65⚡️

6K 351 31
                                    

• Sami •

Una semana completa me dejaron en el hospital aunque de todas formas tan malo no era porque podía visitar a Ciro todas las veces que quisiera.

Era todo bastante complicado, teníamos que estar pendiente día a día. A veces progresaba mucho y al día siguiente retrocedía. Nunca teníamos la certeza de que iba a pasar.

Hoy tocaba volver a casa, y volver a casa sin mi bebé era una de las cosas más difíciles que me habían tocado pasar, y eso que a lo largo de mi vida la había pasado mal...

-no quiero- solloce viéndolo desde la incubadora y abrazando a Mateo

-mañana venimos amor, todos los días lo vamos a ver- trató de contenerme y sonreírme con ternura aunque sus ojitos brillosos también me hacían ver que no estaba todo tan bien como trataba de aparentar

-chau hermoso, mañana venimos sabes?. Igual acá hay mucha gente que te va a cuidar si chiquito? Te amo- sonreí con todavía muchas lágrimas corriendo por mi cara mientras sostenía su manito diminuta

Terminamos de rellenar los papeles que quedaban y luego retomamos el viaje a casa, después de una larga semana volver a mi cama, mi baño, y a la tranquilidad no me iba a venir nada mal...

Lo primero que hice cuando llegue fue tirarme a la cama y seguir llorando. Odiaba la idea de dejar a una cosita tan chiquita sola, se suponía que tenía que estar con nosotros.

-dale amor... no me gusta verte así- dijo Mateo recostándose a mi lado y dándome unos cuantos besos

-quiero que esté acá... con nosotros

-y yo también chinita... pero es lo qué hay. No podemos hacer nada. Agradezcamos que esta bien, no tiene nada grave. Se va a recuperar dentro de poco y vamos a tener toda la vida para disfrutarlo- me sonrío acariciando mi cara y corriendo los mechones que se me pegaban por las lagrimas

-como haces chabon?- le sonreí abrazándolo

-con que? Como hago que?- soltó confundido

-para ser tan perfecto

-ahhh nose... me sale natural- rio guiñándome el ojo

-bobo- reí

-ves que sos hermosa cuando te reís. Deja de llorar dale... vamos a preparar algo para comer y después nos clavamos una re siestita queres...

-te amo chinito- dije conectando mis ojos con los de él y encajándole un tierno beso

-yo mucho más Samira Banana

Nos quedamos un ratito más hablando y mirando las fotos de nuestro bebé hasta que decidimos por fin, levantarnos y ver que podíamos hacer para comer.

Decidimos preparar pizza casera, ya que teníamos tiempo y todos los ingredientes.

-yo amaso, así no haces fuerza- sonrío mi novio metiéndose y mandando las manos a la masa

Yo mientras me encargaba de buscar las cosas para la salsa y lo observaba detenidamente. Hacia unas caras raras de concentración que me hacían morir de risa.

-pero que bombón que me estoy comiendo lpm- grite chiflando

-Jajajajajaja Samira que te pasa- rio

-gil- lo mire con cara de culo tirándole harina

-eehhh que hacemos? Queres jugar chinita?- me miró achinando los ojos y empezando así una guerra de harina

-para... para ya está!!- me queje escupiendo el polvo que me había entrado en la boca

-tas facherita- rio tocándome la punta de la nariz y pasando sus manos por mi cintura

-vos estás irreconocible. Imagínate un Mateo blanco... me muero- reí

-ay todo porque es rubia- dijo haciéndome burla

-el negrito ojo oscuro, Mateooooo- solté cantando como ozuna

-me das un beso?- sonrío. Era muy gracioso vernos a los dos completamente cubiertos de harina hasta las pestañas

-ni en pedo... estas re mugriento

-dale... un besito- empezó a acercarse para joderme

-Mateooooo noooo- empece a gritar tratando de safarme

Me encajo un par de besos todos rancios hasta que me pude librar y empujarlo

-tarado- lo insulte

-puto, feo... así- rio haciéndome fuck you y también logrando que vuelva a reír

Entre jodas y pavadas terminamos de preparar la pizza y luego de limpiar un poco el enchastre que habíamos hecho, nos dispusimos a comerla.

-quedó buena- sonrío clavándose un tremendo pedazo y comiendo cuál animalito

-te vas a ahogar negro- reí limpiando un pedazo de queso que le había quedado al costado de la boca

-es que está rico- sonrío con la boca llena

-si, veo- reí yo

Al terminar yo me puse a lavar los platos mientras Mateo salió a hacer no se que

-tráete dos cucharas sheina- me sonrío guiñándome el ojo y mostrándome el tremendo pote de helado que había comprado

-te dije que sos el mejor- grite ya que él ya se estaba yendo a la pieza

-ya lo seeee- gritó él

Termine todo rápido y me fui a la pieza con las dos cucharas que me había pedido

-Mateo ya vimos esa- rezongue tirándome a su lado

-enserio?

-si salame, encima hará 1 mes o menos

-uhh colgué

-eso te pasa por dormirte en todas las películas

-bueno deja de pelearme y busca una que pedí tus gustos favs- sonrío abriendo el pote y acercándome a él para que lo abrazara

Capítulo re mil trolo
Quedan poquitos igual 🥺

Imprevisible Donde viven las historias. Descúbrelo ahora