Capítulo 30: La sinceridad duele

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 –Lincoln: Después de lo que hice, imaginando que fuéramos novios ¿me amarías? 

 -Liberty: Tú salvaste mi vida, sin ti yo no estaría con vida. Quizás este el inicio para darnos una oportunidad.

 Lincoln no tenía palabras para describir cómo se sentía, estaba sorprendido de ella, ha pasado todo un año en coma, pero ahora la mira de otra manera. Pero primero tenía que ser sincero con ella. 

 –Lincoln: Antes de seguir con esta conversación quisiera contarte mi historia sobre mis hermanas. 

 La peliblanca asintió. Le tomó un poco más de dos horas, durante el relato ella intervino con algunas preguntas y el la contesto, no de la manera que ella se esperaba, algunas eran convincentes pero otras eran incómodas.

 –Liberty: Fue una historia muy inesperada- la peliblanca ahora se encontraba muy insegura- ¿Y qué piensas hacer, vas a tomar responsabilidad sobre tu hija? 

 -Lincoln: No lo sé aún, no quería que esto terminará así. 

–Liberty: ¿Y qué esperabas? Si los tres tuvieron sexo. 

 –Lincoln: Pero nos cuidabamos, sabía lo riesgoso que era si alguna de ellas quedara embarazada, el día que los tres fuimos al motel me engañaron diciendo que habían tomado una píldora que evitaba que queden en cinta. 

 –Liberty: Lo único que puedo decir es que tienes que encargarte de esa pequeña. Creo que nuestra conversación termina aquí. 

 La peliblanca le pidió a Lincoln que se marche de su casa y él obedeció, él no regresó a casa, sino se fue al lugar donde dijo a sus padres que iría, a la casa de su amigo Clyde. Cuando llega a casa de su mejor amigo igual que Liberty cae al suelo desmayado, y Lincoln también lo llevó a rastra hasta el sofá. 

 –Clyde: Amigo no puedo creer que hayas despertado. 

 –Lincoln: No has cambiado nada amigo.

 –Clyde: Debes entenderme que ha pasado un año desde que tuviste el accidente, han pasado varias cosas desde aquel entonces. 

 –Lincoln: Acabo de venir de visitar a Liberty. 

 –Clyde: Para nosotros el motivo de su intento de suicidio siempre fue un misterio, lo poco que supimos fue que sus padres estaban separados, y había recibido una decepción amorosa.

 –Lincoln: Nunca te llegué a contarte, pero ella se me declaro un día que me invitó a su casa para ver ¡arggg! 

 -Clyde: No puedo creerlo amigo. 

 –Lincoln: En parte fue culpa mía. 

 –Clyde: No digas eso amigo. ¿Hicieron las paces? 

 –Lincoln: Si, se puede decir que sí. 

 –Clyde: Parece que les tomará tiempo aún. 

 –Lincoln: Tú lo has dicho amigo. 

 –Clyde: Cambiando de tema, me imagino que hayas te habrá dado cuenta lo que paso en tu casa. –Lincoln: ¿A qué te refieres específicamente?

 –Clyde: ¿Como a cuál?, un desgraciado embarazo a tu hermana, a Lori- el estómago de Lincoln de revolvió las entrañas- la embarazo y abandonó a su propia hoja, como pudo hacerle eso a Lori. En las palabras de Clyde se notaba una gran rabia, Lincoln empalideció, él sabía muy bien que su amigo siempre ha estado profundamente enamorado de su hermana mayor, y él la hizo suya, Lincoln sintió un gran peso llamado cinismo – tienes idea de quién puede ser ese canalla. 

 –Lincoln: No amigo, no tengo la más mínima idea – le mintió a su amigo descaradamente.

CONTINUARÁ...

Yo amo a mi hermana mayor (Loricoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora