NdA: Hace tiempo que no publicaba nada, así que les dejo esta historia chiquita. Disfrútenla :)
Todo empezó lentamente. Una galleta extra para el desayuno, una porción más grande de cena. Pequeñas cosas que poco a poco se convirtieron en costumbres. Después de todo, ¿Acaso no es bueno consentirse de vez en cuando?
Aún así, podrías haberte detenido. Era fácil, ¿sabes? Sólo debías empezar a limitarte, usar solo un poco de fuerza de voluntad. Pero seguiste, y poco a poco tus nuevos hábitos empezaron a hacerse notar. Las pequeñas golosinas se hicieron más frecuentes. Las porciones más grandes de comida se convirtieron en servirte más de un plato de comida.
Obviamente, la comida no fue lo único que empezó a aumentar. Lentamente, tu cintura empezó a crecer al igual que tus racionas de comida. Intentaste finjir que no te dabas cuenta, pero pronto tu ropa empezaba a apretarte más. Lo ocultaste durante un buen tiempo, pero cuando tu panza reventó uno de tus pantalones, fue momento de admitir que necesitabas nueva ropa. Aún recuerdo lo avergonzada que te veías mientras escogías tallas más grandes en la tienda.
Pronto las libras se empezaron a acumular más rápido en tu figura. Y sin embargo no dabas ninguna muestra de cambiar tus hábitos. Esa dieta que decías siempre la empezarías la otra semana, el próximo mes te inscribirías al gimnasio. Pero aún así, todos los días seguías comiendo como una cerda, todas las noches llenabas tanto tu panza de comida que no podías levantarte por un rato, y necesitabas ayuda para llegar a la cama.
Lo mejor de todo es que en ningún momento te obligué a hacerlo. Fuiste tú quien me pedía que cocinara más. Tú sugeriste que cada fin de semana comieramos fuera. Después de una de tus enormes cenas, tú me pediste que te llevara algunas golosinas a la cama. Aún con tu estómago repleto, seguías comiendo, rindiéndote a la glotonería.
Pronto estabas tan gorda que ya no podías ver tus pies. Tan gorda que ya no podías agacharte con facilidad. Tu barriga creció tanto que ahora siempre formaba rollos, tus piernas eran tan gruesas que casi cubrían tus rodillas. Incluso tu cara había empezado a engordar, primero tus mejillas, y ahora tenías una papada que se marcaba cada vez que hablabas.
Y seguías creciendo. Ahora casi nunca dejabas de comer, incluso mientras estabas en la oficina. Siempre tenías una caja de donas, una pizza que había sobrado, algo de pastel. Manteniendo tu enorme estómago lleno casi cada momento del día. Pero siempre dejabas espacio para la cena. Ese era el momento donde realmente te convertías en una completa cerda. Dejando de lado cualquier modal, devorabas increíbles cantidades de comida, usando solamente las manos para comer, te atiborrabas con pizza, hamburguesas, lo que sea que hubiera comprado para ti esa noche. Comías hasta que ya ni siquiera podías alcanzar más comida. Y entonces me pedías a mi que te siguiera alimentando, para intentar llenar tu insaciable estómago.
Obviamente, manteniendo esa dieta por tanto tiempo, pronto llegaste a estar tan gorda que tenías problemas para moverte fácilmente. Levantarte de la cama era un gran esfuerzo de varios minutos, y no podías hacerlo sin antes haber comido algunos aperitivos para el desayuno. Tu adicción a la comida había llegado a tal punto que renunciaste a tu trabajo para poder quedarte en casa comiendo. Creciste tanto que ya no podías pasar por las puertas si no usabamos un poco de lubricante para que pudieras deslizarte. ¿Recuerdas la primera vez que te atoraste? En vez de pedir ayuda para slir, me pediste que te alimentara porque estabas muriendo de hambre. Terminaste tan llena que casi rompiste el marco de la puerta.
Y así llegaste hasta donde estás ahora. Tan enorme que ya no podrías caminar o tan siquiera salir de la cama. Tampoco es que tengas razones para salir por supuesto. Me encargo de que siempre tengas una gran cantidad de comida junto a tí, y lo único que haces estos días es comer y ver televisión. Para ser sinceros, creo que ni siquiera miras la televisión, solo piensas en comer y dormir. Ni siquiera estás poniendo atención a todo lo que acabo de decir, ¿Cierto? Despúes de todo, ahora eres solamente una enorme cerda...

ESTÁS LEYENDO
Oneshots de Feederism
Short StorySimplemente historias cortas de feederism que se me ocurren jaja que crazy