Capitulo 6

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  —Oye, Gen— Comenzó a hablar el chico. Los ojos curiosos de la contraria vieron al chico indicándole que podía seguir hablando. —La primera vez que te pedí una cita... ¿Por qué me dijiste que si? Digo, estoy seguro que todos en la escuela se piensan que soy un Don Juan que solo juega con las chicas. Seguramente incluso tus amigos te lo habrían dicho. ¿Por qué dijiste que si?—Pregunto el chico un tanto confundido, recordando momentáneamente el gran nerviosismo que lo había invadido la primera vez que intentó enfrentar sus miedos y pedirle una cita a la chica que justo ahora estaba frente a él. ¿Quién hubiese pensado que las cosas estuviesen saliendo tan bien? La contraria sonrió ligeramente mientras recordaba la encantadora expresión que tenia Kaminari la primera vez que la invitó a salir. Sus ojos estaban cerrados fuertemente, y un hermoso carmín adornaba sus mejillas. Esa fue una de las primeras veces en las que Gen había visto a un chico tan nervioso. Sin poder evitarlo también recordó la primera vez en que Kaminari le había dicho lo buena que era, y como la había halagado sin pudor alguno. Evidentemente, no había perdido nada al comenzar a salir con el.  

"No porque hayas tenido muchas novias significa que seas un mujeriego. Solo estas buscando en las opciones incorrectas. Además, ¿Qué podría perder?" Preguntó la chica mientras sonreía felizmente. "Mira como resultaron las cosas. Ya pasamos por treinta asombrosas citas en las cuales me he divertido mucho." Continuo ella. "Y haz demostrado ser un gran chico. No me puedo imaginar un héroe que sea una mejor persona que tú" Termino aquella voz robótica, a lo que el contrario sonrió melancólicamente mirando a la mesa.  

—Me alegro mucho que lo veas de esa manera— Habló el chico bajando levemente su mirada. Eso había sido halagador y relajante de cierta manera. El saber que ella no lo veía de la manera en la que todos los demás lo veía era encantador. El saber que ella pensaba de el de aquella manera era como saber que había alguien ahí para él. Era saber que una persona realmente estaba feliz de conocerlo de una manera genuina. 

"¿Pensabas que iba a ser así de prejuiciosa? No te conocía. ¿Querías que te juzgara de esa manera?" Pregunto la chica confundida. El rubio no supo porque, pero aquella expresión tan tierna que la chica hizo causó que su corazón pegara un vuelco, y mientras sus mejillas se teñían de un carmín impresionante, se acercaba levemente a la chica sin siquiera notarlo. Sus miradas conectaban y sus respiraciones chocaban entre si, pero sus labios no chocaron. No aun por lo menos. Kaminari debía de preguntar antes, y no quería arruinar el momento haciendo las cosas incomodas entre los dos después de un beso. Así es. Nuestro gran y coqueto Kaminari estaba asustado. Tenia miedo de arruinar las cosas con la chica. 

Nunca había sentido algo parecido  por alguien, y el pensar que había una posibilidad de perder eso que estaba comenzando a cultivar con la chica comenzaba a ponerlo nervioso. Comenzaba a hacerle sentir un increíble miedo dentro de su pecho. Nunca encontraría alguien como Gen, por lo que quería hacerlo todo perfecto para ella. 

Quería ser un hombre del cual ella pudiese sentirse orgullosa. Quería mejorar para lograr ser lo que ella necesitaba. Mientras tanto, la chica se quedo un tanto confusa. Ella deseaba que aquel momento pasara. No le molestaría el darle su primer beso a Kaminari, después de todo, algo dentro de su pecho le decía que estaba bien, pero resignándose se dijo a si misma que si el no estaba preparado, ella podría esperar por el, no importaba cuanto tiempo le tomara. 

[...]

—Nunca logre preguntarte, ¿Cuál es tu Koseii? Tu siempre has reconocido mi koseii, después de todo me viste en el festival deportivo, pero tu nunca me has mostrado tu particularidad— Dijo el un tanto confuso. La chica un tanto pensativa acerca de como explicar su koseii tomo su teléfono y comenzó a teclear a una velocidad impresionante. No paso mucho antes de que aquella voz robótica comenzara a leer el mensaje de la chica.

"Bueno, mi koseii se basa en la visión. Puedo ver la debilidad de una persona sin importar distancia. Solo tengo que verlo de cuerpo completo para poder reconocer todas las debilidades de esta persona, las cuales son indicadas con un llamativo color rojo el cual cubre la zona. También reconozco el porcentaje de dolor físico o mental que esto causaría." Termino la maquina. El contrario sonrió felizmente lleno de emoción, y guiado por este sentimiento de felicidad y regocijo se levanto frente a la chica y extendió sus brazos.

—¿Cuál es mi debilidad? ¡Así podre mejorar esos aspectos de mi para ser un mejor héroe!— Exclamo Kaminari mientras sonreía de aquella manera que solo el sabia hacer. Esa sonrisa tan radiante como el sol, y, contagiándole aquella actitud a la chica, Gen comenzó a escanear al rubio en un intento de identificar las debilidades de este.

"Usualmente el mayor porcentaje de una persona esta en la parte baja de los hombres, y en el busto de parte de las mujeres." Había comenzado ella haciendo algunos cálculos mentalmente, pero las matemáticas no lograban formar un cien por ciento. Físicamente el porcentaje de dolor que podría ser infringido era simplemente un veinticinco por ciento. Tan solo el veinticinco por ciento. ¿Dónde estaba el resto? 

"Algo esta mal..." Escribió ella sin siquiera ver el teclado de su celular. Kaminari alarmado alzo una ceja y volvió a sentarse, y mientras tanto la joven seguía intentando averiguar en donde estaba el otro setenta y cinco por ciento de sus debilidades. No lograba entender. Siempre había encontrado el cien por ciento de daño en una persona... Pero no siempre en el cuerpo de la persona. Usualmente habían mas cosas que podrían infligir daño a una persona que no estaban en su cuerpo. Tal vez un objeto o algo así, por lo que, intentando resolver sus dudas, la chica comenzó a voltear hacia cada lugar del local, pero sin encontrar nada simplemente se resigno. 

"No sé cual es tu debilidad mas grande" Termino ella mientras suspiraba y colocaba ambas manos cubriendo su cara, pero poco tardo para notar que sus manos estaban pintadas de un llamativo color rojo. De hecho, todo su cuerpo estaba de un llamativo color rojo, por lo que, de manera inmediata, sus mejillas se tornaron de un color carmín intenso. 

"Soy yo" Pensó ella cayendo en aquella hermosa realidad.

"Soy yo" Se repitió a si misma mientras sonreía bobamente.


Espero les haya gustado, gracias por leer. 

    

Hablar Por Ti -- Denki Kaminari x Tu/OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora