CAPÍTULO CUATRO

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Ella me sonrió. Me cautivó ese pequeño gesto. De pronto su mueca cambió a una de arrepentimiento y sorpresa.

"Oh, te manche. En serio, en serio lo siento."

Efectivamente. Tenia helado en la camisa.

"Esta bien, no importa."

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora