a/n: no utilicé los nombres de Liz, ni Karen ni ninguno de los familiares de los chicos por su privacidad y puesto que no quiero hacerlos quedar "mal" con cada situación planteada en la fic. Besos xx, Marz.
§ tracklist:
Up [ olly murs ft demi lovato ]
Open [ demi lovato ]
Welcome To New York [ taylor swift ]
Good Enough [ little mix ]
18 [ fivesauce ]
Eighteen [ one direction ] §-------
La atracción a los videojuegos en los adolescentes es prácticamente usual. La mayoría de las veces se presenta una adicción en los hombres (mayormente) que va desde los once a los diecinueve años aproximadamente.
En Australia esta tendencia es igual de grande que en cualquier lugar.
Pero esta vez nuestro GPS se redirige a la ciudad de Nueva Jersey, en Estados Unidos de Norteamérica. Donde en un fraccionamiento humilde -más no pobre- residen dos familias, bueno, a una no se sabe sí se le puede llamar familia. Ya que claramente no lo es (tal vez algún día lo fue).
Lo gracioso es que las dos casas -practicamente unidas y separadas por dos balcones de una de sus habitaciones-, están llenas de la presencia varonil. A exepción de dos mujeres.
La vida de una de esas casas es armoniosa, feliz y ruidosamente alegre. Mientras que en el lado izquierdo, sólo hay odio, tristeza, inseguridad, envidia y ruido de gritos. Gritos no felices. Gritos de ayuda. Gritos de odio.
Gritos de sentirse abajo, consumidos por el odio, solos, abandonados.
Alguno que otro grito pertenece a Michael Clifford. Un pequeñín -bueno, no exageraré más, es un adolescente- con el pelo teñido de rojo y ojos verdes, casi tan hermosos como los de su vecino de unas cuadras más adelante, Harry.
A la derecha de la casa de Michael, vive la familia Hemmings, pero el más importante y destacado (posiblemente para Michael) es Luke. El niño de su edad que es muy directo -y debemos admitir que eso ha herido a Michael muchas veces, Mike es demasiado sensible-, que tiene unos ojos azules como el mar tenerife y unos hermosos cabellos dorados (o rubios, pero eso no importa) que están perfectamente peinados en un flequillo.
Esos ojos azules están llenos de vida, de amor, de felicidad.
Podemos concluir que son bastante diferentes.
Pero ambos tienen una adicción que no va a cambiar aunque pasen los años: videojuegos.
(C1)Los ruidos no cesaban en la celebración de año nuevo, en la casa de Michael había solo un silencio profundo. Michael cenaba su pedacito de pavo en el sillón tratando de alejarse lo más posible de Coro, el gato de su tía Monserrat.
Mientras que los adultos charlaban cosas que prácticamente no le interesaban en lo absoluto. Él seguía con su mirada puesta en sus padres: Alice y Pierce. Ambos habían permanecido agarrados de la mano y sonriéndose mutuamente.
Pero Michael sabía que sólo era un teatro que estaban haciendo para sus tíos y abuelos. Ya que cuando ellos se fueran, se mirarían con odio y lo enviarían a dormir (algo que no servía ya que Mike jamás podría conciliar el sueño con sus padres gritandose obsenidades abajo). Michael estaba completamente solo. No tenía primos y estudiaba en casa. Era una tortura. No podía pedir ayuda, por que simplemente no conocía a nadie.
El único ruido que se escuchaba en la habitación de Michael eran los pequeños soniditos que soltaba la nave del videojuego que estaba jugando.
12:00.
A Michael se le ocurrió salir al balcón de su habitación, acomodó su chamarra y salió, recargándose sobre el barandal de éste. Viró sus ojos hasta la ventana de su vecino, y no se sorprendió por lo que vió. Sus padres (los cuales eran hijos únicos y procreados demasiado tarde por los abuelos de Luke) estaban abrazando a los tres chicos que habían ahí. Michael podía memorizar los nombres de toda la familia de Luke, estaba seguro que sí algún día en la universidad le pedían que describiera a su familia, describiría a la familia de Luke. La familia que él deseaba tener.
Mégane (la madre de Luke), se la pasaba de aquí para allá con su familia (Luke, Kevin -su esposo y padre de Luke-, Morrison y Hunter). Mientras que la madre de Michael se la pasaba comprando ropa con sus amigas. Y su padre, bueno, con una posible novia que tuviera o en bares. Michael sabía que la única compañía que tenía era Paul, su maestro (y Paul gastaba buenas bromas, en realidad).
El conteo pre-año nuevo que realizó la familia Hemmings lo dejó con una sonrisa en su cara, sus padres apenas comprarían las malditas uvas.
Saludó a Luke con la mirada y bajó a la sala de estar.
-Feliz año nuevo, familia. -alzó la voz.
-Apenas son las once, Gordon. -comentó su tío Roderick mirando su reloj.
-No es cierto -replicó Michael-, tu reloj está mal...
-Cállate Gordon, tu tío Roderick siempre tiene la razón y no necesitas contradecirlo, ¿es por las hormonas, verdad? -habló su madre dándole una mirada de desprecio que sólo él pudo visualizar y después se dirigió a sus tíos-. Lo lamento, Gordon es demasiado hormonal y malcriado últimamente.
*¡Son las putas doce y ya es primero de enero bola de ignorantes e hipócritas de mierda! No soy un muchachito hormonal de mierda y sí lo fuera eso me valdría un carajo. *
Y esos fueron los pensamientos de Michael.
Más contestó un simple: -Buenas noches.
Y se marchó.
Otra vez estaba sentado en su balcón, mirando a la familia perfecta. Casi viviendo los momentos con ellos. Como sí de alguna manera su presencia estuviera presente ahí, en esa casa con color y vida propia. Rodeada de luces navideñas. Creo que lo único navideño que había en su casa era el pinito que había hecho Mike con legos.
2:00.
Estaba apunto de cerrar el ventanal que daba salida al balcón. Ya todos parecían haberse dormido tanto en su casa como en la de sus vecinos. Así que posiblemente era su hora de acostarse también.
-Buenas noches Daniel. -le susurró a su león de peluche antes de contestar un "Buenas noches Mikey" con voz achillada, pensando así que el peluche había contestado.
Ese era el único "buenas noches" que recibía noche tras noche.
3:00.
Se despertó por un ruido ensordecedor. Pensó que era su despertador pero ese aparato no sonaba hasta las doce. Así que se dirigió al balcón. Dejó que unos mechones rojos se deslizaran por su frente antes de saltarse el espacio de los dos balcones ágilmente. Pensó que Luke estaría viendo porno, porque el brillo de la pantalla era casi escaso. Así que tocó.
No fue suficiente el ruido. Así que pensó que colarse por el ventanal no sería tan mal idea.
Por supuesto que no lo sería.
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up ☆ muke
FanfictionSólo soy yo esperando afuera de tu ventana, bajo una lluvia potencialmente torrencial, Luke, ¿jugaremos videojuegos hoy? ♡