mencionó Bella cuando Esme estuvo lo suficientemente lejos, eso por supuesto llamó la atención de la híbrida—.

—Me descubriste —replicó la rubia colocando su mano derecha en su corazón, su sonrisa apareció— estoy enamorada de Jasper.

—¿Qué? No me refiero a eso, y lo sabes. —por supuesto, pero Dasha amaba molestarla, y eso era suficiente razón como para seguir haciéndose la desentendida.

—Lo lamento, creí que era eso —Dasha se encogió de hombros restándole importancia, si tan solo Bella pudiera imaginar lo mucho de la personalidad de Kol que vivía en la forma de ser de Dasha.

—Sé que no eres confiable, realmente lo sé —aseguró con confianza.

Dasha tomó su plato vacío sirviéndose un poco más del delicioso pastel de chocolate que les habían preparado. Era paciente, pero tenía un carácter lo suficientemente complicado como para hacer molestar hasta al más paciente de sus hermanos.

—Tienes razón, soy una total perra. —se burló.

—Voy a descubrir qué eres exactamente. 

La rubia dejó caer su tenedor en la mesa, mirándole directamente a los ojos, también era temperamental, pero con mucha más disciplina. Entonces alzó una ceja con la mirada inquisitoria.

—No te conviene... Nadie realmente se atreve a desafiar a un Mikaelson. —respondió antes de sonreír un poco.

—Pues ya lo estoy haciendo —replicó con un tono orgulloso, ojalá las amenazas de humanos contra una híbrida de mil años fueran tan efectivas.

—¿Cuándo lo vas a entender? —cuestionó en retórica— No estoy aquí por ti, bonita.

—Eres demasiado cuidadosa, y no me caes bien. —Dasha puso los ojos en blanco y luego encogió los hombros.

—Entonces, ¿Qué crees que soy? —preguntó con repentina curiosidad.

—Un monstruo.

—Ah... —la rubia miró al la castaña son una sonrisa— acertaste —su sonrisa terminó convirtiéndose en un gesto de terror, mostró sus enormes colmillos, así como sus ojos oscurecerse y sus iris tornarse de un color dorado como el mismísimo oro, la parte inferior de sus párpados (cercano a sus mejillas) se oscureció también, dejando a la vista unas pequeñas venas saltadas, provocando que la castaña gritara horrorizada.