Albert y Meghan cenaban cuando el gas invadió la sala. En cuestión de segundos, ambos cayeron como un bolsón de papas al suelo. El sueño que gozaron fue de un par de horas. Al despertar, estaban atados, junto con muchas personas en una especie de bodega abandonada. Debían ser alrededor de cincuenta personas, incluyendo al Alcalde, al Capitán Walker de Policía, y a varios miembros destacados de la comunidad de Rock Springs. Albert se acercó a Meghan y la despertó.
_ ¿Dónde estamos? ¿Qué pasó? - preguntó Meghan. Albert no tenía respuestas para esa pregunta. Simplemente deducía que habían sido parte de un secuestro masivo. Aún no habían visto al rostro detrás de este evento pero muy pronto lo descubrirían. Alguien debía, tarde o temprano, hallarlos y liberarlos.
***
_ ¿Dónde estará? - me pregunté, mientras marcaba el número de mi padre.
Sé que a veces puedo parecer algo ansiosa, pero así soy. Mi padre siempre contesta el teléfono, y más si se trata de su hija. Llamé a Ryan y le pedí si podía ubicar el teléfono de mi padre. A pesar de sus esfuerzos, me dijo que por alguna razón no podía hallarlo.
_ Tal vez lo tiene apagado o se quedó sin batería- sugirió Ryan, buscando una explicación lógica.
_ ¿Qué hay de tu padre? ¿Él lo podría encontrar? - pregunté.
_ Tal vez, desde la estación de policía- respondió Ryan. -Oye, Anne esta llamando… la añadire a la llamada.
_ Hola chicos- dijo Anne. -Chelsea… ¿está mi madre en tu casa? No está aquí ni tampoco en el trabajo y no contesta mis llamadas.
_ No- contesté, algo confundida. -¿Tu madre tampoco contesta? He estado tratando de llamar a mi padre y no he logrado comunicarme.
_ Chicas, mi padre tampoco contesta y de la estación me dicen que no está allí- añadió Ryan. -¿Qué esta pasando?
En ese momento, todas las pantallas comenzaron a transmitir en simultáneo un mensaje con video.
Una música tétrica sonaba, mientras unos dibujos animados de dinamita estaban en las pantallas. De repente, una voz comenzó a hablar.
_ Había una vez un detestable pueblo perfecto llamado Rock Springs. Y en ese tedioso lugar había una joven que lanzaba chispas por los dedos que se hacía llamar Thundergirl- dijo la voz. - Pero resulta que su amigo, el Pirómano, secuestro a 50 personas al azar del pueblo.
Les juro que no podía creer que ese idiota había sido capaz de hacer algo así. Por esos instantes solo pensaba en cómo debí haberlo freido con un rayo en la casa de esa abogada. La transmisión continuaba con el Pirómano hablando.
_ Thundergirl, tienes dos opciones: en dos bodegas antiguas hay premios. En la bodega uno hallarás a 50 personas junto a una cantidad considerable de explosivos. En la otra solo hay explosivos. Así que será tu responsabilidad si solo hay fuego y no pedazos de humanos volando por los aires. Buena suerte.
Luego de transmitido el mensaje, la conexión se cortó, pero no sin antes dejar un mapa donde se señalan los puntos.
_ Esto no suena nada bien- dijo Anne, viendo la cuenta regresiva de los explosivos. - Tenemos solo 25 minutos… será mejor apresurarnos.
_ Voy a prepararme- dije, corriendo a buscar mi traje. - Ryan, necesito que vayas a la bodega dos, mientras Anne y yo vamos a la uno. Debemos asegurarnos de hallar a las personas raptadas por ese maníaco.
_ De acuerdo- contestó. -Si los encuentro te llamaré.
Tarde alrededor de 7 minutos en prepararme y reunirme con Anne. El punto de encuentro fue detrás de la cafetería, ya que era una posición cercana para ambas.
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Thundergirl: Dueña del Rayo
Ficção CientíficaChelsea Colton, una adolescente única y con un humor particular, adquiere poderes que le permiten controlar la electricidad (y hacer varias cosas más). La vida adolescentes es complicada... ¿Que tanto más puede serlo con superpoderes? Nuevos podere...