↬ʀᴇᴍᴇᴅʏ🌻 [ᴛᴀᴇᴊɪɴ ᴠᴇʀ.]

🄵🄸🄽🄰🄻

—Ya amor, deja eso que yo lo haré. –TaeHyung tomó una pesada caja y se la llevó hacia el interior de la nueva casa.

—Estoy embarazado, no inválido. –Dijo el castaño con un puchero en su jugosa boca mientras acariciaba su estómago de cinco meses.

—No me hagas berrinches. –Besó sus labios con amor.

—Es que no me dejas hacer nada. –Siguió con su puchero.

—Sólo cuido de ti y de nuestros bebés Jinnie, no hagas drama. –El mencionado sonrió enamorado y le comió la boca a su esposo.

Diez años habían pasado, TaeHyung y SeokJin estuvieron juntos en toda la transición que atravesó el mayor para poder superar su fallida relación.

Fueron meses de arduo trabajo por parte de ambos para que su nueva relación saliera a flote, SeokJin tuvo una paciencia infinita, pues sabía que un amor de tantos años no se olvidaría con facilidad.

Ayudó al mayor a cambiar de ambiente, Park siguió buscándolo por un tiempo hasta que volvieron a enfrentarse, dando, en ese momento, por finalizada definitivamente aquella relación.

La familia de TaeHyung, sobre todo su hermano NamJoon y su pareja JungKook, fueron piezas claves para recibir el apoyo necesario.

Cada día su amor por el pelinegro crecía y él hacía lo mejor posible para hacerle ver al mayor que él jamás le dañaría de ninguna forma.

Después de varios años, comprendieron que ellos tenían muchas cosas en común y que la pasaban más que bien juntos.

Fueron novios por ocho años, tiempo suficiente para sanar todas las heridas del pasado y darle paso al futuro que traería consigo nuevas aventuras.

Llevaban ya, dos años casados, nunca más supieron algo de JiMin y muy en el interior agradecían que este desapareciera, aunque, a pesar de todo, TaeHyung fue feliz con él en su momento y gracias a esos recuerdos deseaban que el chico haya hecho algo bueno con su vida.

Poco a poco, TaeHyung dejó que su corazón se abriera de nuevo para recibir el amor de Kim SeokJin...

Su secretario, amigo y ahora esposo.

— ¿Listo para una nueva vida, mi Jinnie? –Preguntó el pelinegro mientras abrazaba a su pequeño y hermoso esposo por la hinchada cintura.

—Listo, siempre y cuando, sea a tu lado. –Contestó meloso.

Sellaron su promesa con un beso lleno de amor y deseos, frente a la casa que ahora sería su refugio, juntos, serían felices al lado de sus retoños.

Porque el único remedio que TaeHyung necesita, es de nombre SeokJin.

Fin.