¿Te imaginas tu vida en un hermoso castillo?
No, claro que no.
Pero lamentablemente para nuestra protagonista tampoco, tachada de un transtorno que no lo padece es obligada a vivir en un psiquiátrico.
No solo tiene que convivir en aquel lugar, si no...
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La oscuridad solo se puede vence con una luz más fuerte, que brille tanto que elimine todas las sombras.
— ¡Mamá! ¡Papá!. No me hagan esto ¡Por favor! no me hagan esto — Grito tratando de soltarme, pero me es inútil aquellos enfermeros tiene mucho más fuerza que yo, solo logro que pongan más presión en mis brazos.
— Es por tu bien, tu no estás bien. Esto es necesario — habla aquel hombre que dice ser mi padre, en su cara puedo ver la vergüenza que le provoca la situación y mi actuar ante ella. Mi madre solo llora en sus brazos; no puedo ver su cara pero en lo más profundo de mi siento su tristeza hacia mi situación.
— ¡No estoy loca! Por un carajo entiendan, por favor. No lo estoy, yo sé, estoy segura, muy segura; se los puedo jurar se que alguien me observa, alguien me ve desde mi ventana. En la calle, en la escuela, cuando duermo por favor, ¡créanme! — grito lo último haciendo que todos los presentes se sobresalten, trato de razonar con ellos pero solo logro que mi madre llore aún más fuerte y una fría mirada de mi padre.
— Hija te amo pero no puedo soportar que mi niña tenga problema mentales, solo queremos que entiendas. Esto es por tu bien — quedó sorprendida ante las palabras de mi madre ¿No puede soportar una hija con problema mentales?. Yo sé que no estoy loca, todo lo días siento unos ojos sobre mi.
No, no — ¡No! — Trato con más fuerza de soltarme, me muevo para todo lado posible eso solo provoca que los enfermeros empiecen a cansarse de mi.
— ¡No estoy loca! que no entienden ¡sueltenme! no pueden obligarme, soy mayor, no pueden hacerme esto — Al parecer el hombre con bata se cansa de mi, ya que de su maleta saca una jeringa con un líquido que no logro reconocer — Por favor créanme, no estoy loca, estoy bien, estoy más que bien; mamá papá por favor — susurro lo último mientras contemplo a mis padres, mis lágrimas caen al ritmo de mis gritos.
— Te amamos. Pero no vamos a soportar esto, entiende necesitas ayuda — Es lo último que dicen ante de darse la vuelta hacia la casa, dejandome sola y asustada con estás personas que no conozco. Por favor, quieren llevarme a fuerza a un lugar que no quiero ni deseo ir.
— ¡Los odio! a ambos, los odio, dónde quedó el "confía en nosotros" ¡dónde! Maldita sea. Dónde mierda quedó, confíe en ustedes; le conté que sucedía y miren como responden — Trato de soltarme para ir tras ellos, pero todo falla. No tengo fuerza física ni mental en este momento y más cuando siento una aguja traspasar mi brazo, el cansancio viene a mi poco a poco.
— No estoy loca, entiendan, ese lugar no es para mí — Es lo último que digo antes que la oscuridad me arrastre consigo.
Oscuridad eso veía. Solo oscuridad.
Se dice que el daltónico ve menos el rojo y el verde, supongo que depende de la persona. Yo no soy daltónica pero siento que a veces veo menos los colores.
