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Jungkook salió acalorado del armario dando un salto. Acomodó su ropa mientras murmuraba apretando los dientes.

Jungkook: -Nisisiti pliti piri pigirli i stivin. -Le hacia burla a Yoongi. -¡Quiri tinir sixi jimin! -Dramatizaba todo con cara de asco, no podía soportar lo que sus ojos habían visto.

Jimin comenzó a reír. Se veía muy chistoso todo enojado y celoso.

Corrió hacia la ventana para ver si Yoongi se iba, y lo vió salir de la casa hablando por teléfono.

Jimin suspiró pesado. Habia sudado hasta la ultima gota.

Los dos bajaron las escaleras. Jimin se dirigió hacia la cocina y puso el enorme ramo de rosas amarillas en un florero con agua. Volvió a olerlas, ese olor también llenaba su mente de recuerdos.

Jimin: —Que suerte que no vió las flores... —Susurró mirando al menor y recordó cuando Yoongi pisoteo sus flores en el jardín.

Jungkook: -Es verdad... —Lo miró. —¿Que harás ahora? -Lo acorraló contra la mesada de la cocina y sonrió coqueto.

El antiguo Jungkook regresaba poco a poco.

Jimin: -Debo llevar el dinero a Yoongi antes de que se vaya al psicólogo, más allá de eso, estoy libre... -Se mordió el labio y sonrió. -¿Que propones?

Jungkook miró a sus madres a solo metros charlando en la mesa, Sun Hee los miraba cada tanto, así que espero a que no los vea para plantarle un beso al mayor que duró unos segundos.

Sun Hee levantó la vista y los vió uniendo sus labios. Abrió sus ojos como dos platos y bajó la mirada rápidamente.

Jungkook: -Propongo que vayamos a pasear en mi camioneta. -Se alejó de él y esperó su respuesta.

Jimin recordó esa frase "pasear en mi camioneta", era el tipo de cosa que evitaba antes, cuando eran novios, por el simple hecho de que Jungkook quería besarlo, o quizás algo más, y él entraba en completo pánico.

Pero ahora, Jimin tenía pánico de él mismo, y de lo que pudiera querer hacerle a Jungkook en su camioneta.

Todo se había dado vuelta.

Jimin: -Si, vamos... -Sonrió.

Caminaron hacia la mesa. Jimin debía interrumpir la conversación de su madre para pedirle más dinero.

Jiwon: -Si, mi hermana está muy contenta de volver a ver a Jungkook. No lo ve desde que nació.

Sun Hee: -Me imagino... -Dijo agachando la cabeza.

Jiwon: -Quiso venir a verlo un día, pero le dije que no me parecía correc-

Sun Hee: -Jiwon disculpa. -La frenó poniendo su mano frente a ella. -¿Hijito que sucede? -Miró a Jimin quien se paraba a su lado junto a Jungkook.

Jimin: -Necesito el dinero... —Dijo en voz baja.

Sun Hee: -Claro. -Se levantó de la mesa y le pidió que la acompañe a su habitación, donde le dio tres mil dólares.

Sun Hee: —Si necesitan más me pides, pero creo que debe ser suficiente.

Jimin: -Gracias mamá.

Sun Hee: -Con prudencia... -Lo señaló con el dedo índice y salieron de la habitación para caminar hacia la mesa donde Jungkook y su madre hablaban.

Jungkook: -¿La tía Mina es buena? ¿Me caerá bien?

Jimin se acercó a él, listo para irse. Al parecer hablaban de cuando se mude a Tailandia. Suspiró pesado por milésima vez. Cada tanto olvidaba que se iría en tan solo tres días.

Jiwon: -Claro que si, solo tiene 34 años, apuesto a que te llevará de compras, a recorrer la ciudad, y todo eso. -Sonrió.

Jungkook: -Bien... -Dijo desganado. Se mudaría a un país donde no conocía a nadie, ni siquiera a su propia tía. -¿Vamos? -Miró a Jimin y éste asintió.

Salieron de la casa y se subieron a la camioneta Land Rover blanca de Jungkook. Siempre olía a nuevo y limpio. Otra cosa más que a Jimin le traía miles de recuerdos.

Jungkook condujo lentamente por la calle de la costanera, con una sola mano sosteniendo el volante y con la otra tirando su cabello hacia atrás.

Encendió la música y "I think I luv her" de Tyla Yaweh comenzó a sonar a todo volumen en los parlantes super potentes de la camioneta.

Jungkook: -¿Quieres que lo cambie? -Llevó la mano al estéreo.

Jimin: -No, déjalo. -Sonrió y bajó la ventanilla. Levantó los brazos y comenzó a bailar sobre su asiento como un loco. Revoleando los brazos y el cabello para todos lados.

Jungkook reía a carcajadas mientras lo veía. Recordó el día que Jimin estaba mal por Yoongi, y los dos fueron a una fiesta, donde Jimin bebió de más y terminaron en su cama...

Lo observó detenidamente con amor, bailaba sobre el asiento, igual que aquella vez.

Jimin: -Vamos, ¿para qué tienes tanto cabello? -Lo miró entusiasmado. -¡Revolealo!

Jungkook: -¡Estoy conduciendo! -Reía a carcajadas de las ocurrencias del mayor.

Jimin: -¡Entonces estaciona! -Continuaba con su baile sin sentido.

Jungkook: -¿Es enserio? -Rió y lo miró.

El mayor asintió, y Jungkook estacionó frente a la playa, algo alejados, casi llegando al final de la ciudad.

Jungkook subió el volumen aún más y comenzó a mover los brazos como un loco, para todos lados. Revoleaba su cabello largo mientras los dos reían.

Jimin: -¡Bien, bien! ¡Así! -Lo observaba reírse y eso lo ponía felíz. Después de verlo deprimido, verlo así era impagable.

Jungkook: -¿Lo hago bien?

Jimin: -¡Perfecto! -Lo alentaba.

La canción terminó, y comenzó "High Right Now" del mismo artista.

Jimin frenó su descabellado baile y miró al menor.

Jungkook quitó el cabello que tenía en su propia boca y suspiró pesado. Sonrió mirando al Jimin. Si había algo que amaba de él, era su optimismo, siempre era alegre, siempre lo llenaba de energía.

Se miraron por unos segundos y luego, ambos se acercaron para unir sus labios.

El mayor levantó su mano y corrió el cabello del rostro del mayor mientras lo besaba, dejándolo detrás de su oreja.

Lo besó, con todas sus ganas, sabiendo que era una de las ultimas veces que lo haría, y suspiró en sus labios.

Tenía un nudo en la garganta, por todo lo que no estaba diciendo.

Intensificaron el beso. La música sonaba de fondo, y llevaban varios minutos así.

Pasaron un rato allí. Se besaron, rieron y luego, Jungkook condujo al mayor a tres cuadras de su apartamento. Jimin debía darle el dinero a Yoongi antes de que se fuera al psicólogo.

Se despidieron en la camioneta, y quedaron en verse al día siguiente cuando Yoongi se fuera al psicólogo.

Jimin caminó hacia su apartamento y se encontró con Yoongi preparándose para irse. Le dió el dinero suficiente para pagar el psicólogo, y el mayor salió.

La situación entre ellos era tensa, Jimin intentaba mantener todo como estaba hasta que Jungkook se fuera, y por su parte, Yoongi no entendía la razón por la que Jimin había cambiado repentinamente.

Jimin se tiró sobre la cama, sólo en el apartamento, observando el techo y pensando muchas cosas.

Giró su vista y vió una montaña de ropa de Yoongi en el suelo. Se levantó para ponerla a lavar. Revisó todos los bolsillos antes de poner todo en la lavadora.

Sintió un papel en el bolsillo de una campera. Lo tomó y lo leyó...

"Spa para dos personas.
Valido por un fin de semana."

Total: 5,020 dólares.

PRIMOS 2 © [Secuela]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora