Lie [Ziam]

Extra

-¡Zayn!

-¿Qué sucede Javadd?- preguntó lavando los últimos platos.

-¿Puedes venir el sábado? El próximo mes tengo un parcial de matemáticas y ya sabes que es la materia que más odio. – suspiró.

-Lo único para que me hablas es para pedirme cosas, me siento decepcionado. – rió.

-Obviamente te voy a pedir ayuda si ya te graduaste en medicina.

-Ni que tampoco fuera un gran logro.

-Para una cabeza hueca como yo, sí.

Zayn se secó las manos y volteó a ver a su hermano. – Está bien, te ayudaré.

-Gracias, eres el mejor hermano.

-Javadd deja a tu hermano. – dijo la señora Malik, entrando a la cocina. – Muchas gracias por venir Zayn. – besó su mejilla.

-No hay de qué, me gusta cenar con mi familia.

-¿Ya te vas?

-Sí, tengo que hacer unas cosas, pero los veré mañana de nuevo.

-Está bien, no vuelvas muy tarde a tu casa.

-Claro, saluda a papá de mi parte. – se despidió con una sonrisa y salió de la casa luego de colocarse su abrigo.

Bradfort era realmente frío en invierno en comparación con Londres.

-¿Ni? Ya llegué. – avisó al entrar a su casa.

-¿Cuándo será el día que te consigas tu departamento?- apareció en bata y con una taza de café.

-Sé que amas que me quede acá. – sonrió y vio al pálido rodar los ojos. – Hablando en serio, sabes que estoy ahorrando para comprarme una casa.

-Sí, lo sé. – carraspeó la garganta. – Y no me molesta tenerte aquí, sabes que lo digo en broma. – confesó avergonzado. Le costaba mucho expresarse.

-Lo sé.

-Por cierto, vi que Louis subió una foto junto a una chica.

-Ah sí, comenzaron a salir hace unas semanas. – se sentó en el sofá.

-¿Y no me dijiste nada?

-Lo olvidé. – respondió y al escuchar como el mayor resoplaba se atrevió a consultarle una duda que tenía desde hace unos meses. - ¿Te gusta Louis?

-¿Qué? No. Las únicas veces que hemos hablado fueron cuando vino de visita, es decir, tres veces.

-¿Y?

-No me gusta, Zayn.

-¿Y por qué esa cara entonces?

-Simplemente me parecía muy caliente, así que quería probar alguna vez, no lo sé. – dijo -indiferente.

-Vaya, no sabía que eras de esos.

-¿Qué? Si alguien te parece caliente te lo tiras y listo. No entiendo como no tuviste sexo con el nunca, incluso luego de que te haya superado, como él decía.

-Es mi amigo, Ni.

-¿Eso es un límite?- rió y ahora fue el turno del menor para rodar los ojos. – Ahora si hablando en serio, se lo ve feliz y eso es bueno.

-Sí. – sonrió.

-¿Y cómo han ido las cosas con ese chico? No me contaste nada más.

-¿Qué chico?