𝗗𝗼𝘀

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Rubén se encontraba junto a Luzu en la habitación de Auron.

El menor de los tres había salido a buscar algo, dejando a su hermano y a su prometido solos.

Rubius + Luzu = muerte.

—¿Puedes dejar de mirarme así?— suplicaba Borja en un tono de fastidio.

—No, me caes mal— se sincero.

—En unos minutos llega mi Familia y si te me quedas mirando así juro que te golpeare— sentenció.

—Inténtalo—

Y como por arte de magia, Raúl volvió, sonriente.

—¡Luzu! Tu familia a llegado. Están abajo esperando— hablo Auron.

—Bien, vamos— se levantó.

Los tres chicos comenzaron a caminar, hasta llegar a la sala principal, donde ambas familias se encontraban reunidas.

—¡Mami!— Borja se acercó hasta sus progenitores y los abrazó.

La mirada de Rubius recorrió a todos.

Empezó con su madre, su padre, le siguió su hermano Guillermo, después su hermano Auron, para proseguir con los suegros del antes nombrado.

Soltó un suspiro, siguiendo con su recorrido. Vio a Luzu, y ahí se dio cuenta, que a su lado había otros dos chicos desconocidos para él.

—Mucho gusto, soy Samuel— saludo como si nada uno de los chicos.

—¡Yo Alexby!— habló el menor.

Miro algo preocupado a los Reyes de la otra región, dándose cuenta de que lucían calmados.

Sus padres les hubiesen regañado y corregido si se hubieran presentado así.

¡Eran príncipes!

Su mirada quedó centrada en el de ojos morados. Su corazón dio un vuelco de 160°

Todo a su alrededor se le olvidó, ese Alfa había llamado la atención de su animal interior.

Y entonces cayó en cuenta.. ¡Era otro Alfa!

Samuel..

De un momento a otro todas las miradas estaban en él.. ¿Por que?

Ouh.. pensó en voz alta.

—Eh, y-yo.. Me siento mal, con permiso— salió casi corriendo de la sala, dirigiéndose para su habitación.

Tenía que ser una maldita broma..

Se encerró para que nadie pudiera entrar, intentando pensar, o al menos intentarlo.

Todos sus sentidos se encendieron al olfatear un olor a fresas muy cerca. Retrocedió un poco cuando unos golpes en la puerta se escucharon, no deseaba verlo.. a quien engaña ¡Si quería verlo!

—¿Señorito doblas, esta ahí..?— escuchó su voz. Oh.. esa voz..

—S-si.. pase— se golpeó mentalmente al haber soltado esas palabras, había hablado sin pensar.

Sus orejitas de híbrido se movieron ansiosas al oír como el Alfa detrás de la puerta, entraba a la habitación.

—Hey, hola..— fue lo único que pudo pronunciar al volver a ver esos ojos morados que se le hicieron hermosos a primera vista.

—¿Por que huiste de esa manera después de decir mi nombre?— Ouh, que directo era. Aun así, no se escuchaba molesto, se escuchaba curioso.

—Por que pude, así de simple— Y ahí estaba el Rubén cínico y divertido de siempre, toda inseguridad y timidez se fue por la borda.

—Vaya, para ser parte de la realeza se comporta muy cínico— se burló Samuel.

—¡Oh! Digo lo mismo de Luque. Su presentación fue tan normal, como si hablaran con cualquier aldeano— se cruzó de brazos.

—¿Que mas da eso? Somos todos iguales, no por tener una linda coronita en esos cabellitos rubios que posees significa que vales más que los demás ¿Sabes?— lo observo burlón.

¿Por que de pronto la conversación se tornaba tan intima, como si se conocieran de años?

Los ojos de Vegetta fueron hasta las orejitas del menor, dándose cuenta hasta ese momento de que las tenía.

—Hermosas..— murmuró, estirando sus manos hasta tomar ambas y acariciarlas, sin darse cuenta de sus actos.

Rubius por otro lado se encontraba sonrojado a más no poder, y es que, solo las parejas podían hacer eso ¡Todos lo sabían! No cualquiera podía tocar su orejitas -En caso de ser híbrido oso- Como si nada, eso lo lograba avergonzar.

—Oh ¡Dioses! ¿Te estoy incomodando?— Samuel iba a quitar sus manos, hasta que Rubén se le adelantó y puso sus manos encima de las del contrario, para que continuara con las caricias.

Soltó un ligero ronroneo.

El de cabello blanco intentaba ordenar sus pensamientos. Estaba en completa sumisión por otro Alfa.. el era un Alfa, y eso no se podía, estaba mal.

Samuel era de un rango mayor por así decirlo, su reino era más importante que el de Rubén, y sabia que si se emparejaba con él, terminaría en el reino del de ojos morados, perdiendo su corona, su trono. Fácilmente se lo cederían todo a Willy.

Todo por lo que lucho, y ni siquiera sabía si arriesgarse. ¿Si se lanzaba ahora y besaba al chico frente a él que veía fascinado sus orejitas de oso, le correspondería? ¿Y si no, le diría a sus padres..? ¿Lo delataría?

Miles y miles de sucesos imaginarios y trágicos cruzaban por su cabeza, pero siempre era el mismo resultado sin importar que.

Él perdiendo la corona. Cediéndole todo a su gemelo.

¡Oh, al carajo con eso! Se arriesgaría. Desde que vio a Samuel algo dentro le dijo que su vida cambiaría, ya sea para bien o para mal.

—De Luque..— llamó su atención, mirándose ambos a los ojos.

Un movimiento más y ambos labios se unirían.

—¡Rubiuuuuuus!— La puerta de azoto de golpe, dejando ver a un sonriente Guillermo. Su sonrisa se borro al ver aquella escena frente a él.

Su hermano estaba muy pegado al chico bonito de ojos morados.

—¡Guille!— Rubén lo maldijo internamente, pero aún así se acercó para abrazarlo por los hombros.

—Así que.. gemelos— Vegetta los observó de arriba a abajo —Guillermo no es híbrido.. eso es casi imposible si son gemelos— dijo dudoso.

—Somos un caso especial— Rubén habló con seguridad, apegándose más a Willy.

—Supongo..— Samuel siguió viéndolos.

Si lobo llamaba a ambos chicos sin darse cuenta.

POR DIOS SAMUEL, que son Alfas.. y dos.. y hermosos.. NO, deja de pensar eso.

Se regañó mentalmente.

—¡Samuuuuu!— un Omega de ojos negros entró casi corriendo a la habitación, abrazando al antes nombrado con fuerza.

—Alexby— pronunció viéndolo confundido.

El más pequeño de los presentes tembló al ver las tres miradas de los Alfas en él.

—Mamá acaba de decir que me comprometió con.. con dos Alfas de otras regiones..— murmuró entre sollozos.

—¿Que..?—

—Si.. un futuro Rey llamado Frank.. y un príncipe llamado David.. para hacer tratados con ambas regiones— se calmó un poco al sentir las caricias en su cabeza por parte de su hermano mayor.

—Solo falto..-

—Solo faltas tú.. mamá no tarda en comprometerte con alguna princesa..—

Oh Fuck..

【𝗧𝗛𝗘 𝗖𝗥𝗢𝗪𝗡 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗛𝗘𝗜𝗥】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora