𝗨𝗻𝗼

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Ya habían pasado varios días desde aquella noticia, y desde entonces Rubius no quería ni ver a Willy, aunque este intentaba acercarse de todas las maneras posibles.

Al principio le dio igual, pero mientras más tiempo pasaba más insoportable se volvía.

Tenía tremendas ganas de agarrarlo por los cabellos y estamparlo contra cualquier cosa.

Lo haría, de no ser por sus padres.

—¡Déjame en paz, maldita sea!— exclamó hacia su gemelo, completamente hastiado.

—Ah..— fue lo único que pronunció Guillermo. Se alejó un poco de su copia y suspiro.

Y era verdad, Willy y Rubius eran como dos gotas de agua, con cabello blanco y unos ojos verdes por demás hermosos, envidiados por todo al pueblo al tener semejantes genes. Era obvio él como lucían, ambos eran parte de la realeza. Su porte era sin igual.

Lo que los diferenciaba eran esas lindas orejitas de oso que Rubén poseía, y su hermano no.

—Yo solo quería disculparme Rubius, no era mi intención hacerte enojar— susurro el menor por apenas unos minutos.

—Yo.. lo siento, solo estoy alterado ¿Bien? Toda mi corta vida estuve pensando que sería el Rey..— comenzó a relatar, volviendo a caminar —Y de un momento a otro.. me dicen qué tal vez te pueden dar ese privilegio  a ti— gruño bajito.

—¡Yo no quiero tu tonto trono! O tu corona. Yo solo quiero ser feliz hermano. Cuando tengamos la batalla, me dejare vencer y será todo— hablo tranquilo.

—Si.. es buena idea.. igual, tú no podrías manejar el trono—

El adverso se detuvo en seco.

—¿que haz dicho?— lo miro desafiante.

—Que no podrías con la corona, y es la verdad— se puso frente a él, y se acercó hasta que sus respiraciones se mezclaron.

—Oh, ya verás como te tragarás tus palabras— sus narices rozaron y..

Willy lo empujó con brusquedad. Le había llamado incompetente, y eso le enojaba.

Sin mas, se fue directo por el pasillo.

—¿Eh? ¿Qué demonios pasó aquí?— una voz diferente lo hizo voltearse.

—Hey, Niño bonito, ven aquí— Rubén estiró sus brazos hacia el menor.

El chico que parecía tener dieciséis años, lo abrazó con fuerza.

—¿Ahora por que peleaban?— habló el Omega.

—Le dije a Willy que no podría con el trono— beso su frente.

—¡Por Dios Rubén!— exclamó.

—Auron, sabes que odio ese nombre.. suena tan.. tan.. no se— se rindió.

—Mira Rubius, sabes que te quiero mucho.. pero si te pasaste— se alejó del adverso.

Rubius volvió a abrazar al de menor estatura.

—¡Perdón!—

—¡A mi no es a quien le tienes que pedir perdón, tarado— lo piso para que lo soltara, cosa que logro.

Auron era hermano de ambos chicos, príncipe menor, Omega. El favorito de los reyes.

Estaba comprometido con un príncipe lejano, cosa que tenía a Guillermo y a Rubén preocupados, ya que este era un matrimonio arreglado, y no querían ver a su hermanito infeliz. Al menos estaban de acuerdo en algo.

—¡Auch! Si dolió— se quejó Rubius, mirando mal al menor.

Auron, al contrario que sus hermanos, era peli-negro, con ojos del mismo color, aún así, su belleza era inigualable, y tenía el mismo porte que su padre Omega, digno de la realeza.

—Necesito irme, tengo que planear algunos arreglos de la boda— comento desganado el chico comprometido.

—¡Ahh! Maldita boda de mierda. No tienes que casarte si no quieres— lo tomo por los hombros, sacudiéndolo.

—Ya basta.. basta.. ¡Dije basta! Suéltame— gruño contra el híbrido de oso. —¿Por que estas tan enojado respecto a eso?—

—Primero que nada ¡Es forzada la boda! Segundo, tu prometido no me cae bien, es demasiado.. oscuro..— se encogió de hombros —Y muchas cosas más que no dire—

—Luzu no es malo— la reclamo al mayor —Es muy lindo..— sus mejillas tomaron un ligero tono carmín —¡no me mal interpretes! No estoy de acuerdo con la boda, es demasiado forzada y ni siquiera conozco bien a quien será mi esposo, pero.. si pudiera elegir a alguien para hacer esta tontería, seria a él. Es buena persona, y se que aunque no me ame, me tratara bien..— se excusó.

—Jum.. tal vez tengas razón..—

—Si, y también tengo razón en que tienes que ir a pedirle perdón a cierta persona— lo comenzó a empujar por el pasillo, bajo la atenta mirada de la servidumbre.

—Ah.. no quiero—

—Denegado. Vas a ir quieras o no— hablo con voz firme, dándole un último empujón —Bien, me retiro. Mas vale que me obedezcas— sentenció.

—Lo que su majestad diga— hizo una reverencia en forma de burla y rio, haciendo que Auron rodara los ojos y se marchara.

En completo silencio camino hasta la recámara de el otro Alfa, quería hacer las pases.

—Willy.. abre..— murmuro al darse cuenta que la puerta estaba cerrada con candado.

—No quiero..— hablo Guillermo detrás de la puerta, su voz se escuchaba algo quebrada.

—Por favor, hablemos— suplico.

Pasaron unos minutos y nada sucedió. Cuando estuvo por rendirse, escuchó que Willy abría la puerta.

—Willy, yo..— un fuerte abrazo lo hizo quedarse mudo.

El adverso lo estaba abrazando mientras soltaba pequeños sollozos.

—¿¡Willy!? Mi Niño ¿estás bien?— lo tomo por las mejillas para poder limpiar con cuidado sus lágrimas.

—Creí q-que.. no vendrías..— susurro el Alfa menor.

—Ya.. no tienes porque ponerte así..— trato de tranquilizarlo.

—Cuando discutimos en el pasillo.. me sentí muy mal..— hablo ya más calmado, cerrando sus ojos.

—William, yo tuve la culpa..— Alejo un poco al menor, para poder entrar ambos a la habitación.

—Si, eso lo sé— río un poco, terminando de secar sus lágrimas —Pero aún así me sentí mal.. me dieron ganas de llorar y.. creí que no vendrías y.. y.. y..— se calló abruptamente, mordiendo su labio inferior.

—Ya duérmete ridiculo— hablo divertido, empujando a Willy hacia la cama para que se acostara.

—¿Como en los viejos tiempos?— preguntó, acurrucándose en la cama.

—Si, si.. como digas..— después de decir aquello, se acercó al adverso, sentándose a su lado.

Comenzó a acariciar sus cabellos como cuando eran niños.

Willy no era sensible, ni era tan santo como se veía, de hecho, era algo cruel a veces, un Alfa importante.. pero con su hermano, se deshacía. Se derrumbaba por completo.

—Duerme..— fue lo último que dijo, viendo cómo Guillermo entraba al mundo de los sueños.

Dejo un beso en su frente y salió de aquella habitación.

Su relación de Amor-Odio era tan extraña.

【𝗧𝗛𝗘 𝗖𝗥𝗢𝗪𝗡 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗛𝗘𝗜𝗥】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora