¿¡La Hija de YouRiko es fan del ChikaYou!?

Capítulo 8

—Oto es tu nombre, ¿cierto?

Mientras disfrutaba su helado de chocolate Oto asintió lentamente con la cabeza, esto frustraba aún más a Riko.

—Hace más de una hora que estamos aquí sentadas y no has dicho ni una sola palabra.

Oto sólo asintió la cabeza nuevamente.

—¿Acaso Oto-chan me odia?

Oto volvió a asentir la cabeza.

—¿Puedo preguntar por qué?

Watanabe Oto abrió su boca y cerró sus ojos de inmediato, mientras Riko veía eso se frustraba más, no podía hacerla hablar.

Riko no sabía porque Oto la odiaba tanto, hasta el punto de no estar dispuesta a querer hablar con ella. Ese día era la primera vez que se veían ¿no?, entonces ¿qué pudo haber hecho para que la pequeña se molestara?

¿Era su apariencia?, Riko rápidamente sacó un espejo pequeño que tenía en su bolsillo y comenzó a revisar su maquillaje en detalle para ver si algo andaba mal.

Por supuesto que esa no era la razón, Oto estaba maravillada con lo bella que era Riko, además que la pelivino no había hecho nada para molestar a Oto.

—Neh, por respeto a esta comida en McDonald's al menos podrías decir algo ¿por favor?

por respeto a la comida...

Oto fijó su mirada en el helado, pensó en que Riko tenía un punto, ella la llevó a McDonald's, fue ella quién le compró su comida. Pero ella ha estado ignorándola desde el comienzo, al parecer estaba recapacitando, abrió lentamente su boca para poder hablar con Riko....

En ese momento comenzó a sentir pulsadas en su cerebro, su mente reflejaba paisajes oscuros y un escenario nada agradable que dejó una marca en su alma, comenzó a sentir asco en su estómago, sentía que alguien la estaba golpeando para que la hiciera devolver.

Esa impresión, esa impresión fue...
El omelet color negro con aceite derrochado hecho por su mamá Riko.

¿Ahora le pregunta respecto a la comida de McDonald's?,¡¿Era una broma?! Para compensarlo tenía que invitarle 2 comidas en McDonald's.

—¡No!, ¡No volveré a casa!

De repente algo rápido pasó en la puerta del establecimiento.
Vio a una niña pequeña que se sostenía de la manija de la puerta con fuerza, se aferraba a la puerta mientras lloraba efímeramente, sus lagrimas se mezclaban con su moco nasal.

—Sólo suelta la puerta—. Una mujer de mediana edad y probablemente la madre de la niña, al ver su hija en ese estado se comenzó a poner nerviosa, la mujer comenzó a darle pequeños manotazos a las manos de la niña.

—¡Suéltalo!, ¡Si no lo sueltas te voy a pegar!

—¡No!, ¡No quiero irme a casa!

Parecía que huía de casa...

—Pobre niña, sus manos ya están rojas—. Riko no pudo contener su comentario, no importa que la niña se hubiera portado mal, eso no era correcto, de solo mirar lo rojas que estaban sus manos... ¿eh? ¿Dónde estaba Oto?

Hace unos segundos estaba sentada en frente de Riko, pero ya no estaba allí, ¿dónde se había metido?

Ella había corrido junto a la niña para ayudarla contra su madre.

De repente abrazó a la mujer con fuerza que estaba pegándole a la niña, se aferró a para retirarla.

—¡No le pegues!