Donuts y Cafes- Fanfic Ralicia ✔

Como la primera vez- CAPITULO FINAL

Entramos a la carcel, nos pusimos los trajes naranjas y nos fuimos a nuestra celda. Raquel no paraba de pensar en todo lo que había pasado, sobre todo en como estaría Paula.
- Tia, que no te deprimas, en 12 años tendrás a tu hija devuelta en tus brazos- dije tratando de levantarle el animo.
- Tienes razón, ahora hay que intentar llevarnos bien con el resto de internas y no pelear.
Salimos de la celda y en ese momento nos cruzamos con Silene, una interna a la que años antes, Raquel había detenido y metido en prisión.
-JODER INSPECTORA, AHORA SI QUE ESTAMOS TODAS COÑO- gritó la chavala que parecía 10 años menor que nosotras dos.
-Y TU QUE HACES AQUÍ? ACASO TE HAN PILLADO REVOLCANDOTE CON ANGEL, ESE AMIGUITO TUYO DE LA COMISARIA?- río burlona intentando que Raquel se sintiera mal. Típico.
-COMO LE VUELVAS A HABLAR ASÍ A MI NOVIA YO TE JURO QUE TE PARTO LA CARA- grité mientras la tomaba del cuello.
El resto de internas se quedaron mirándonos como con cierto respeto, y nos abrieron paso a Raquel y a mi para seguir caminando, Silene se había quedado en shock.
-ASI QUE AHORA NECESITAS UN GUARDAESPALDAS, JODER INSPECTORA CUANDO CREÍ QUE NO PODÍA SER MÁS RIDÍCULA SE HA SUPERADO POR COMPLETO- Gritó Silene intentando mantenerse fuerte.
Raquel y yo la ignoramos, simplemente no queríamos problemas, y fuimos directo al patio, ese lugar estaba desierto, y era en el único que podíamos estar tranquilas.

-Alicia, tu estarás a mi lado cuando recupere a Paula, ¿cierto?- preguntó Raquel con cierta timidez o más bien, incomodidad.
-Coño pues claro, siempre estaré a tu lado, como cuando eramos niñas- guiñe el ojo y le hice una sonrisa.
Raquel apoyó su cabeza en mi pecho, y dejo que le haga caricias en el pelo.
-Te quiero morena, nunca más te voy a volver a dejar- le dije, estaba completamente segura de que quería vivir junto a Raquel por el resto de mi vida. No quería pasar más tiempo lejos de ella.
En ese momento, a mi cabeza vino la imagen de Milena, obviamente enojada por lo que había logrado con mis ataques de ira, pero igualmente orgullosa.
-ALICIA ESTA VEZ SI QUE LA HAS CAGADO- esa era la única frase que sonaba por mi cabeza en ese momento, trataba de ignorarla, pero en el fondo, muy dentro mío, sabia que no podía, porque esa voz interior tenía razón, la completa razón, no solo me había jodido yo, sino que también había jodido a Raquel, y a su hija.
En ese instante me había imaginado el calvario por el que pasaría Paula, por mi culpa, iba a pasar la adolescencia sin su madre, y menos su padre, nadie la iba a acompañar cuando este triste por su primer desamor, nadie iba a estar en  su fiesta de fin de curso de la primaria, e incluso no iba a tener una niñez normal.
Cada vez que pensaba en eso me ponía peor, hasta que Raquel rompió el silencio intentando reírse un poco.
-¿recuerdas el dia que llegaste aquí, después de 10 años sin vernos, y te fuiste corriendo al baño, pero cuando me viste me besaste?- preguntó, y automáticamente empezó a reir.
-Como olvidarlo, algo hizo un click en mi cabeza que me dijo que no soportaba no tenerte más a mi lado- le respondi, mientras besaba su mano.

Los años iban pasando, Raquel y yo nos adaptamos a la carcel, y hasta ya nos empezábamos a sentir parte de ella, hasta que por fin salimos.

12 años después

Raquel y yo estábamos siendo liberadas, habían sido los años más eternos de nuestra vida. Pero lo primero que haríamos sin duda era ir al barrio donde estaba paula, sabíamos donde estaba porque de vez en cuando a Raquel le permitían hacer llamadas a su hija, y le había contado que cuando tenía 13, se mudo a un barrio llamado Orcasitas, Raquel y yo sabíamos que ese barrio era super peligroso, pero ya nada nos asustaba después de haber estado en la cárcel.
Un taxi nos llevo hasta allí y a lo lejos pudimos verla, fumando.