Capitulo 5 (el chico de ojos verdes, me salvo...)

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Eran aproximadamente las 3 am de la madrugada. Y una azabache se encontraba profundamente dormida en su carpa de playa. De pronto, la muchacha sintió incomodidad y se cambio de posición aun dormida, estaba durmiendo boca arriba cuando de repente. Sintió un toque de algo ...o De alguien. Mari sentía como tocaban sus labios y bajaban las caricias por su mentón, cuello y finalmente por arriba de su pijama

Acariciando sus pechos, Marinette estaba entre dormida y despierta, pero de igual forma, ella sentía como la tocaban, y un sentimiento de miedo estaba comenzando a surgir. y le aterraba la idea de abrir los ojos y ver quien, o que, la estaba tocando de ese modo

La chica con ahora el corazón golpeando contra su pecho, el miedo recorriendo la de pies a cabeza y con una expresión de miedo y junto con una palidez que le hacia competencia a un papel,tomo el suficiente valor y con una agitada respiración por el miedo. Abrió los ojos

Y su mirada rápidamente se dirigió a lo que la estaba tocando. Observando a un hombre que se encontraba frente a ella, tocándola, y mirándola con una lasciva y perversa sonrisa. Su cuerpo se paralizo sin siguiera desearlo, su corazón dio un vuelco por el terror de la situación y la palidez en su rostro se excremento y una expresión de pánico se hizo notar claramente en ella

Ella quería gritar, pero el nudo en su garganta no se lo permitía, quería correr, escapar. Pero tampoco su cuerpo reaccionaba. El hombre la observo con una ladina y lasciva sonrisa haciendo que sus ojos brillaran en la oscuridad de la noche

Después se subió encima de la aterrorizada, estática y pálida azabache y le acaricio la mejilla - No te asustes preciosa, que yo no te haré daño - expreso con una voz ronca, profunda y aterradora, provocando que la chica sintiera un escalofrió recorrerla

El hombre comenzó acercar sus labios lentamente hacia el cuello de la fetima, ella con toda la fuerza de voluntad y la valentía que obtuvo de si misma, empujo al hombre lo cual lo único que logro fue hacer reír al sujeto. Ella frunció el ceño y alejo su cuello y su rostro de aquel sujeto. Haciéndolo reír aun mas

Mari aprovecho la distracción del hombre y con una de sus piernas lo golpeo tan fuerte como pudo en los testículos, el chico dejo de reír y se agarro sus partes y se tiro quejándose al lado de la chica, mientras el chico se retorcía de dolor, la azabache se puso de pie y sin siguiera pensarlo salio corriendo sin mirar atrás

Pero sin ella imaginarlo alguien la empujo cayendo sobre la arena y ese alguien sobre ella, la ojiazul se quejo por el repentino dolor que emanaba su cuerpo. Pero al levantar la mirada vio a un chico sobre ella diferente al otro hombre - A donde vas con tanta prisa preciosa - exclamo con una coqueta sonrisa

La chica penzo que tal vez el la podría ayudar pero vaya que fue inocente al pensar aquello - por favor. Ayúdame, un hombre me quiere hacer daño y estoy escapando de el - expreso con miedo y desesperada - ya veo linda. Pues..yo te puedo ayudar - dijo con un tono coqueto y seductor - Enserio!!! - dijo aliviada y con una sonrisa - Claro muñeca. Solo quédate quieta y disfruta lo que te haré - dijo descaradamente y con una perversa sonrisa - ¡Que! - se sorprendió

Y ella tomo coraje y comenzó a gritar por auxilio. Tan solo estaba alejada de la carpa de sus amigos unos 3 o 4 metros, por lo tanto, ellos deberían escuchar sus gritos e ir a socorrerla - ¿¡quieres callarte!? - le grito enojado y con el ceño fruncido

La chica lo ignoro y continuo gritando por ayuda frustrando al chico, el cual, la abofeteo bruscamente. La chica al sentir su mano abofetear su mejilla no pudo aguantar mas y comenzó a llorar - no lo entiendes verdad. TU SERAS MÍA - grito tan fuerte y enojado haciendo que Mari llorara aun mas

El acerco sus labios a la piel descubierta del cuello de Mari para besarla sin desgana. La chica trato de forcejear con el, pero era inútil, porque el era mas fuerte que ella. La de mirada zafiro llego un momento donde se quedo quieta, aceptando su cruel destino y llorando en silencio 

La playa del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora