Temporada 1- Episodio 2

113 18 11
                                    

Aquí estoy de nuevo. Los hospitales apestan. En cierta forma nos hacen recordar lo frágiles que podemos ser y esos pensamientos solo nos llevan a la conclusión de que todas nuestras acciones tienen consecuencias, todas nuestras decisiones tienen diferentes desenlaces. Sin embargo, ¿cuál es la razón de la vida sin riesgos, sin peligros, sin vulnerabilidad? En fin, estaba recostada en una camilla del Hospital de Rock Springs, inconsciente. Recuerdo soñar con el parque y yo caminando entre los árboles hasta un claro circular, pero luego todo se vuelve difuso, realmente difícil de recordar. Creo que si cayeron rayos alrededor de donde me hallaba es lógico que no recuerde qué sucedió ni cómo sucedió. Lo único que sé es que pasó y no puedo hacer nada para cambiarlo. Esto del tiempo lineal es molesto, pero de alguna forma es necesario. Si todos pudiéramos cambiar sucesos de la línea temporal a gusto, el mundo sería un completo caos. Y lo que queremos evitar es justamente eso. Estuve inconsciente por un dia entero. Antes de que despertara los focos de todo el pueblo comenzaron a titilar, como si se tratara de una baja en la tensión de la red eléctrica. Lo que estaba sucediendo era que la electricidad que me rodeaba me estaba sanando, me estaba “cargando”. Y desperté sin entender qué sucedía. No sabia por que mis venas brillaban. Parecía que mi sangre fuera radiactiva, y podía verla y sentirla. Sin embargo, logre tranquilizarme y todo volvio a la normalidad (al menos a mi antigua normalidad). Mi padre vino a visitarme apenas desperté, y Ryan llegó unos minutos más tarde.

   Mi padre salió a hablar con los doctores. Recreare el diálogo para dar un mejor contexto de la rareza de mi situación.

_¿Estará bien?- preguntó Albert, viendo a su hija a través de una ventana.

_Señor Colton-dijo la doctora- No encontramos ningún tipo de lesión en su hija, no encontramos ninguna contusión ni nada. Hicimos varios escaneos de cuerpo completo y nada. Sin embargo, noto un ritmo cardíaco algo acelerado pero no fuera de los parámetros normales. Por lo que no sabemos a ciencia cierta qué sucedió.

_¿Cuándo podrá volver a casa?

_La mantendremos en observación al menos 24 horas- contesto la doctora- Después de eso podrá volver.

_ Gracias, doctora- respondió Albert, más relajado-.

  Ryan se sentó un rato en la silla de la sala donde me encontraba internada.

_En serio, no es necesario que te quedes- le dije-.

_No me molesta quedarme- respondió sonriente-. Además, sin mí morirías del aburrimiento.

_En eso tienes razón- respondí, riendo-. Me alegraba que Ryan me acompañara. Prefería que me acompañara alguien que me entendiera, y esa persona era él.

_¿Qué hay de nuevo en el pueblo?¿La escuela sigue siendo el mismo infierno de siempre?- pregunté.

_Si, todo desgraciadamente sigue igual- contestó, sonriendo-. Ya sabes… Katherine sigue creyendo ser una diosa griega, los del equipo de fútbol siguen acosando a los mismos de siempre y los invisibles siguen bajo su capa.

Katherine… ese nombre me irritaba de solo escucharlo. Encerio existen cosas molestas en el mundo, como el calentamiento global, los reality shows, las campañas presidenciales, los cantantes sin talento...pero de alguna forma Katherine los supera exitosamente. Esa chica es intolerable. Cree que por llevar puesta ropa de marca y salir con el capitán del equipo es mejor que los demás. Permítanme hacer un descargo, y disculpenme. Me importa una mierda si llevas puesta ropa de marca o una remera comprada en una tienda de segunda mano, y me da igual si sales con el capitán de fútbol o de ajedrez… Eso no te da el derecho a creer que los demás somos inferiores y no merecemos tus comentarios discriminatorios. Lo tenía que decir y lo dije. Notaran que no soy de las que mantiene la boca cerrada. Si algo me molesta, lo digo.

_Chelsea....¿estás despierta?- preguntó Ryan, saludando con su mano.

_Si, lo siento- respondí.-Estaba pensando en otra cosa. ¿Qué decías?

_ Ayer vi a un alce con sus crías- comentó, mostrándose fascinado.-Pude tomar algunas fotografías con la camara, pero no puedo creer que ya estamos en época de crías.  

_ Eso es genial- respondí-.Cuando salga de este horrible lugar, encontraremos un buen ángulo para fotografiarlas y podremos participar del concurso de fotografía del estado.

_ Si, es una buena idea- me dijo.-Tal vez podamos ganar…

Ryan estuvo conmigo un rato y luego se fue. Mi padre se quedó allí haciéndome compañía, lo cual fue agradable. En cierta forma, debo reconocer que mantenía una excelente relación con mi padre. En especial desde que mamá murió. Pero creo que nuestros intereses en común nos permitían pasar mucho tiempo juntos, como nuestro amor por los animales y el parque natural. No a todo el mundo le interesa eso, y menos de mi edad… Por eso pienso que Ryan es único y me entiende.

_ ¿Cómo te sientes?- preguntó Albert, mientras se acercaba un poco a la camilla.

_ Estoy bien, papá- respondí, sonriendo.-No te preocupes.

_ ¿Recuerdas qué pasó?Ryan te encontró en medio de la nada, tirada en el suelo.

_ Recuerdo que noté algo en el radar… y fui a investigar- comenté-. Pero no me acuerdo de qué pasó allí.

_ Esta bien, hija-dijo, sonriendome-. Lo importante es que estas bien y que nada malo te pasó. Deberías descansar un poco.

_ ¿Cuándo podré volver a casa?- pregunté, con ansiedad-. Sabes que odio los hospitales.

_ Esta noche te darán el alta y podremos volver. Ahora, descansa un poco, ¿si?

_ De acuerdo… Papá, te quiero.

_ Y yo a tí, hija.

Eran las 11 PM y mi papá conducía a casa. Yo veía por la ventana las luces de la calle, y por alguna razón podía sentir un zumbido muy bajo proveniente de los cables. Era como si sintiera la electricidad fluyendo por el cable. Luego de unos minutos, llegamos a casa. Papá me acompañó hasta mi cuarto y me llevó un vaso con agua. Me despedí y me acosté en mi cama, mirando el techo de mi habitación. Me dormí por unas horas. 

  A las 3 AM me desperté, y vi mis venas brillando de un color celeste hermoso. Me levanté y me acerque al espejo y me sorprendió lo que vi. Mis ojos brillaban, mis venas brillaban, y mi cabello liberaba una tenue luminosidad. Acerque una de mis manos con la otra y una serie de “hilos” de electricidad pasaban de dedo a dedo, como si se tratara de una corriente eléctrica. La bombilla de mi habitacion comenzo a titilar, y la de la calle también. Aleje mis manos, y mis ojos dejaron de brillar, al igual que mis venas y mi cabello, La luz de mi velador se normalizo, como también la de la calle. 

   Mi preocupación ahora era descubrir qué podía hacer, cómo hacerlo y por qué podía hacerlo. Los interrogantes me mataban, por lo que decidí irme a dormir para despertar con la mente más fresca. Pero de algo estaba segura: ahora tengo poderes y mi vida cambiará.

Thundergirl: Dueña del RayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora