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21 | Muerte.
John
Sabía lo que Kio tramaba, él no quería que Maia se alejara de él...
Kio quería tener a Maia devuelta. Y sí no podría tenerla él, la quería muerta.
Él sudor bajaba por mi rostro y mi mirada era débil pero me mantenía despierto. Mis manos amarradas en la camilla dolían y las sentía levemente sangrar. La esponja en mi boca al momento que los choques eléctricos comenzaron a iniciar paralizado por segundos todo mi cuerpo.
—¡Deja de resistirte!— Exclamó con una sonrisa Kio— Déjame entrar en tú maldita cabeza...—Sentí la presencia de él más cerca de mí— Déjame controlarte...
Gruñi y comencé a moverme intentando liberarme. Kio golpeó mi rostro y quitó la esponja de mi boca dejándome hablar.
—No dejaré que la dañes, no lo permitiré...—Dije mirándolo con asco—Si tan solo le tocas un cabello, ¡Te destrozare!.
Kio rió burlándose y volvió a poner la esponja en mi boca. Le grité con lágrimas en los ojos y él tomó mi mandíbula para que lo mirase.
—No te preocupes, Número uno...—Susurro en mi oído— Tú te encargara de ella...
Trás decir esto las descargas eléctricas comenzaron otra vez. Mis gritos de dolor se hacían presentes en la sala y el oxígeno se iba de mis pulmones. Dejé salir unas cuantas lágrimas y las descargas pararon.
Mi mente ya estaba débil, no podía resistir más tiempo...Kio entraría en mi mente.
—Se que lo harás bien, pequeño John...— Habló Kio y sentí como un pequeño dolor estaba creciendo en mi nuca.
Ya estaba hecho...ya no podía hacer nada.
Pocas lágrimas salieron y mi rostro seguía mirando el techo blanco. Un par de jeringas impactaron en mi cuello y mi vista apenas sentí que mejoraba.
[...]
Mi cuerpo rígido descansaba en la camilla aún con mis manos y tobillos atados.
»Lo siento tanto, Maia...«
Mi cuerpo fue liberado y él me ayudó a sentarme en la camilla.
— ¿Número uno?...
—A sus órdenes, señor.
Kio aplaudió divertido al ver mi rostro sin expresión.
—Te tengo una misión.
»Dios mío, lo lamento tanto...«
[...]
Las pesadillas eran constantes, ver a Maia inundada en el suelo con su propia sangre y verla llorar. Otras veces eran recuerdos, todas las personas que había matado estado bajo el mandato de Kio. Las veía.
Está volviendo me loco.
Pero una parte de mí estaba estable, al saber que Maia había sobrevivido. Kio no lo sabía según lo que le había dicho ella estaba muerta. Todos ya creía que la hermosa Maia Argent había muerto en mis manos.
El lugar era silencioso. Sólo lograba escuchar mi respiración entrecortada por mi llanto y algunos autos que pasaban cerca del Loft. Decidí sentarme en el sillón estando nervioso y la puerta principal se abrió dejando el sitio iluminado. Aquella figura no se daba cuenta de mi prevencia y me levanté haciendo que está girará al ver mi sombra en el suelo.
—¿Qué?...— Soltó con sorpresa.
Alcé mi rifle hacía ella.
—J-john, ¿Qué demonios?.— La voz de ella sonó sorprendida y nerviosa.
Mi cuerpo dió un escalofrío y le ofrecí mi arma.
—Por favor, mátame.
Maia negó con la cabeza lentamente e intenso acercarse más.
—No, no lo haré...— Sollozó— No puedo, ¿Por qué me pides algo así?...
—Yo iba a matarte— Suspiré— ¡Solo házlo!.
—¡Te quiero!, No puedo, nunca te haría algo así— Suplico— No eras tú...Se que tú no querías hacelo...
—Pero lo hice, ibas a morir...— Lloré—Por mi culpa. ¿¡Y sí, si hubieras muerto!?, Te hubiera arrebatado todo. Te hubiera quitado el poder formar una familia con Derek...
—Pero estoy aquí...
Negué mientras lloraba.
Maia
John levantó con rapidez el arma y se apuntó a sí mismo debajo de la barbilla. Yo con rapidez me lancé a él y lo golpe arrojando el rifle.
Él me empujó e intento tomar el arma.
Y fue cuando comenzamos a pelear golpes. Arroje el arma lejos de nosotros y tomé a John dejándolo debajo de mí mientras sostenía su brazos. Él lloraba.
—Ya no puedo...— Lloró— Por favor déjame hacerlo. Por favor...
—No, no...— Lloré— No puedo, no quiero perder...
—No quiero seguir sufriendo, cada día muero lentamente...—Suspiro—Me estoy volviendo loco, todo está atormentando me...No puedo resistir. Solo quiero morir.
Relajé mi agarre y negué con lágrimas en mis ojos.
—Yo también me estoy volviendo loca, tampoco puedo más...— Lamí mis labios— Pero vamos a poder con ello, lo prometiste...Nosotros lo matemos. Pero por favor...No mueras.
—E-esta bien...— suspiró—Voy a intentarlo.
—¿Lo prometes?.
—Lo prometo.
—Nosotros lo mataremos.— Dije asintiendo con la cabeza.
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