III. Borrachos en la escuela y el sexy barman.

48 1 12
                                    


Salí del armario...

No. No de ese armario.

Y deje al trapero mágico hablando solo. Divise a Kim a lo lejos hablando con Mastodonte.

Iba en dirección hacia ella cuando tropecé con algo, o alguien.

Dios santo. ¡Otra vez!

Mire hacia atrás para ver quien me había hecho caer, se trataba de un chico medio inconsciente, o mejor dicho, bien borracho.

¿Cómo, en los cielos, puede haber alguien borracho a las 10:30 am?

Me levanté y seguí mi camino, pero el chico borracho me detuvo.

-Hey, preciosa. ¿Quieres acompañarnos luego al bar de Jack?

-Eh... estoy ocupada -respondí firme y me aparté.

-¡KIM! -grité furiosa haciendo que todos se alejaran de mi.

-¡Emily! -dijo con una risita nerviosa-. ¡My Love!

-¡NADA DE MY LOVE! -en ese momento todos nos miraban con cara de miedo, o más bien me miraban a mi asustados de que me explotara una vena-. ¡Y USTEDES! ¡¿QUÉ MIRAN?! -todos se alejaron del lugar, hasta Mastodonte Green Sin Nombre se exaltó.

Voz potente ayudando a crear pánico a los estudiantes desde 1997.

Kim intentó escapar, pero la sujete del brazo.

-Tu de está no te salvas.

-¡Querida! ¿como ha ido tu día? -dijo con otra risita nerviosa.

La miré con cara de: "Really, nigga?"

--Supuestamente habías ido a mi casa a buscarme para que pudiésemos pasar el primer día juntas y me abandonaste a mi suerte como si nada en cuanto llegamos. Dejándome sola, en un lugar que ni siquiera conocía, sabiendo que no pude venir a la orientación del lugar porque estaba enferma. Haciendo que me perdiera y llegara a una clase totalmente distinta, que la gente se riera de mi y que llegará casi 10 minutos tarde a la clase correcta. Y no termina ahí. No, señor. Como llegue tarde no había ningún asiento disponible excepto junto a mi nuevo enemigo mortal. Y todo eso... por tu culpa.

-No es mi culpa que tengas el mismo sentido de orientación que un maní.

-Tu cerebro es como un maní.

-Al menos yo tengo cerebro.

-Te detesto.

-¿De verdad? -dijo Kim mirándome misteriosa apoyando una mano bajo su barbilla.

-Bastante segura de que sí.

-¿Que tal si para compensar lo de esta mañana te llevo a un bar?

-¿Alguien dijo bar? -preguntó el borrachín con el que choque hace unos momentos.

Me acerque a él, y lo conduje hacia otro chico que parecía estar en sus mismas condiciones.

-Sí, él dijo "bar". Él invita -musite captando la atención de borrachín dos.

-¿Eso dije? -alargó las palabras tambaleándose un poco.

-Sip.

-¡YEY! ¡Cerveza gratis! -gritó borrachín uno, colocó su borracho brazo en el hombro de borrachín dos y se lo llevó a la salida.

Impactada.

Se fueron y aún queda otra clase.

Será.

Sueño de una vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora