EL COMIENZO (Pausada)

Capitulo 01

-A este paso, serás vencida fácilmente.

Su puño se encuentra en un golpe fuerte contra el abdomen de la chica, haciendo que caiga, golpeando su espalda con la suave y acolchonada lona que los separa del piso.

Se levanta tan lento como puede, para evitar que sus músculos duelan ante el esfuerzo, cuando finalmente logra mantenerse en pie, su mirada se dirige al chico que acaba de golpearle.

-Todo sería más fácil si no estuviera tan cansada.

-Pero lo estás - Habla al mismo tiempo que hace que su puño la golpee nuevamente.

Su abdomen duele una vez más, las largas horas de entrenamiento empiezan a pasarle factura.

Sale de la lona, sin decir nada, directo a la banca en la que se encuentran sus botellas con agua.

Toma su botella y da un trago profundo a su contenido. Cuando se siento satisfecha pasa su brazo por su cara, limpiando las gotas de sudor que escurren desde su frente.

-Imbécil.

-Estás demasiado lenta hoy, ¿Qué paso?

-No dormí bien, además estoy cansada, Fer.

Se limita a asentir con la cabeza y la sonrisa que hasta hace poco adornaba su rostro, se desvanece. La chica dirige su mirada al punto en el que la suya está perdida, y lo entiende todo.

Su encargado principal, un hombre alto, guapo y fornido, se encuentra en las instalaciones del entrenamiento, siendo saludado por los entrenadores, como su fueran amigos de toda la vida.

Hipócritas.

Todos los que están en la sala, saben que su aparente gusto, porque el encargado los visite, no es más que una vil mentira, durante los entrenamientos no hacen más que hablar y hablar de su manera de llevar el control.

-¿Nos vamos?

Cambia la posición de su cuerpo, para poder tener a Fernando dentro de su campo de visión, quien ya tiene colgando de su brazo, la mochila con las pertenencias de ambos dentro.

-Vamos.

Sus pies se mueven casi de manera automática hacia la salida.

Cuando están cerca de la puerta, son interrumpidos, alguien los llama.

-Fernando, Neferet. Necesito hablar con ustedes.

Fernando la mira, la sorpresa es evidente en su rostro.

-Sí señor.

El encargado solo asiente con la cabeza y comienza a caminar, los chicos lo siguen, llegan a su oficina, en el edificio principal, abre la puerta para ellos y les hace un ademán para entrar.

Hacen caso a su silenciosa orden, y cuando finalmente se sientan, cierra la puerta y toma asiento frente a ellos. Del otro lado del escritorio.

-Bien, como saben, pasado mañana es día de recolecta. La zona ya fue revisada por completo y necesito de personas que estén capacitadas y que tengan experiencia con eso, para poder guiar al resto, así que este año los seleccione a ustedes.

Termina de hablar y los apunta con sus manos.

Están atentos al resto de órdenes y palabras que salen de su boca, no dicen palabra alguna, se limitan a asentir y escuchar.

Su boca finalmente se detiene, dando a entender que ha termino su charla.

Durante años han sido parte del grupo de la recolecta, pero nunca como los principales encargados.