Thundergirl: Dueña del Rayo

Temporada 1- Episodio 5

Albert no había tenido una cita desde la muerte de la madre de Chelsea. En cierta forma creía que esa parte de su vida ya estaba concluida. Chelsea y Albert decidieron ir a desayunar al Rock Springs Café, la cafetería local más concurrida. Era una tradición familiar ir el día del cumpleaños de Chelsea a la cafetería, para pedir varios cafés y donas bañadas en chocolate con chispas de colores. Albert estacionó la camioneta en el frente del edificio colorido. La cafetería tenía un gran letrero rojo con el nombre del establecimiento, iluminado con muchas luces. Además, las cortinas eran de color rojo liso, con numerosas mesas y sillas del mismo color. Contaba con una larga barra con taburetes para ordenar y comer allí. Ese día el lugar estaba bastante concurrido. 

_ ¿Quieres que ordene yo? - preguntó Albert. 

_ Sí, hazlo, muero de hambre- respondió Chelsea.

 Albert se desplazó unos metros hasta la barra para ordenar lo mismo de cada cumpleaños cuando quedó deslumbrado por la mujer que atendía el Rock Springs Café ese día: Meghan. 

¿Cómo describir a Meghan? Tenía la misma edad de Albert, de un metro sesenta de altura, cabello lacio castaño claro, con una sonrisa blanca brillante como la luna, ojos verdes como el césped. De forma amable, Meghan atendió a Albert quien tardó unos segundos en responder a la simple pregunta: ¿Qué le puedo ofrecer esta mañana? 

_ Lo siento, dos cafés con donas bañadas en chocolate con chispas, por favor- dijo Albert. 

Meghan sonrió y anotó el pedido. 

_ ¿Cuál es su nombre?- preguntó ella. 

_ Albert Colton- respondió él, algo nervioso. 

Meghan había notado el nerviosismo de Albert y decidió seguir la conversación. 

_ Me llamo Meghan…  Me mude con mi hija hace una semana. 

_ Mi hija está aquí también, estamos celebrando su cumpleaños. Lo hacemos siempre, en realidad la idea era de su madre, pero esa historia es más complicada… 

_ Mi ex-esposo vive en Nueva York, pero no se interesa por su hija así que decidí que sería mejor venir a un lugar más tranquilo, para empezar de nuevo- contó Meghan, mientras estaba apoyada en la barra.- Aquí está tu pedido, Albert. 

_ Gracias, Meghan- respondió Albert. - Fue un placer conocerte. 

_ Lo mismo digo- contestó sonriente Meghan. 

Albert se dirigió a la mesa y le entregó a Chelsea su café y su dona. 

_ ¿Quién es ella? ¿Es nueva, cierto? - preguntó Chelsea. 

_ Si, se llama Meghan- contestó Albert. - Se acaba de mudar con su hija. 

_ Es muy bonita- dijo Chelsea, mirando fijamente a su padre. - Sabes…  deberías invitarla a salir… 

_ No, imposible- respondió rápidamente Albert, evadiendo el tema. 

_ Vamos…  Desde que mamá murió no has salido con nadie…  Ya ha pasado mucho tiempo y quiero que seas feliz. 

_ Es que no… - dijo el. 

_ Si, tú puedes hacerlo. Solo ve allí y pídele salir a cenar o alguna cosa que los ancianos como tu hagan- bromeó Chelsea. 

_ Lo haré solo porque tu lo pides- respondió Albert. 

_ Lo harás bien, yo te espero aquí. 

Por cómo se veía todo, al parecer a Albert le estaba yendo bien con Meghan. Chelsea se preguntaba si algún día encontraría a alguien para ella. La realidad es que el mundo decepcionaba a Chelsea de muchas maneras, aunque le alegraba saber que su padre podía volver a enamorarse de alguien más.