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Nota de autora: Chicos/as, repito, si no les gusta el KOOKMIN les recomiendo que no lean más esta Secuela.

Es la tercera vez que lo aclaro desde que empezó la Secuela.
Si no es de su gusto, mejor quédense con el final de PRIMOS 1.
No quiero ser mala onda, pero es lo único que puedo decir en respuesta a algunos comentarios que dicen que la historia es puro Kookmin y que no les gusta.

Así sean dos personas que continuen leyendo, no me importa, si van a leer la historia, quiero que lo disfruten.

Gracias. -Sol. :)

Ahora si, los que decidieron continuar con la lectura, sigamos...

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Jimin terminó la llamada con su madre, donde ésta le recriminó que hacia mucho tiempo que no la visitaba. Que inoportuna.

Volteó a ver a Jungkook, aún estaba sentado en el banco violeta, y mojaba sus labios frenéticamente mientras observaba el suelo con los ojos bien abiertos.

Jimin: -L-lo siento, debía contestar. -Se sentó nuevamente junto a él. -Jungkook, lo siento por lo que hice, o más bien, por lo que casi hago... -Cubrió avergonzado su rostro ardiente con sus manos.

Jungkook se mantuvo en silencio, solo se limitó a observar el suelo con sus pómulos ruborizados.

Jimin: -Dime algo porfavor... -Casi suplicó, el silencio lo estaba matando.

Jungkook tragó saliva y tardó unos segundos en hablar.

Jungkook: -¿Que quieres que te diga? -Hizo una larga pausa. -Tu eres el que creo que está confundido, yo estoy seguro de que te amo. -Pronunció seco, clavándo otra vez esa mirada profunda sobre sus ojos.

El mayor lo miró y bajó la cabeza, observó nervioso sus propias manos. No entendía que le estaba sucediendo dentro suyo, sentía muchas cosas confusas, nada estaba claro en su alborotada mente.

Jimin: -Jungkook yo... yo... -Su corazón se aceleró a mil latidos por segundo, quería decir miles de cosas, pero al mismo tiempo deseaba no abrir la boca de más. -Y-yo... Estoy... M-me siento...

Jungkook lo miró directo a los ojos para escuchar lo que quería decirle.

Jimin: -Y-yo... ¡Mierda! -Se cubrió el rostro con las manos, estaba rojo y su rostro ardía en llamas. No sabía que decir.

Jungkook, al verlo muy nervioso, se levantó del banco y extendió su mano para que Jimin la tome. Aún cuando solo quería ir a acostarse a su cama a llorar, y sabiendo que pasando más tiempo con él, lo suyo era un suicidio asegurado.

Jimin descubrió su rostro y tomó su mano con timidez. ¿Por qué demonios provocaba eso en él?

Jungkook: -¿Quieres caminar? -Sonaba tranquilo, casi como resignado.

El mayor se paró frente a él y asintió.

Caminaron unas cuadras hacia la playa. Se habían acercado mucho al agua, y Jungkook arrastraba los pies por la arena húmeda mientras Jimin lo observaba de reojo.

Jimin: -Deja de arrastrar los malditos pies. -Rió. -Me pone nervioso.

El menor volteó para verlo.

Jungkook: -¿Y si no qué? -Lo amenazó, y de sus labios se escapó una sonrisa juguetona.

Ah, al parecer quería jugar.

Jimin: -Y si no... -Le puso una traba con su pié y Jungkook cayó seco, de frente al suelo. Quedó quieto, sin respirar, con sus ojos entre abiertos, mirando un punto fijo. -¡Lo siento! ¿Te golpeaste? -Se agachó junto a él para ayudarlo. -¿Kook? -Lo movió con su mano pero éste no se movía. -¡Mierda Jungkook háblame! -Comenzó a asustarse.

PRIMOS 2 © [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora