The Question

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Ya habían pasado tres días desde el ataque de los Mortifagos a Hogwarts, los que habían resultado heridos ya estaban en proceso de recuperación y los que habían muerto ya habían sido enterrados, a excepción de uno, aquella trágica muerte que dejó una gran herida.

Ginny Weasley fue llevada para ser acusada por sus crímenes en el Ministerio de Magia. Todo Hogwarts esta de luto tras la pérdida de dos de los profesores, Dumbledore y Snape fueron los que recibieron el hechizo que Ginny le había lanzado contra la albina ése fatal día, pero gracias a ellos, Draco ahora yacía en una camilla, recuperándose y recobrando sus fuerzas.

Todos los cercanos a Dumbledore y Snape estaban rodeando las tumbas, todos vestidos de negro, con flores en sus manos mientras esperaban a que colocasen las tumbas en su lugar. Harry mantenía la cabeza abajo, mientras trataba de retener su llanto, Dumbledore se había vuelto la figura paterna en su vida y ahora lo había perdido, Hermione y Ron estaban a su lado al igual que Blaise. Pansy por su parte se había quedado con Draco por si ésta despertaba que no estuviese sola.

Las horas pasaron y después de pasar en luto a los profesores, todos los alumnos caminaban a Hogwarts en completo silencio, cuando entraron a la institución la tensión en el ambiente era notoria y para aliviarla comenzaron a separarse en grupos, algunos fueron al jardín y otros fueron a sus habitaciones.

Harry corrió a la enfermería para ver a Draco, siendo seguido de Ron, Blaise y Hermione ya que Narcissa Malfoy había llegado a dónde ellos a decirles que Draco había despertado. No tardaron mucho en llegar, Harry fue el primero en entrar y colocarse al lado de la albina, acariciando las mejillas de la misma. Pansy se alejó de la cama llendo con los demás, quienes se habían mantenido varios pasos más alejados, Narcissa observaba la escena con una pequeña sonrisa, su hija estaba en buenas manos.

Los sollozos de Draco eran casi inaudibles debido a que se encontraba escondiendo su rostro en el pecho del pelinegro en un fuerte abrazo, los dos habían extrañado esto, se habían extrañado y el miedo de Harry por perder a Draco era simplemente inimaginable y más ahora, donde estuvo tan cerca de hacerlo...

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Harry pasó el resto del día junto a Draco, se aseguraba que la albina se alimentara bien, aunque no debía de insistir mucho en eso, y se aseguraba que consiguiera el descanso que el médico le indicó. Cuidar de Draco no fue tan difícil, mayormente porque no estaba dándole pelea, porque a penas veía al pelinegro entrar con la comida le insistía en que se apresurara y poder comer, y cuando tenía sueño le pedía a Harry que la dejase tomar su mano, consiguiendo dormirse en minutos.

Así pasó un mes más y el invierno estaba cada vez más cerca, McGonagall había quedado como directora de Hogwarts y por motivos de seguridad había decidido adelantar la graduación para finales de Noviembre para que en Diciembre el Ministerio de Magia incrementara la seguridad de la escuela.

Ya iban por la mitad del mes, ya Draco se había recuperado en su totalidad y las clases habían vuelto a darse sin ningún atraso. Narcissa y Lucius venían seguido a confirmar el estado de Draco junto a un médico, aunque Draco se quejase de que ya estaba mejor.

En los muros de las escaleras, habían dos nuevos cuadros, en honor a los profesores que habían fallecido no hace mucho, ambos fueron puestos uno al lado del otro y muchos alumnos cuando necesitaban consejos iban a los cuadros a pedirlos, eran más frecuentes las visitas de los más nuevos y de Harry y Draco, quienes llegaban solamente a hablar con ambos profesores.

La propuesta de Harry hacia Draco para que fuese su pareja en el baile fue un desastre, se suponía que Ron y Blaise conseguirían cientos de las flores favoritas de Draco, Hermione prepararía un hechizo para levitar velas en orden para la frase "¿Baile?" y Pansy se encargaba de traer a Draco y asegurarse de que ella no hiciera algún tipo de trampa para saber lo que tramaban, pero, como ya mencioné...fue un desastre, Hermione no logró hacer la frase, Pansy perdió de vista a Draco...después de dos minutos de haber estado con ella en el corredor y Ron y Blaise...ellos solo consiguieron 5 de las flores que les pidieron. Harry sentía que iba a llorar, su propuesta se había arruinado y Draco merecía eso, merecía una propuesta inolvidable y nada estaba saliendo como quería, deseaba que la tierra lo tragase ahí mismo o que Draco no apareciera en el gran salón en todo el día para poder arreglar todo ése desastre.

Claro, la vida no estaba de su lado y justo cuando estaba terminando de apagar la última vela, Draco entró al gran salón, observando a Harry confundida al ver la cantidad de velas y el ramillete de 5 flores en el suelo. Harry sentía que se iba a desmayar en ése momento, por favor ¿qué pecado hizo para que la vida lo castigara así?

Draco salió del salón tan rápido como llegó y volvió a desaparecer por un par de horas, hasta que ya era de noche, en menos de dos semanas era el baile y Harry aún no había conseguido proponerle el baile a Draco, muchos decían que, si ya eran pareja ¿para qué proponérselo? ¿Cómo podían pensar eso? ¡Harry era un romántico de primera! Él debía pedirle el baile a Draco fuese o no, obvio para la albina.

Draco solo apareció hasta la cena, sentándose al lado de Harry, dejando un beso en su mejilla y actuando como que no vio nada en el salón hace unas horas. Harry pensó que era raro, mas no dijo nada al respecto y siguió con la cena lo más tranquilo posible.

Cuando ya era hora de ir a los dormitorios, Draco salió rápidamente del comedor perdiéndose entre todos los alumnos, dejando a sus amigos y novio bastante confundidos. Al llegar al final del pasillo el grupo se separó pero Ron no acompañó a Harry al dormitorio, se fue al de sus hermanos mayores, dejándolo el doble de confundido.

Le restó importancia, seguro le habían pedido que fuese o algo por el estilo, también había escuchado algo de que Ginny sería ejecutada o algo así, la verdad no le importaba. Entró s su habitación y grande fue su sorpresa al ver varias velas flotando por el lugar y un adorable peluche de culebra adornando su cama, sonrió ampliamente y tomó al muñeco con cuidado, le recordaba a Draco. Poco después se sobresaltó al sentir unas manos sobre su espalda, haciéndolo voltearse rápidamente, viendo a la albina sonriendo tímidamente.

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- Draco, que susto me diste amor — Harry tomó el rostro de la contraria y dejó un pequeño beso en sus labios, haciendo a la albina reír.

- Lo siento cariño, ¿te gustó mi regalo? — señaló al pequeño peluche que tenía en sus manos y el pelinegro asintió sonriente.

- Me encanta, me recuerda mucho a ti amor — Harry besó de nuevo los labios contrarios. - Pero...tengo una pregunta, ¿cómo lograste entrar aquí?

- Tuve un poco de ayuda — Draco sonrió, no podía decirle que Dumbledore le había dado la contraseña para poder a la sala común de los leones y que hasta la señora del cuadro estaba asombrada por ver a una Slytherin entrar a la sala común de Gryffindor, mas no objetó nada como Dumbledore le había pedido.

- Con que un poco de ayuda, ¿mm? — Harry levantó sus cejas en un gesto divertido y se sentó en la cama, su cabeza quedando a la altura del pecho de Draco, reposando su cabeza en ése lugar.

- Ven conmigo al baile — Draco soltó sin dudar, Harry levantó su cabeza tan rápido que juró que se pudo haber arrancado de su cuerpo.

- Draco, yo...¡Yo quería pedírtelo, en verdad! Pero no lo logré y ahora yo n- — la albina lo detuvo besando sus labios para luego reír.

- Lo se amor, se que llevabas tiempo planteándolo, Ron y Hermione no son muy discretos cielo — La risa de la albina aumentó al ver como Harry gruñía y rodaba sus ojos.

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Harry aceptó, aceptó ir al baile con Draco pero acordaron que dirían que Harry fue el que se lo pidió simplemente para que Ron no lo molestase, aunque la albina no tenía problemas con eso, la relación era de ambos, ¿porqué era ella la única en recibir detalles de su pareja? ¿Porqué no podía ella hacer lo mismo por su novio?

Después de pasar un par de minutos juntos, Draco se fue a su habitación lo más rápido y discreta que pudo. Cuando llegó Pansy estaba en el quinto sueño, por lo que caminó de forma silenciosa a su cama y se arropó entre las mantas. Soltó un suspiro antes de comenzar a quedarse dormida.

Harry sostenía el pequeño regalo de su novia contra su pecho mientras comenzaba a quedarse dormido, creyó escuchar a Ron entrar a la habitación pero estaba muy cansado para realmente confirmarlo.








Al final, si irá con Draco al baile, no pasó como planeaba pero estaba feliz por el hermoso detalle y esfuerzo de su novia. Definitivamente quería pasar el resto de su vida con ella.

A good accident (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora