Ella me sonrió. Me cautivó ese pequeño gesto. De pronto su mueca cambió a una de arrepentimiento y sorpresa.
"Oh, te manche. En serio, en serio lo siento."
Efectivamente. Tenia helado en la camisa.
"Esta bien, no importa."
Ella me sonrió. Me cautivó ese pequeño gesto. De pronto su mueca cambió a una de arrepentimiento y sorpresa.
"Oh, te manche. En serio, en serio lo siento."
Efectivamente. Tenia helado en la camisa.
"Esta bien, no importa."