Capítulo 5. Pruebas.

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 Habían pasado varias semanas desde mi supuesta cita. Moon Bin y yo nos habíamos visto algunas veces en los descansos, pero estaba claro que o no le gustaba estar en mi compañía, o se sentía demasiado incómodo en el instituto. No habíamos podido quedar por la tarde, ya que los dos teníamos que estudiar. Eso me decepcionaba un poco, pero no le di demasiada importancia. Sin darme cuenta de que estaba pasando, cada día deseaba estar a su lado, hacerle compañía aunque no hablásemos. Ya no estaba pendiente de los demás, me centraba en mis amigos y en él. A veces sentía que lo mejor era no seguirlo buscando, ya que yo intentaba ayudarlo y hacerle compañía, pero desde mi punto de vista, él no ponía mucho de su parte. Pero cuando pensaba eso, intentaba ponerme en su lugar. No debía ser fácil para él pasar de estar solo a tener a alguien que esté buscándolo y preocupándose por él.

Ese día en el instituto iba a ser diferente. Los profesores querían celebrar que el trimestre estaba acabando. Para ello, decidieron celebrar una jornada de talleres y juegos. Los alumnos no sabíamos nada, solo que iba a ser un día diferente. Estaba intrigado, pero tampoco le iba a dar demasiada importancia. Al fin y al cabo, hiciéramos lo que hiciéramos, lo pasaríamos bien.

Al entrar en clase, nos dijeron que fuéramos al salón de reuniones, donde nos darían las instrucciones necesarias para el día. Jinjin, SanHa y yo bajamos en silencio. Cuando entramos al salón, ya había gente allí, pero no eran de nuestro grupo. Pude reconocer a alguien a quien no me alegré demasiado de ver: el chico que golpeó a Moon Bin. Si ese chico estaba allí, era probable que Moon Bin también lo estuviera. Me encaminé hacia la última fila, donde él estaba sentado solo. Mis dos amigos y yo nos sentamos allí, yo más cerca de él. Agradecía a mis amigos que nos dejasen algo de espacio, ya que no quería hacerlo sentir más incómodo. Cuando iba a decirle algo, nuestra tutora junto con otro profesor entraron en la sala, así que tuvimos que quedarnos todos en silencio. El profesor desconocido dijo:

-Buenos días, chicos. Como ya sabéis, hoy es un día especial. Para celebrar que el trimestre está acabando, vamos a dedicar todo el día a talleres y juegos. No quiero que penséis que este día es un día perdido, porque además de pasarlo bien, también vamos a fomentar algunos valores, como trabajar en equipo, el compañerismo... Para hacer esto un poco diferente, vamos a juntar a los alumnos de tercer año con los de segundo año. Tenéis que elegir una pareja, preferentemente un compañero que no sea de vuestro grupo. Si no encontráis a nadie, no pasa nada. Pero tened en cuenta que debéis estar todo el día con este compañero.

El profesor siguió hablando, pero yo no lo escuché. Ya sabía quien sería mi pareja, si él quería. Miré a Moon Bin, pero entonces reparé en algo que ya había percibido antes, pero que no le había dado importancia. El chico de cabello castaño miraba fijamente al profesor, sobre todo sus labios. ¿Los estaba leyendo? Me quedé algo sorprendido. Decidí preguntárselo, así que le di un pequeño golpe en el hombro, que lo sobresaltó más de lo que yo quería. Me miró fijamente y entonces dije:

-¿Lees los labios?

Se encogió de hombros e hizo un gesto como diciendo que no tenía importancia. Así que no lo mencioné más. En vez de eso le pregunté:

-¿Quieres ser mi pareja en las pruebas?

-Claro.

Le sonreí y él me devolvió la sonrisa. Era una sonrisa preciosa. Me encantaba verla. Alejé ese pensamiento de mi mente e intenté concentrarme en las explicaciones de los profesores, que nos decían que para la primera prueba teníamos que ir al gimnasio. Nos encaminamos hacia allí, cada uno con su pareja de pruebas. Vi que SanHa y Jinjin iban juntos, así que había hecho bien en elegir a Moon Bin.

La primera prueba consistía en hacer figuras con nuestros cuerpos. Como solo éramos dos, era aún más difícil, pero sería un reto interesante. Los dos profesores de educación física hicieron la primera figura, y nosotros teníamos que imitarla. Al ser la primera, era muy sencilla, y mi compañero y yo la conseguimos hacer bastante rápido. Las siguientes también se nos dieron muy bien. Me sentía muy a gusto haciendo equipo con Moon Bin. Tenía la sensación de que lo conocía de toda la vida, nos entendíamos solo con mirarnos. A él también se le veía más relajado, y eso me alegraba.

MY ONLY LOVE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora