CAPÍTULO CUARENTA Y CUATRO

5 0 0
                                    

Me vio, pero no pregunto nada. Solo me abrazo. Después de tanto tiempo volví a sentir la calidez de alguien. Admito que me recordó aún más a mi ex esposa. Pero también me enamoro más de quien me abrazaba.

Cada vez estaba más seguro de que era la indicada. Me decidí finalmente. Me iba a declarar.

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora