Condenado, corrupto, sucio, maldito. Esos fueron todos los calificativos que empleo aquél brujo para describir a Kakaroto. En castigo a su impertinencia, lanza un conjuro que lo va a atormentar por el resto de su vida.
Tu peor enemigo, eres tu mism...
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— Bulma.
— No.
— Pero.
— Que no.
— Tal vez si.
— No, Goki.
La de cabellos alborotados suspiró cruzándose de brazos sobre la mesa y reposando los codos sobre esta. Videl y Pan quienes estaban a su lado, observaron la situación con pena.
— ¿Que tiene de malo que me interese conocer mis orígenes? —insistió nuevamente— Quiero conocerlo. Y si lo conozco a el, voy a conocerme a mi también.
— Entiende Goki, apenas y estás aprendiendo lo básico para poder vivir con normalidad —intentó explicarle— tienes que saber mas sobre tu cuerpo, tienes que aprender cosas terrícolas, así tu...
La interrumpió.
— No pertenezco aquí, Bulma.
Unas pequeñas lágrimas asomaron de los enormes ojos azules de la mencionada. Ella supo desde un principio que estaba mal encariñarse con aquella muchacha, supo desde siempre que era un error aferrarse demasiado a su persona; pero, la vio tan desprotegida , tan frágil e inocente a todo, que le fue inevitable acercarse a ella con un cariño especial. Como la hermana que nunca tuvo.
Las chicas observaron aquella conversación con suma importancia.
:— Lo siento —se disculpó la de cabello azabache— No quise parecer una desagradecida. Yo, en verdad aprecio mucho lo que todos ustedes hicieron por mi, pero...
— Pero quieres ir al planeta Vegeta a buscar tu verdadera identidad. ¿No? —completo la frase, recibiendo un asentimiento de parte de la peli-palmera.
Bulma tomó aquel marcador de pizarra que tenía en la mano y volvió a escribir nuevas tareas para las jovenes. Las dos hijas de Milk se quejaron al respecto.
La peli-azul las estaba ayudando con unas cuantas asignaturas en las que les hacia falta mejorar sus notas. En cuanto a Goki, apenas y estaba terminando de enseñarle lo básico.
— Bulma —buscó de nuevo seguir con la conversación.
— Termina con tus tareas y hablamos —evadió sus preguntas para comenzar a corregir la tarea de la Son.
Tomo la hoja que ya estaba acabada. Mientras tanto, a velocidad caracol la de cabello alborotado copiaba nuevamente lo escrito por bulma.
— Esto es tan aburrido —Quejó nuevamente fastidiada— ¿No puedo ir a entrenar con los...
— Entrenar es para hombres —la interrumpió Videl a su lado— termina la tarea y luego hacemos algo de yoga. ¿De acuerdo?.
— O podemos ver una película —propuso Pan divertida— un Trilher de terror sería sensacional.
