Capitulo 24: Madara

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—Haruka...yo...puedo explicarlo—Se podía ver el pecho de Hikaru subir y bajar por su rápida respiración; alzaba la mano hacia la chica como esperando que la tomara, como si se tratara de un animal asustado y herido

—ustedes dos tendrán mucho tiempo para hablar, debemos ir a un lugar nosotros tres—habló en enmascarado, sin embargo Haruka no quitaba la mirada de el chico frente a ella, paseaba su mirada entre su mano estirada y sus ojos

—Ella no irá a ningún lado sin mi—Sasuke puso un brazo delante adoptando una expresión defensora

—ya lo veremos— no importaba la veces que lo escucha hablar, su voz profunda le causaba un sentimiento de miedo e impotencia.
Cuando menos se dieron cuenta el enmascarado desapareció junto con Hikaru y el enmascarado apareció detrás de Haruka, sin rastro alguno del chico azabache que se encontraba antes a su lado. Antes de poder reaccionar una mano tomó el hombro de la chica, y eso bastó para que ella también desapareciera, viendo por último la expresión de horror de su amigo de la infancia. Y Haruka se sumió en una profunda oscuridad instantánea.

(...)

Su visión se recobró tam rápido como la había perdido, de un momento a otro se encontraba en otro lugar. Este lugar era de tonalidades grises y unas extrañas torres se encontraban alrededor de ellos, estaban situados en una plataforma, era como la parte más alta de una de esas torres. Ella no pensó que Madara pudiera hacer algo así, aunque sabía que el tenía habilidades especiales no pensó que serían así

—intenten no matarse—y desapareció, al otro lado de aquella plataforma se encontraba Hikaru sentando, dirigía su mirada a la nada manteniendo sus manos juntas.

—creo que quieres una explicación—Haruka no dijo nada manteniendo su mirada al otro lado, sin esperar una respuesta el habló— cuando todos el pueblo hablaban de dejar su protección a las demás aldeas me moleste, solamente estaban pensando en ellos mismos y no en las personas que nos necesitaban—soltó un suspiro y continuó— yo no podía hacer un cambio grande, apenas era un niño. Un día llegó un hombre diciéndome que el me apoyaría y que juntaríamos a más gente para formar un equipo y poder ser escuchados...pero había algo raro en él, en sus ojos; yo no le tome importancia y lo seguí, el me condujo hasta una cueva, en la cueva había otro niño sobre una cama y al lado había un hombre en una silla, parecía bastante viejo y estaba conectado a varios cables. El me dijo que era Madara y que me ayudaría—hizo una pausa, como si lo que dijera le causara una gran herida— desde ese momento no recuerdo nada, de un momento a otro tenía mis manos llenas de sangre y todo el clan había sido asesinado, el Madara que conoces no estuvo conmigo ya que era demasiado viejo, yo solo termine con todo el clan...pero...¿cómo?, yo tenía 12 años y no creo que un niño fuera capaz de hacer eso, caí en la conclusión que me habían manipulado, pero eso no me quitaba el hecho que era un asesino. Me oculté de aquel hombre desde entonces hasta que el enmascarado llegó a mi, parecía un hombre cualquiera, pero el reveló ser Madara, escape de el de nuevo y me oculte en la aldea de la nube, creí vivir protegido y en paz, pero no sabía que Madara estaba viéndome desde las sombras— terminó su relato y el silencio se expandió por todo el lugar

Haruka estaba confundida, algo no cuadraba en su historia ¿cómo Madara llegó de ser un viejo en su lecho de muerte hasta lo que es ahora? Por más que ella le quería creer una parte de ella le gritaba que todo eso era mentira.

Pasaron minutos y por fin Madara regreso, ambos chicos se acercaron ansiosos por salir de aquella jaula.

El sol del medio día hizo que ambos entrecerraran los ojos para mirar a su alrededor se encontraban afuera de una entrada con forma de esqueleto y Justo delante de él había un hombre cubierto con una bata color escarlata, para Haruka fue fácilmente identificable

RavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora