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Naruto trato de no mirar los ojos de su compañera y se concentró en el pequeño pegado en su espalda

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Naruto trato de no mirar los ojos de su compañera y se concentró en el pequeño pegado en su espalda. Las ansias de matar bulleron desde su interior. Ese mocoso era un insulto, significaba que ella le había entregado a alguien más aquel cuerpo que era exclusivamente suyo. No pudo suprimir un gruñido que hizo tensar aún más el cuerpo de Hinata. Los rasgos femeninos cambiaron hasta casi no parecer una humana. Vale, él tenía la culpa de ponerla así, pero cada fibra de su cuerpo le ordenaba tomarlo y alejarlo de ella. Sus dientes rechinaron en protesta cuando apretó la mandíbula, enterró las garras en las palmas de sus manos; hilos de sangre brotaron y agradeció que el olor metálico difuminara un poco el aroma infantil. Respiro por la boca y le recordó al lobo que no podía reclamarle nada, después de todo era su culpa.

La imagen de una Hinata más joven, en medio de todo el clan luchando por él ayudo a disminuir su temperamento. Él no la merecería, lo sabía, sin embargo, su parte animal lo animaba a reclamarla y poseerla solo como lun Lycan podía hacerlo.

Remembro como el día anterior, estando en la ducha, recibió una llamada. No iba a contestar pensando en que tal vez era su madre suplicándole que regresara. Pasaron los minutos y el ruido fue tan molesto que no le quedo remedio que tomar el celular. Se sorprendió al ver que era Neji, por otro lado, lo que le dijo el castaño lo dejo mudo por un largo lapso de tiempo. Después de veinte años, de la nada, llamo pidiendo refugio, fue textualmente lo que dijo, no obstante, no menciono mucho más y ahora entendía por qué. Ni en sus más profundas pesadillas se imaginó tener que lidiar con un pequeño niño que compartía la sangre de su hembra, pero no la suya propia.

¡Eso no importa, sigue siendo MIA!

La rápida aceptación de su lobo lo hizo tambalear, teniendo en cuenta que unos minutos atrás rugía por cegar la vida del cachorro. La posibilidad de que ella pasara un calor en compañía de alguien no dejo de atormentarlo desde el instante en que acepto que nunca volvería a verla. Pero de suponer algo a tener que aceptar la realidad... el resultado estaba siendo muy doloroso. Apenas y podía pensar con claridad. ¿Quién en todo el jodido mundo se atrevió a tocarla? ¿El niño fue algo planeado o un accidente? Una inhalación rápida confirmo que no estaba siendo montada por nadie, eso alivio un poco el dolor, solo un poco. ¿Qué idiota fue capaz de montarla, embarazarla y luego dejarla ir?

Tu hiciste algo muy similar.

Trago saliva un par de veces. Necesitaba calmarse. No todo era tan malo. Una hembra con un hijo de otro era algo que podría aceptar con el tiempo, definitivamente era mas de lo que el merecía.

Una vez pasada la impresión inicial, noto que aquello no tenia que significar un problema. Todavía podía poner en marcha su plan inicial, aunque por el odio reflejado en esos ojos blancos sabia que "jodido" era algo muy minúsculo para describir la forma de volver a entrar en su corazón. Por ahora solo le dejaría en claro algo:

- ¿Un hijo? - Murmuró consiente de que ella lo podía oír desde donde estaba-No importa ¡Sigues siendo mía! - La miró por unos segundos más antes de girar y darle la espalda- Tu padre estará aquí en unos segundos, yo necesito calma y hacerme a la idea- Oyó unos pasos detrás de él y se preparó en caso de que ella intentará un ataque -

Luna Mía ¡MIA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora