I'm not stray || Changlix|Minsung

12. ☪︎

—Pensé que me odiabas.—habló sentado sobre el piso alfombrado de la habitación, apoyando su espalda contra la puerta.

—No te odio.—respondió Han quien estaba sentado frente a él unos centímetros más allá.

—Se nota.

—No entiendo a que quieres llegar, si quieres decirme algo solo dilo.

Minho no tenia nada especial que decir, seguía nervioso y asustado, y el estar a solas con Jisung lo hacía sentía incómodo. Cada vez que se encontraban se creaba un ambiente extraño, como si el castaño deseara que se alejara, como si no quisiera verlo ni hablarle.

Eso le molestaba.

—¿No sería mejor solo aceptarlo?—murmuró—Es tan obvio que nadie nos quiere dentro de esa escuela y tu no eres la excepción—lo miró.—No soy idiota, cuando nos cruzamos puedo sentir que no me quieres cerca.

Podría intentar negarlo pero era cierto, Jisung no quería acercarse a él ni a los demás chicos de su grupo, aunque quisiera no podía, no era correcto.

—Tienes razón, no quiero mezclarme contigo—respondió en un suspiro—Pero eso no significa que te odie.

—No quieres mezclarte conmigo pero aquí estás, eso no tiene sentido—se acercó.

—Cállate—miró hacia abajo.—Todo estaba en silencio cuando subí, pero luego escuché a Kai gritar tu nombre tan violentamente yo solo-

Hizo una pausa antes de explicarse.

—Creo no ser tan desalmado como para ser testigo de una paliza y no hacer nad-

Esta vez no fue él quien había dejado de hablar, fue el contrario quien tapó sus ojos con ambas manos para poco después acortar la distancia, dejando a su paso una suave pero cálida sensación en sus labios.

Tardó en reaccionar, los labios contrarios tiritaban y las manos que cubrían sus ojos también lo hacían, pensó en empujarlo, quería lanzarlo lejos.

Pero lo sentía tan vulnerable, como si fuese a quebrarse si lo tocaba con demasiada fuerza ¿Ese era el verdadero Minho? Un chico que caminaba con tanta seguridad en una escuela donde sabe que no encaja, pero que en la soledad de aquella habitación oscura no hacía nada más que temblar de miedo.

Se quedó quieto, no podría llamar a aquel roce de labios un beso como tal, se sentía más como un intento del mayor por distraer su mente, estaba actuando como un niño impulsivo.

Poco a poco Minho retiró sus manos al mismo tiempo que se deslizaba hasta apoyar su cabeza en el pecho del menor, se mantuvo mirando el suelo, con sus piernas cruzadas y su respiración aún agitada.

Para Jisung, Minho seguía conmocionado por todo lo que había pasado, pero no era solo eso.

El mayor estaba pensando, estaba pensando e imaginando muchas cosas, su mente corría y no se detenía, buscando cada pequeña cosa para hacerlo sentir indefenso y totalmente expuesto, propenso a ser dañado. Esta vez el ataque de ansiedad había sido mas fuerte que otras veces y aunque no lo exteriorizara como tal, estaba aterrado de absolutamente todo.

Frente a otras personas siempre había podido esconderlo, diría incluso que sin intentarlo era común que nadie lo notase, su ansiedad no siempre venía acompañada de un llanto desgarrador e incontrolable, a veces estaba presente cuando movía una y otra vez su pierna al estar sentado, cuando sentía que no tenía el control sobre nada, cuando sentía esa pequeña falta de aire que lo obliga a inspirar profunda y pesadamente.