A good accident (Reescribiendo)

The Incident

- ¡Atrapen al hurón! ¡Que no se lastime! - McGonagall corría por los pasillos mientras varios alumnos más le seguían tratando de atrapar al pequeño hurón blanco que corría asustado hasta que se vio acorralado por todos en el pasillo.

- ¡Draco! - Harry apareció entre la multitud y se acercó a la pequeña hurón y la tomo en brazos, tratando de calmarla acariciando suavemente su cabeza. - Amor....¿qué hacemos ahora? - volteó su vista hacia la profesora quien solo suspiraba.

¿Cómo habían llegado a eso?

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El día finalmente había llegado y Harry corría desde su habitación, esquivando a varios alumnos, mientras iba en dirección a las habitaciones de los Slytherin. Había dormido al menos tres horas, no pudo dejar de pensar en Draco durante toda la noche y ahora podía volver a verla y estar con ella todo el día, sin duda la felicidad que sentía en esos momentos era incomparable.

Justo cuando llegó al pasillo que conectaba a las casas pudo ver a la albina, haciéndolo sonreír aún más, corriendo hacia ella, quién lo veía con una tímida sonrisa.

Harry tomó la cintura de la albina, levantándola mientras daba un par de vueltas con ella sujetándose de sus hombros. Ambos reían y se veían con tanto cariño, los demás miembros de otras casas los veían extrañados pues hace no más de unos días, se suponía que habían terminado.

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- ¿Dormiste bien? - Draco dejó pequeños besos en la nariz de Harry, gracias a que la tenía en alto podía hacer ésa acción sin problema alguno, haciendo reír al pelinegro.

- Lo poco que logré dormir, si - Harry bajó a la albina con cuidado, tomando ahora su rostro entre sus manos suavemente para besar sus labios siendo correspondido por la contraria.

- ¿Porqué dormiste poco? Después te duermes en clase - Draco rodó sus ojos levemente para luego tomar la mano de Harry, comenzando a caminar al comedor.

- Porque había una linda chica en mis pensamientos, una chica de la que estoy enamorado y que ahora es mi novia~ - Harry soltó la mano de la albina y la pasó a su cintura, acercándola a él mientras seguían su camino al comedor.

- Eres tan meloso - Draco hizo una mueca de disgusto, dramatizando lo dicho por el contrario haciéndolo reír bastante fuerte.

- Soy tu meloso, amor - Draco se sonrojó bastante fuerte ante el apodo y golpeó suavemente el pecho del más alto.

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Cuando la pareja entró al comedor fueron directamente a la mesa Slytherin, donde se encontraban sus amigos, se sentaron juntos y comenzaron a comer mientras conversaban entre todos. Harry no paraba de ver a Draco, mientras tenía su rostro sostenido por su mano, admiraba cada pequeño detalle de la albina y acercó su rostro a la mejilla de la mencionada haciéndola sonrojarse y voltear a verlo confundida.

Harry seguía observando su rostro fijamente, admirando su nuevo descubrimiento. ¡Draco tenía pecas! Muy pequeñas y casi desapercibidas, pero pecas al final.

Harry sonrió ampliamente y comenzó a besar las mejillas de Draco, besando cada peca y diciéndole lo mucho que la quería. Draco parecía más un tomate que persona en estos momentos.