El despertar

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Otra vida

El despertar

Algo extraño estaba pasando, sentía el calor proveniente del sol, pero era algo imposible tenia años sin vivir en un lugar soleado, no comprendo que está pasando.

- ¡Bella cariño ven a casa!

- Isabella voy a cuidar de ti.

- Sei l'amore della mia vita.

- Adiós Bella

- Es preciosa Bella, tiene tus ojos.

- Sono tutto per me

Esas voces, hacían latir mi corazón, quería gritar que los amaba, una imagen comenzó a formarse, colinas verdes y enormes, un camino angosto pero precioso y en el final de este, estaba ahí mi casa, mi sueño, corrí todo lo rápido que pude hasta llegar a la puerta, las voces seguían ahí, llamándome, pero la puerta no se abría, no me dejaba pasar.

- ¡Ya voy! ¡Espérenme!

Y como si me hubieran escuchado la puerta se destrabo, la alegría inundaba mi corazón, ahí estaban todos, pero al entrar no había nada, mas que oscuridad, y la puerta a mi espalda se cerró.

Los sonidos, las explosiones, los gritos, el dolor no me dejaban, ya no quiero seguir sufriendo, alguien ayúdeme, me estoy ahogando.

Una idea se fue formando en mi mente, esto es un sueño Bella no es real, estas dormida, es lo que pasa todas las noches, reacciona.

Una luz comenzó a formarse en medio de la oscuridad, pero esta comenzó a tragarme para que no alcanzara la luz y yo me estaba dejando ir, quizás ya era hora para el adiós, y la tranquilidad lleno mi corazón, y comencé a abrazar la oscuridad como una vieja amiga.

- É giunto il momento

Caí al precipicio, y cada vez me sumergía más y más, la satisfacción se hacia cada vez mas grande, pero de pronto algo me sujeto y me pidió avanzar.

- ¡Bella, hija, regresa por favor!

Esa voz la conocía, pero era imposible, tenía que seguir adelante

- ¡Bella, cariño, resiste!

No, no, no, no quiero, ya estoy cansada, déjenme ir.

- ¡Hermana no te des por vencida!

Déjenme, déjenme por favor, ya no quiero quedarme más. Pero mis ruegos no sirvieron de nada, la conciencia estaba regresando a mi y la oscuridad se estaba yendo y solo pude gritar una sola vez antes de despertar.

- ¡NOOOO!

- ¡Bella, me oyes!

- Cariño todo está bien.

- Abre los ojos Bella.

Esas voces las reconocía, intente abrir mis ojos, pero me era muy difícil, sentía un dolor punzante en todo el cuerpo.

- ¿Qué me paso? ¿Dónde estoy?

- Sufriste un asalto, pero te encontramos a tiempo.

Necesitaba moverme, pero no podía, seguí parpadeando unas cuantas veces más, hasta que por fin pude ver una ventana que daba a un bosque, quería saber dónde estaba.

- No puedo moverme, ¿Dónde estoy? ¿Quiénes son?

Pude visualizar una silueta que se acercaba a mí.

- Bella, cariño, soy yo.

Su rostro apareció directo en mi campo de visión, tuve que parpadear un par de veces mas para poder enfocar la vista, y de pronto estaba su cara ahí, tenía la vista borrosa, y miraba algunos puntos brillantes, pero definitivamente era ella.

- Es... Esme, ¿Eres tú?

- Si cariño, soy yo.

Muchas imagines vieron a mi cabeza, un remolino de emociones me sobrecargó, y las lágrimas comenzaron a salir sin mi permiso, los sollozos salían sin control y los temblores sacudían mi cuerpo, el pasado que tanto trataba de olvidar se aparecía sin previo aviso. Unos fuertes brazos me envolvieron, sin mucho trabajo me acomodo en su pecho, y me abrazo, y me arrullo, mientras que acariciaba mi espalda, me hacia sentir como un bebé.

No se cuánto tiempo llore, y podría a ver seguido llorando más, pero pareciera como si mi cuerpo no tuviera mas lagrimas que dar, y sinceramente eso ya era sorprendente, no sabia que pudiese llorar mas de lo que ya había hecho.

- Shhh mi niña, todo está bien, aquí esta mamá para cuidarte.

Mi corazón se sintió cálido, por fin pude tranquilizarme, lentamente me separe de ella, levante la mano para tocarle la mejilla, tenia que asegurarme que era ella y no uno mas de los juegos de mi mente.

- Si eres tú.

- Lo soy querida, y no estoy sola.

El pánico y la incertidumbre me sobrecogieron, tome la manta que me tenia envuelta y la aprete mas alrededor de mí, era patética, pero tenia que protegerme, no podía derrumbarme otra vez.

Unas manos tomaron las mías con delicadeza.

- Estas bien Bella, aquí nadie te va a lastimar.

Levante la mirada para encontrarme con unos ojos color ámbar que me miraban con una ternura y cariño infinito, las lagrimas comenzaron a caer en silencio.

- Carlisle... también estas aquí.

Él solo asintió, y dio un leve apretón a mis manos, después las dejo ir y se puso al lado de Esme.

- Nosotras también estamos aquí Bells.

Giré en la cama lo más rápido que pude, pero eso solo me causo mareos y casi caí de frente, pero unos pequeños brazos me sostuvieron a tiempo.

- ¡Alice!

- ¡Soy yo Bella!

Me apretujo en un abrazo y por unos instantes sollozamos juntas, al separarnos pude ver a Rose y sin pensarlo la abrace y por muy extraño que pareciera ella me regreso el abrazo.

Estaba tan feliz, que por un momento no me permití sentir temor, pero la realidad comenzó a traerme de vuelta, todo me era extrañamente conocido, los libros, los discos, el sillón negro, estas cosas eran del él.

- No están aquí, están de cacería.

Suspire, tenia que levantarme y llamar por teléfono a mis amigos, tenia que seguir con mis planes.

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