10.

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Doyoung

El tener otro papá.

Esas cuatro pequeñas palabras rompieron mi corazón. Yo quería que Hyuck tuviera todo. Él era mi vida y nunca querría que fuera infeliz. Al ser criado por Donghae, sabía lo que era extrañar un padre. De cualquier manera, yo tenía algo que Hyuck no. Yo tenía la opción. Podría haberme ido y vivir con Sohee y Way-ar si lo hubiera querido, pero ellos tenían a Ten y Donghae me necesitaba. Hyuck nunca tendría la opción. Ni siquiera conoce el nombre de su otro padre. Eso era algo que jamás podría arreglar, y eso me hacía sentir bastante inútil.

-¡Santa mierda!-Salté ante el sonido de la voz de Ten.

Me di media vuelta para verlo mirando por la ventana con un par de binoculares. -¡Ten! ¿Qué demonios estás haciendo?

Él no apartó la vista. -Tus vecinos está haciéndolo como conejos con las persianas abiertas. Ese chico está dándoselo de verdad.-Jadeó. -¡Está azotándolo!-Resopló y se volvió hacia mí. -¿No podrías haberme enviado con esos vecinos?

Cogí los binoculares, alejándolos de él. -Tú, libidinoso pervertido.

-Vamos, Doyoung. -gimió. -Tengo un trabajo. Estoy a punto de comenzar la escuela de nuevo. No bebo o me drogo más. Estoy convirtiéndome en un respetable joven, y eso me está poniendo enfermo.

-Aw, Ten-puse mi mano en su hombro en un gesto consolador. -No eres un respetable joven.-De verdad traté de no sonreír.

Ten empujó mi brazo juguetonamente. -Gracias, mariquita. Tú siempre sabes que decir para hacerme sentir mejor.-Luego me sorprendió envolviéndome con sus brazos. -Lo que sea en lo que hayas estado pensando antes, déjalo ir,-dijo sinceramente. Lo abracé de vuelta. ¿Quién hubiera sabido que el pequeño pervertido podría ser tan dulce? -Ahora-retrocedió. -Tengo que irme temprano. Voy a enviarle Soyeon algunas flores para jugar con su mente.

Esa era el Ten que conocía. -que tengas un buen día-llamé después de él. Mientras Ten salía, Johnny llegaba. Sonreí cuando Jeno corrió hacia mí.

-Buenos días, Doyoung. ¿Está Hyuck despierto ya?-preguntó.

Sacudí la cabeza. -Sigue dormido. ¿Por qué no vas a abalanzarte sobre él y ver si puedes levantarlo?-Él sonrió sinuosamente y corrió dentro de la casa y arriba por las escaleras.

John caminó hacia mí con Jennie en sus brazos. -Buen día-sonrió, causando que Jennie mirara hacia arriba. Ella extendió los brazos, así que la tomé, dejando que se acurrucara contra mí antes de volver a dormir. -Ella no quería levantarse esta mañana-explicó.

-Eso hace dos de nosotros-admití.

-Mira. Sabía que te gustaría dormir con un idiota-se burló.

-Mala palabra-murmuró Jennie contra mi cuello.

Suspirando, Johnny metió la mano en su bolsillo y sacó un dólar. -Te culpo por esto-me dijo antes de deslizar el billete en el bolsillo de los pantalones morados de Jennie.

Reí. Realmente era lo mejor. Debíamos parar con el lenguaje soez. No sería de ayuda para nuestros dulces niños que se les escapara una porque, accidentalmente, colorearon fuera de las líneas en la escuela. -¿Estarás en la práctica hoy?

-Sólo será Joohyuk hoy. Changwook y yo tenemos un proyecto que revisar y luego tengo que ir a casa y limpiarla. Tendré visitas.-Él parecía particularmente satisfecho acerca de la última parte.

-Espero que sepas en lo que te estás metiendo.-Prácticamente todo lo que Hyuck y yo hacíamos estaba un poco fuera de lo usual. Ser amigo de gente loca es una cosa; invitarlos a quedarse en tu casa era completamente diferente.

Kim Doyoung: Secuestrador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora