First Day

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¡Hola a todos! ¡Hoy ya empezamos la Week! Aquí está mi primer día con los hermanos ASL, ¡espero que os guste cómo ha quedado!
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- ¡Carne! ¡Carne! ¡Carne!
- Que sí, Luffy. Ya llevamos mucha carne - dijo Sanji.
- ¡Pero no es suficiente! ¡Quiero más, más, más!
- Luffy, vamos a la playa, no a hacer una barbacoa - regañó Nami.
- ¡Pero es para el camino! Aunque una barbacoa tampoco estaría mal.
- ¡Tampoco! Si seguimos así de lentos, no vamos a llegar a la playa ni por la noche.
- ¡Pero si aún es mediodía!
- Ya, y a estas horas ya deberíamos de estar allí.

* * *

- Ace, despierta.
- ¿Eh? ¿Qué? - preguntó el de pecas aún adormilado.
- Vamos a la playa.
- ¿Cómo?
- Sí, así que date prisa, que salimos en diez minutos - contestó Marco.
- Está bien...

* * *

- ¿A dónde vais vosotros dos?
- A la playa - respondió Koala sonriente.
- Ya veo. Bueno, os merecéis un buen descanso, así que id y disfrutad.
- Muchas gracias, señor Dragon - contestó Sabo.
- Bien, ¡pues vamos! - gritó Koala emocionada.

* * *

- ¡Bien! ¡Ya llegamos! ¡Playa, playa, playa! - gritaba y saltaba Luffy en la arena.
- ¡Wow! ¡Qué buenas vistas! - exclamó Nami -. Y tampoco parece haber indicios de tormenta. Será un agradable y caluroso día - sonrió.
- ¡Oye, Luffy! ¡No te metas en el agua tan despreocupadamente, que tú no sabes nadar!
En cuanto Usopp terminó su oración, se dio cuenta de que ya era tarde. Luffy ya estaba en el agua, y no la estaba pasando bien.
- Tch... maldito idiota - dijo Zoro mientras corría hacia el agua para salvar a su amigo.
Los demás se fueron a sentarse sobre las toallas que habían dejado sobre la arena, y Sanji atendía alegremente a las dos damas del grupo.
- He preparado estas refrescantes bebidas solo para las dos bellas damas - dijo Sanji ofreciendo las bebidas alegremente.
- ¡Yo también quiero! - protestó Usopp.
- Para ti no hay. Si quieres, ve a comprarlo tú mismo - le respondió el cocinero con mala cara.

Cuando Zoro sacó a Luffy del agua, este último respiró hondo.
- Pensé que me moría.
- Si no hubiese ido a salvarte, lo habrías hecho - hizo una pausa -. Bueno, volvamos con el resto.
- ¡Sí!
Luffy salió corriendo, pero de repente tropezó con algo y cayó a la arena.
- Idiota. ¿Cómo te puedes tropezar en la arena?
- Había algo...
Ambos miraron hacia el lugar donde se había tropezado el de sombrero de paja y vieron que la arena estaba abultada. Se acercaron y vieron la blanca piel de alguien. Quitaron toda la arena de encima y se encontraron con un viejo conocido.
- ¡Ace! ¡Ace, ¿de verdad eres tú?!
- ¿Eh? ¿Qué?
- ¡Ace! - volvió a gritar Luffy y se abalanzó sobre su hermano para abrazarlo.
- ¿Ah? ¿Pero qué...? - preguntó sin entender lo que estaba sucediendo -. ¡¿Luffy?!
Entonces, el de pecas reaccionó y abrazó de vuelta a su hermano pequeño.
- ¡Cuánto tiempo!

Tras un rato, ambos se dirigieron hacia donde se encontraba el grupo de Luffy.
- ¡Vaya! ¡Si es Ace!
Todos le saludaron alegremente.
- Espera... ¿y el marimo?
- Qué raro. Zoro estaba justo detrás de nosotros hace tan solo un rato - dijo Luffy extrañado mientras se rascaba la nuca.
- ¡Idiota! - dijo Nami golpeándole -. Ya deberías saber lo malo que es Zoro orientándose. ¿Y se te ocurre dejarlo atrás?
- Bueno, qué más da. Ya volverá por sí mismo en algún momento - dijo Sanji sin darle importancia.
- Veo que las cosas siguen tan animadas como siempre - rió Ace.
- Sí, ¡todos siguen siendo igual de divertidos!
- Me alegro. Bueno, ¿quién se viene a darse un chapuzón?
Los que aceptaron la propuesta de Ace fueron Luffy, Nami y Usopp. El resto decidieron quedarse a tomar el sol o simplemente a hacer alguna otra cosa, como leer, en el caso de Robin.
Ya en el agua, Luffy quiso adentrarse, pero Nami lo paró en seguida.
- ¡Ni se te ocurra! Si te ahogas, no vamos a ir a por ti.
- Jo... eres muy mala, Nami... Además, no pasa nada si llevo el flotador.
- Siendo tú, seguro que sí pasa.
Entonces, alguien más entró en la conversación.
- Está bien, yo me haré cargo de que no pase nada - dijo cierto rubio que estaba de pie al lado de Luffy.
- ¿Ves, Nami? Sabo ha dicho que él se hará cargo.
Nadie respondió tras ver al segundo hermano mayor del de sombrero de paja. Ace incluso tenía la boca abierta del asombro.
- Espera... - empezó a decir Luffy tras un rato -. ¡¿Sabo?!
- ¡Me alegro de veros, Luffy, Ace! - sonrió.
Entonces, tanto Luffy como Ace se abalanzaron sobre Sabo. Los tres cayeron al agua envueltos en un fuerte abrazo.
- ¿Qué haces aquí, Sabo? - preguntó Luffy con una enorme sonrisa.
- Sí, pensábamos que estabas en el extranjero - añadió Ace.
De hecho, Ace y Luffy casi no veían a su otro hermano ya que este trabajaba lejos. Sabo, de pequeño, sufrió un grave accidente que hizo que perdiese la memoria. Se recuperó en el extranjero, y creció allí junto al padre de Luffy. No fue hasta hace poco más de medio año que Sabo recobró su memoria, y solo se había podido encontrar con Luffy en otro país. A Ace no lo había visto aún, pero el de pecas sabía que su hermano menor estaba bien. Quiso ir a buscarlo, pero no tenía el tiempo suficiente por el trabajo. Fue una verdadera suerte que se hubiesen reunido los tres en el mismo lugar.
- Bueno, hace poco que regresé, así que no he podido terminar de organizar mis cosas y los problemas del traslado del trabajo.
- ¿Te has trasladado?
- Sí. El señor Dragon dijo que estaba bien para mí volver al país y seguir trabajando aquí. Eso sí, Koala vino conmigo, y fue ella quien me insistió en venir a la playa. Como acabamos de llegar hace poco, nos han dado un descanso, y como ella quería venir a esta isla desde hace tiempo, vinimos.
- Bueno, esta isla le pertenece al viejo, así que quedaros el tiempo que queráis.
- Lo dices como si no pudiéramos quedarnos si fuésemos turistas normales.
- Nosotros nos quedamos en una pequeña casa que hay cerca del bosque - dijo Luffy refiriéndose a él y a su grupo.
- La gente no suele quedarse en esas casas, suelen preferir las que están cerca de la costa. Pero es bueno, porque yo también me quedo por ahí cerca - dijo Ace -. Estaré en alguna cabaña junto a Marco.
- ¿Eh? ¿Los dos os quedaréis cerca del bosque? Entonces le diré a Koala que nos quedemos por allí también.
- ¡Ace, Sabo! - llamó Nami -. ¿Qué os parece si venís a cenar con nosotros? Sanji ha dicho que preparará una cena especial si venís.
- ¡Y el capitán Usopp os contará sus mejores historias sobre él surcando el vasto océano! - exclamó el de nariz larga.
Ace y Sabo se miraron mutuamente y aceptaron alegres a la vez.

* * *

- ¡Zoro! Por fin vuelves - exclamó Luffy alegre al ver a su compañero.
- No sé cómo, pero acabé andando por el bosque de la isla. Lo peor es que cuanto más andaba, más me adentraba, y mira que pensaba que estaba andando hacia la salida. Creo que me habré recorrido media isla al menos.
- Eso te pasa por marimo.
- ¿Qué has dicho, cejas rizadas?
Los dos estaban a punto de pelearse como siempre hacían, pero Nami les paró antes.
- ¡Parad! Recordad que los hermanos de Luffy están aquí también, y no solo ellos.
- Sí, ¿por qué no nos relajamos y bebemos todos juntos? - sugirió Robin mientras Koala la abrazaba.
- ¡Sí! - respondió Franky -. Este es un súper... ¡reencuentro! - dijo haciendo su típica pose.
Entonces todos alzaron sus vasos de sake bajo la luz del sol del atardecer. El grupo de los mugiwaras, Ace y Marco, y Sabo y Koala; todos brindaron felices por el encuentro.

* * *

Mientras todos recogían tras la cena, Ace se acercó a sus hermanos.
- Ace, ¿dónde estabas? Te estábamos buscando - dijo Luffy.
- Venid conmigo un momento, he preparado algo - dijo y marchó hacia el bosque.
Sabo y Luffy se miraron extrañados para después seguir al mayor con curiosidad.
Se adentraron en el bosque de la isla hasta que Ace se paró al lado de un árbol cortado. Encima del tronco había tres pequeños vasos.
- Esto es... - empezó a decir Sabo.
- Como en los viejos tiempos - concluyó Ace sonriendo.
Los tres miraron los pequeños vasos con sake y recordaron aquel día de su infancia. Aquel día en el que se convirtieron en hermanos tras un brindis.
- Sigamos siendo hermanos para siempre - dijo Ace levantando su vaso.
- Aunque estemos separado por trabajo...
- ¡Nuestros lazos como hermanos nos seguirán uniendo! - terminó Luffy por Sabo.
Así, los tres brindaron bajo la luz de la luna, una luna en una noche de verano que brillaba con mayor intensidad que nunca. Una cálida brisa veraniega sopló sobre el bosque como si estuviera diciendo que sí, que ellos tres siempre serían hermanos pasase lo que pasase.
Los tres hermanos: Ace, Sabo y Luffy, sonrieron al unísono.

One Piece Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora