¿Te imaginas tu vida en un hermoso castillo?
No, claro que no.
Pero lamentablemente para nuestra protagonista tampoco, tachada de un transtorno que no lo padece es obligada a vivir en un psiquiátrico.
No solo tiene que convivir en aquel lugar, si no...
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Una sonrisa sincera vale más que el oro y aún más cuando es de una persona inocente.
Anónimo
Ante de leer quiero decir que este capítulo no está narrado por la protagonista y que además se viajará en los recuerdos.
Dicho eso. Comencemos.
—Cálmate, el niño duerme —trato de taparme los oídos. Pero fallo, ya que sigo escuchando los gritos y las cosas romperse.
—¡¿El niño?! Me importa una mierda el niño ¡¿sabés?! es mejor que escuche ¡El mundo es una mierda! ¡Esta familia es una mierda! ¡Tu eres una mierda! ¿Y él? Es una triste y apestosa mierda. ¡Nunca! debió existir —luego de esas palabras mis oídos dejaron de escuchar, solo oía voces y cosas romperse.
¿Soy una mierda?
Me levanto del piso y camino hacia la ventana. Observo hacia el exterior, la luna está en su más alto esplendor, hoy pocas estrellas la acompañan eso hace que el cielo oscuro se vea solitario. Se siente solitario, como yo.
—¿Acaso soy una mierda como lo dice mi padre? ¿El me ama? ¿Ella me ama? ¿Algún día seré feliz? Simples pregunta difíciles respuesta. Una luna para un cielo tan grande ¿Que se siente ser única y que nadie te diga que eres una mierda? — nada cierto, no se siente nada, algunas veces solo quisiera morir, creo que es lo que merezco por haber nacido.
—Mis padres me odian y yo ¿Me odio? ¿Acaso me odio? ¿Merezco ser odiado solo por haber nacido? ¿Merezco amor? Aunque sea solo una migaja, quiero sentir ese amor de familia —Quiero escuchar ese "estoy orgulloso de ti hijo, lo hiciste bien" Quiero ese abrazo de mi madre y ese golpe de una hermana o hermano con un "yo lo haría mejor pero está bien" levanto la mano con aquel papel vuelvo a leer las palabras por décima vez.
Diploma al mejor alumno. Orgullo escolar.
—¿Acaso no merezco amor? Tan solo soy un humano, cada vez me derrumbó más, ya estoy cansado de levantarme — vuelvo a levantar mi mirada hacia el cielo, ¿Muchas preguntas luna? Lo lamento, aún me cuesta callar. Será por eso que nunca contestas.
Me levanto lentamente de la ventana para dirigirme hacia la puerta, saco solo la cabeza tratando de ver y escuchar si aún siguen aquí o ya se han ido, al no oír nada me dirijo hacia el baño lo más rápido que puedo, ya dentro verificó si sale agua caliente y confirmo que si. Quito mis prendas lentamente al terminar me meto dentro de la ducha. Cierro los ojos durante un momento sintiendo infinita paz.
Levanto mi mano derecha y la llevo lentamente hacia el ante brazo izquierdo, cuento cada una de mis cicatrices una por cada año de sufrimiento hacia mi y hacia las personas.
