Cap. 2

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_El cielo no existe es solo una ilusión creada para invadirnos del infierno que hemos creado en la tierra_ 

Narra Guillermo

Las risas burlescas me aturdían, mientras intentaban cubrirme de los golpes que me propinaban fallando inútilmente, sus patadas me sacaban gritos de dolor, sus puñetazos me dejaban delirando mientras la impotencia me dominaba, impotencia de no poder hacer nada (a sabiendas de que si quería podía matarlos) solo esperar que se cansaran de humillarme por mi orientación sexual y ser un omega. Por un momento pude sentir como se detenían solo para después sentir como algo duro golpeaba mi tórax sacándome un grito desgarrador.

Cuando se cansaron solo se fueron no sin antes amenazarme de no decir nada dejándome tirado delirando de dolor por el último golpe que fue producido por un bate. Con cuidado me empecé a levantar aguantándome, empezando a caminar hacia los baños con pasos torpes, sintiendo las miradas en mí, algunos me apuntaban, otros me ignoraban y otros se reían. Sería algo inútil ir a decírselos a los profesores o a la directora, solo pasarían de mí por no manchar el nombre del instituto y ser un maldito omega.

Cuando llegue a los baños me encerré en un cubículo, sentándome en el inodoro evitando que me cayera por un mareo. De un momento a otro todo se volvió oscuro.

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Con pereza abrí los ojos, intentando moverme lo cual me arrepentí al instante, los rayos de luz de la lámpara me obligaron a cerrar y abrir los ojos varias veces. Analice la habitación en la cual me encontraba, la enfermería. Por la ventana pude ver a la enfermera hablando con Nieves quien se veía preocupada, no me sorprendí así era ella. Después de que la enfermera me revisara otra vez para asegurarse de que me encontraba bien, espero que no me revisara los brazos cuando me encontraba inconsciente. Agradecí a la enfermera saliendo del pequeño cuarto el cual me sofocaba. Cuando ya estuve afuera busque a Nieves con la mirada encontrándola hablando con Rubén y Samuel.

Con rapidez y cuidado de que no me oyeran me fui de ahí, después hablaría con Nieves. ¿Ella fue la que me encontró? ¿Por qué estará hablando con ellos?, si seré idiota siempre se me olvida que Nieves es hermana de Rubén, es algo normal que hable con él. Vi varias vueltas por la escuela hasta que fuera la hora de la siguiente clase.

Cuando llego la hora del recreo me dirigí al salón, me senté en mi lugar mire por la ventana viendo a los demás alumnos hacer cualquier actividad o simplemente comiendo. Suspire empezando a hacer garabatos en la parte de atrás de mi cuaderno.

_ Aquí estas, me asuste al no verte en la enfermería_ levante la vista del cuaderno encontrándome con la chica de coletas, espera dijo ¿nosotros?

Mire atrás de ella y ciertamente ahí se encontraban el dúo los cuales hablaban entre sí, retándole importancia a nuestra presencia.

_ Lo siento, no te había visto_ murmure tan bajo que dude si me había escuchado

_ Mm está bien_ me sonrió

_ Gracias_ ella me miro confundida_ Gracias por haberme llevado a la enfermería_ le explique

_ Oh no me tienes que agradecer a mí, fueron mi hermanito y su novio los que te encontraron_ me señalo a Samuel y Rubén los cuales tenían sus miradas en mi lo cual me hizo estremecer

_ Pues gracias_ dije en un tono más alto

_ No nos agradezcas es lo menos que podíamos hacer_ hablo Samuel mientras su pareja asentía con suavidad

Una sonrisa pinto mis labios, era la primera vez que me dirigían la palabra después de mucho tiempo.  

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_Anhelo su amor_ Ruwigetta_Donde viven las historias. Descúbrelo ahora