Una cita que dice Adiós

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Al llegar a casa de Jongdae, suspiré antes de bajar del asiento trasero del vehículo dándole instrucciones a mi chofer que aparcara por un momento mientras hablaba con mi amigo. El porton de los Kim era enorme rodeado de un muro de concreto que sólo permitia ver el tejado de la mansión, demostrando el poder monetario que tenía la familia.

Toco el teléfono para dar a conocer mi llegada por el micrófono, con seriedad. Entro con mi mejor postura sin titubear en mi paso, necesita de alguna manera demostrar fuerza e integridad a la familia, digno de mi apellido y crianza de mis padres.

-Joven, por favor pase y espere en la sala de estar de los señores. El amo vendrá enseguida.- asiento serio aunque por dentro moría de ganas de reir del mayordomo. Quien en estos tiempos sigue llamando "amo" a sus jefes, estamos en el siglo XX y eso es demaciado anticuado para mi. Sólo demostraba una opresión de los señores a sus empleados.

-No pensé que volvería a saber de ti, Kim Junmyeon.-

- lo mismo digo señor Kim. No estaba en mis planes verlo ciertamente, pero tengo un favor que realizar a mi amigo.- el hombre apaga su cigarrillo antes de sentarse en un sillón un poco más ostentoso de color negro, diciendome que el era el amo y dueño de la casa.

- Junmyeon ¿puedo llamarlo por su nombre de pila no es así?.- asiento seriamente.- mi hijo no necesita de sus favores, él es bastante maduro para solucionar sus problemas sólo. Asi que sea cual sea ese favor suyo, puede llevárselo y no volver. Mi hijo no necesita de alguien como usted.

Bajo mi mirada para reir de tanta estupidez junta. Que se creía este hombre, el no era ni más o menos que yo. Que tenga unos millones más en su cuenta bancaria que mi padre no lo hacia más importante.- con todo respeto señor Kim. Pero usted no sabe nada. - levanto mi mirada sentándome recto y lleno de confianza.- su hijo y yo, no tenemos ninguna relación que sea netamente de compañeros de salón. Pero sí, su hijo ha demostrado cierto interés amoroso por una prima mía.- me levanto con toda la elegancia posible, característica de mi madre muy reconocida. - si me permite, ¿puede pedir que si hijo baje en menos de 5 minutos? Como usted sabrá, el tiempo es muy valioso y en mi caso, soy muy puntual.- termino mi oración con sonrisa de superioridad ante el hombre.
Por su parte sólo se para para subir los escalones al 2do piso de mala gana.

Espero mi prima no tenga que soportar por mucho a esta familia.

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No sé si fue buena o mala suerte, pero me retiré a mis 5 minutos sin Jongdae. La atmósfera de ese lugar era muy extraño. Extremadamente clasista y ambigua, que para está decada, muy retardada.

Aún así regrese a casa preparando el jardín trasero para ambos, con algunos aparetivos para pasar el tiempo. Prima ya estaba por llegar a casa, sin sospechar nada aún, ya que preguntaba insistentemente cada par de minutos para saber el motivo de mi llamada.

- Joven Jun ¿está seguro de esto?.- miro a Jia, una de las ayudantes de la casa, traer el cóctel en la bandeja de plata.

-Jia, no te preocupes.- ella asiente dejando todo en la mesa improvisada que mi padre guardaba en bodega.

-Joven, si usted no quiere, no lo haga. Sé que duele el no ser correspondido, pero ayudar a su enamorado a conquistar a la señorita...

- Repito. No te preocupes. Además, no creo duren mucho la verdad, pero no es mi problema.- le sonrió para tranquilizarla.- Sólo quiero que sean felices antes de.- ella acepta mi respuesta final antes de retirarse para preparar los últimos preparativos.

Por mi lado, dejó las orquideas sobre la mesas antes de retirarme del lugar. Si todo sale de acuerdo a mia plan, no debería tardar en llegar Jongdae (muy a mi pesar de que venga atrasado gracias a su padre) justo a tiempo en que ella llegue junto al chofer de su familia. Entro por las puertas corredizas directo a la cocina para ver a mi padre dar pequeñas ordeness para la cena de esta noche. Todo era bastante ajetreado, cocineros por toda la cocina secundaria (donde se hacen los grandes banquetes) y toneladas de comida por doquier. A continuación venía el estudio de madre, donde se oían sonidos de su viejo violín, eran notas nostálgicas, las favoritas de mamá.

Always You [SuChen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora