Capítulo II

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Mu permaneció despierto aguardando el regreso de los demás con noticias sobre Camus.

Eran las 12 de la noche cuando recibió un mensaje de Saga.

Le decía que el bebé había nacido prematuro por lo tanto permanecería en la incubadora por un tiempo, Camus se encontraba bien y regresarían a casa en un par de horas más.

A decir verdad le decepcionó un poco que el mensaje haya sido de Saga y no de Shaka pero comprendía que seguramente se sentiría nervioso aún debido al susto que les hizo pasar Camus aunado a la noticia de la muerte de Shura había sido un fuerte impacto para todos.

Finalmente decidió que lo mejor era descansar para que mañana pudiera preparar un buen desayuno para compensar los malos ratos que pasaron todos durante ese fatídico día.

Estaba acomodando su cama cuando llamaron a su puerta, extrañado por qué no había nadie aparte de la señora Alexandra, atendió y un mal presentimiento le vino al ver al imponente hombre que se hallaba de pie frente a él.

-Es un placer verte de cerca Mu.

-Perdón pero no creo que nos conozcamos.

-Es verdad, no nos conocemos y en realidad jamás hubiera pasado de no ser por que realmente tengo suerte.

-Estaba por ir a dormir, así que, si no se le ofrece nada por favor ¿se podría retirar?

-De hecho si se me ofrece algo y está en tus manos si uso la violencia o no.

Mu lo miraba aterrado, ese hombre tenía los ojos inyectados de perversión y por impulso trató de cerrarle la puerta en la cara, acto que no logró llevar a cabo ya que el hombre le ganaba por mucho en fuerza.

-Creeme que deseaba hacer esto placentero para ambos pero no me dejas de otra.

De un golpe hizo que soltara la puerta, Mu intentó correr pero enseguida fue sujetado del brazo y lanzado al piso brutalmente, en la caída no tuvo los reflejos lo suficientemente alerta pues su cabeza dio de lleno en el concreto hecho que para su mala suerte lo dejó desorientado.

-Cuando vine por primera vez me pareciste el ser más lindo que jamás haya visto, debes saber que yo soy alguien sin escrúpulos por lo que intentar tener algo serio contigo es imposible, pero eso no quita que mínimo pueda disfrutar de ti en tanto termine con mi trabajo - le dio una mirada lasciva por todo el cuerpo y comenzó a arrancarle las prendas sin concideracion ni cuidado alguno - Te recomiendo que concideres cooperar conmigo y abras las piernas cada que te lo indique, además no creo necesario decirte que no debes hablar de esto con nadie, soy de los mejores asesinos del país y no sería problema alguno deshacerme de un estorbo más.

Mu derramaba lágrimas de ira e impotencia, jamás en su vida se imaginó que sería víctima de una violacion, que para su mala suerte tal parecía que sería recurrente.

No tuvo opción de nada más que cayar y enterrar sus uñas en la palma de sus manos con coraje mientras era abusado.

Se sintió asqueado, destrozado, peor que basura y el hecho de que ese imbecil se haya corrido dentro de él fue su límite, su alma quedó destrozada y lloró, aún cuando ese hombre se levantó, se vistió y se fue, él no tuvo la fuerza para ponerse de pie e ir a ducharse, simplemente permaneció en el suelo llorando.

A la mañana siguiente los rayos del sol le lastimaron como nunca la vista, a tientas logró llegar hasta el borde de la cama, aferrándose a las sábanas logró ponerse de pie, a tropezones llegó al baño donde salpicó agua helada en su rostro para tratar de bajar la hinchazón de sus ojos.

Después de un rato por fin logró abrirlos, enseguida se arrepintió pues dentro del baño el cristal que separaba la ducha le regaló una vista completa de su demacrado cuerpo, sintió ganas de llorar de nuevo pero recordó que debía actuar lo más normal posible pues no quería que le pasara nada a nadie por su culpa.

Se bañó y se colocó el uniforme de cocinero, trató lo mejor que pudo de cubrir los moretones con el cuello de la camisa, una vez que estuvo seguro de que nada se notaría se tomó un poco de tiempo para calmarse.

Un poco más tranquilo se dirigió a la cocina, obviamente no estaba nada bien pues se le resbalaron tres vasos de cristal y quemó las verduras que usaría para hacer una crema.

Con la ayuda de una chica que trabajaba también de cocinera logró terminar de preparar el desayuno.

Se encontraba acomodando lo en la mesa, tenía la mirada perdida, después de lo que ocurrió la noche anterior no dejaba de sentirse como basura.

SHAKA

Lo que pasó con Shura fue traumático para todos pero aún más para Camus, por la impresión se puso mal y no quedó de otra más que llevarlo a urgencias.

Gracias a los dioses todo salió bien y ambos, Camus y el bebé estaban recuperándose.

Por el nerviosismo que le provocó todo lo sucedido se le pasó por completo llamar a su pareja pero se quedó tranquilo cuando Saga le comentó que ya lo había hecho.

Aproximadamente a las 2 de la madrugada arribó a la casa, pensó en ir a ver a Mu pero descartó la idea por que realmente se sentía cansado y seguramente el peli lila se encontraba durmiendo así que se marchó directamente a su cuarto.

Después de unas horas amaneció, una mañana despejada, se duchó y salió de su cuarto, extrañamente había amanecido con unas inmensas ganas de besar a su novio.

Sonrió cuando lo encontró apenas entrar al comedor, no se percató de nada raro en su actitud debido a la emoción de verlo así que a paso sigiloso se acercó hasta poder abrazarlo.

Lo siguiente lo dejó completamente descolocado, Mu lo golpeó con uno de los cucharones con el que servía el desayuno y se puso a llorar de forma preocupante.

Asombrado por su extraña reacción trató de acercarse lentamente procurando no sonar agresivo.

-Mu, cariño, tranquilo - logró acercarse lo suficiente para abrazarlo pero sólo logró que Mu comenzará a temblar de forma descontrolada ante lo cual optó mejor por soltarlo y únicamente sujetar sus manos - Por favor, dime ¿qué ocurrió?, ¿por qué estás tan asustado?

Ante esta pregunta todos los sucesos de la noche anterior regresaron a la mente de Mu quién contuvo la respiración y simplemente miraba fijamente el suelo, con seriedad y un tono más calmado pronunció las palabras que sabía de sobra significarían el final de su vida en muchos sentidos.

-No ocurrió nada, pero quiero hablar contigo.

-Claro mi amor, dime.

-Terminemos.

Esas palabras destrozaron a Shaka quién sólo le miraba sin poder creer que las haya dicho.

-Cariño, se que a veces las cosas pueden parecer complicadas pero hablando podemos buscar solución para casi cualquier cosa, no hay necesidad de tomar decisiones tan radicales.

-¿No me estas entendiendo acaso?, te digo que quiero terminar con esto ya, no te amo ni lo haré jamás, simplemente déjame en paz.

Shaka sintió como si le hubieran dado un golpe en la boca del estómago, no dijo nada más y sólo permaneció de pie en el mismo sitio, mientras Mu sin poder soportar más estar cerca de su ser amado y no poder compartir la vida con él, salió corriendo hasta su habitación, se tumbó al pie de la cama y lloró de nuevo.

-Fue lo mejor, hubiera sido una lástima asesinarlo si interfería, esta noche volveré y espero por tu bien que tengas mejor actitud que anoche.

Se marchó azotando la puerta, dejándolo solo en su miseria, ya no salieron lágrimas de sus ojos pero la sensación de desolación perduró

Recuerdos del corazón 2 (Milo X Camus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora