Lo quiero todo

Capitulo 2

Una nueva mañana empezaba, me despierto con dolor de tripa, aparte del cansancio que traigo por la resaca. Y como siempre despierto con una hambre de los mil demonios, ojo, el beber da mucha hambre después acuérdense.

Es domingo por lo que es día de hacer todo a última hora; pero la cosa es que esto es inevitable en mí. Soy dejada pero responsable, jajajaj, al fin y al cabo lo hago todo...además todo es por y para mí.

El día pasa rápido excepto por el interrogatorio de mi madre por lo de ayer.

— hija ¿qué tal ayer?―habla mama―

—bien estuvimos en casa de Alisha como siempre.

—me alegro, pero ayer llegaste tarde­­― inquiere mama ― y no avisaste. Me preocupas

—lo siento mama pero descuida me acompañaron unos amigos

— ¿Y qué amigos? Si se puede saber jovencita—habla curiosa

—Pues un compañero de clase y si solo compañero ni amigo somos mama

—mm claro nihan y tú te crees que yo no he tenido tu edad, si ahora no es nada seguro más adelante quizás...

— ¡¡mama, por dios!!

Me alejó de ella no sin antes despedirme de ella

– ¡NIHAN! Que no me entere yo que te distraes y menos por chicos―grita mamá riéndose.

—si mama ¡Te quiero! Adiós.

A mamá le toca turno noche, y a mí me toca quedarme con esta familia rodeada de mis chicos favoritos; mi hermano menor y mi perro. Por lo que ahora entro en mi papel de mini madre, porque cuando mama no está me toco reemplazarla y hacer todo. No me quejo con tal de ayudar a mi mama, ella es una mujer trabajadora y para mí siempre será la mejor.

Son las 11 y Aitor, mi hermano menor, está dormido por lo que es hora de pasear al perro.

Salgo y me encuentro con alguien que de verdad no quería ver, joder menos con las pintas que me llevo; toda despeinada y sin arreglar. Bueno como siempre, pero ahora extra puesto que voy a pasear al perro. Vamos otra Nihan.

Y ahí veo a Kalel con una chica muy guapa mona pelo rubio casi castaño de tez blanca bien vestida, acompañada de un semirecogido que por cierto es genial que llega a ser envidiable. Se parece a una muñequita porcelana. Entonces sin querer queriendo me encamino hacia ellos y escucho:

–Kalel porque no quieres jooo―dice la chica desconocida poniendo cara tristona—

― te he dicho que no―habla Kalel.

Mientras la chica le planta un beso, bueno señor beso. Que se prolonga tanto que parece absorberse el alma.

Y yo plantada ahí sin poder de dejar mirar decido darme la vuelta y seguir mi camino. Me alejó rápido de la escenita de los enamorados. La cual vi entera debido a mis ganas del chisme. Cuando giro para ocultarme de que no me vean, mi grandioso perro se pone a ladrar un lugar fijo. Decido pasar de largo cuando la persona me parece un tanto familiar, lo cual acaba resultando ser Abel.

—Creo que tu perro no me quiere mucho ―dice Abel sarcástico.

—si claro― digo con una sonrisa forzada― ¿tú que haces por aquí?

—nada... haciendo unos recados y tu ¿A dónde vas?

—yo pues paseando al perro

— ya me imaginaba por que con esas pintas — me mira de arriba debajo de manera desaprobada— no creo que nadie te deje entrar.